En un raid delictivo en La Matanza, ladrones armados robaron dos autos y quisieron despojar de su moto a un policía, que se defendió a los tiros: uno murió y el otro fue herido de gravedad
Los delincuentes, de 18 años, comenzaron la serie de crímenes en el barrio San Alberto, cuando sustrajeron un auto a dos mujeres, una de las cuales estaba con un bebé; poco más tarde, usaron ese vehículo para quitarle el auto a una mujer en Laferrere, quien aseguró que ambos “estaban muy nerviosos” y “dispuestos a matar”; el paso siguiente fue el cruce con el efectivo, que los enfrentó para evitar que le sustrajeran su Honda Twister
LA NACIONRobaron un Peugeot 307 blanco a una mujer que estaba con su bebé. Con ese auto bloquearon la salida de un VW Suran y, durante 30 segundos, retuvieron a la dueña del vehículo. Abandonaron el Peugeot y, con la Suran, continuaron su violento raid delictivo por La Matanza, hasta que su suerte cambió definitivamente: intentaron robarle la moto a un hombre; resultó ser un policía bonaerense, que se resistió. Se enfrentó con los dos ladrones. Hubo más de 25 tiros. Uno de los delincuentes, de 18 años, que habría sido identificado como Dylan Vélez, murió en el lugar; el otro, también de 18 años, recién cumplidos, que estaba prófugo por el homicidio de un gendarme, quedó malherido y ahora está internado en el Hospital Balestrini con pronóstico reservado.
La cruenta sucesión comenzó ayer por la tarde, cuando asaltaron a dos mujeres –una de ellas, con su bebé– en la calle Rucci al 3800, del barrio San Alberto. Se fueron con el Peugeot 307 y con él interceptaron a una vecina que salía de su casa, en Almirante Cordero y Fardman, de Gregorio de Laferrere, según informaron fuentes policiales. Ese segundo robo, fue captado por las cámaras de seguridad de la vivienda, fue advertido por dos agentes de la Policía de la Matanza que circulaban en un auto particular, por lo que siguieron a los delincuentes y dieron el alerta al 911.
Cuando los dos criminales escapaban en el VW Suran, se cruzaron con un motociclista que resultó ser un policía del Grupo Motorizado de Escobar. El oficial Diego Reyes circulaba con su esposa –también policía– en su Honda Twister 250 negra cuando ambos los abordaron en la intersección de Coronel Montt y El Lazo, en Laferrere.
El policía se defendió a los tiros y fue apoyado a su vez por los dos agentes que seguían a los delincuentes desde el auto particular. Por el tiroteo falleció uno de los ladrones, de 18 años, que contaba con antecedentes penales y había sido liberado en diciembre, en una causa por robo calificado. El otro delincuente recibió heridas de diferente consideración en la pierna izquierda, un roce en la cabeza y otro en la cintura, donde una bala quedó alojada, por lo que ahora se encuentra internado en grave estado en el Hospital Balestrini.
En el Suran se encontraron dos armas de fuego y, según fuentes judiciales, el joven internado tiene pedido de captura vigente por parte de la Policía Federal por el homicidio de un gendarme.
“Estaban decididos a matar”, dijo una de las víctimas del robo
Patricia Soledad López, la mujer que fue abordada por los delincuentes cuando salía de su casa en la Suran, afirmó que ambos “estaban muy nerviosos” y “dispuestos a matar”.
“Eran cerca de las 6 de la tarde, yo salía de mi casa con el auto, mientas mi hermano me cerraba la puerta del portón. Cuando vinieron los delincuentes, él salió corriendo y a mí me amenazaron”, explicó Patricia al canal TN.
En las imágenes se ve cómo los dos jóvenes primero estacionan el auto blanco detrás de la Suran para impedirle el paso y luego sacan a la mujer del vehículo mientras la apuntan con un arma.
“Estaban muy nerviosos. Yo me dije ‘otro robo de auto’, porque hace dos años me robaron también, pero en ese momento les dije a los ladrones ‘ahí están las llaves, se pueden ir’ y así fue. Pero ayer estos chicos estaban muy nerviosos, estaban decididos a matar. Me querían llevar, porque me hicieron ingresar al vehículo, pero después me dejaron ir”, afirmó Patricia.
Por otra parte, la mujer dijo que su auto quedó con “destrucción total” tras la balacera: “Tiene 20 orificios de bala, tuve que contarlos para el seguro. Además, está todo chocado y lleno de sangre en el interior”.
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