Horror: Le disparó en la cabeza a su mujer, creyó que la había matado y se suicidó al chocar con su moto contra un auto

Un drama conmociona a la ciudad de Vera, en el norte de Santa Fe. Una mujer de 25 años se debate entre la vida y la muerte, internada en el hospital de Reconquista, con un tiro en la cabeza. Le disparó su esposo, quien, creyéndola muerta, arrojó el cuerpo en una zanja cubierta con agua y, tras advertir a un primo a los gritos lo que había hecho, montó a una motocicleta y tomó una drástica determinación: chocó contra un auto y se suicidó.

Según informes policiales, el ataque fue cometido por Fabián Daniel Pintos, camionero, de 44 años. Su pareja, Lucila Celayes, de 25 años, fue hallada en la zona sureste de Vera por dos oficiales de la policía; estaba inconsciente, con medio cuerpo sobre el agua, casi en estado de hipotermia y cubierta de sangre que salía profusamente de una herida que tenía en la cabeza. Por estas horas sigue internada en estado crítico y con pronóstico reservado.

Esta tarde, los investigadores admitieron a LA NACION que “no está claro el motivo que generó el desenlace en la relación de la pareja”.

Incluso, un familiar de la mujer atacada sostuvo: “No entendemos qué pasó. Él era una persona tranquila, nunca le levantó la mano a su pareja”. Y agregó: “Todavía no sabemos con qué la atacó”.

En lo que coinciden los investigadores es que el hecho se produjo en la casa de la pareja (que tenía dos hijos pequeños), situada en la calle San Marino, cerca de la Sociedad Rural de Vera. Una hermana de Celayes dijo haber escuchado una discusión que subió de tono y se tornó peligrosa, por lo que dio aviso a la policía. Cuando los uniformados llegaron a la casa, ya no había nadie. Eso aumentó el nivel de alerta.

Más tarde, según publicó el medio ReconquistaHoy, un primo del camionero informó que Pintos había pasado raudamente por su casa (en el centro de Vera) y le confesó: “¡Maté a Lucila!”, y se fue. Lo vio totalmente ensangrentado, y, por eso, no dudó de que, efectivamente, Celayes había sido asesinada.

Luego del ataque, Pintos tomó su moto de 150 c.c., ascendió a la Ruta Provincial 36 S, que une Vera con Romang, en el norte santafecino, y tras recorrer unos pocos kilómetros colisionó de frente contra un auto Chevrolet Corsa, a causa de lo cual perdió la vida.

Un camionero que circulaba por la zona llamó a la policía para advertir que en la ruta había un motociclista que había realizado una maniobra como para embestirlo; poco después, los dos ocupantes del Corsa informaron que ese mismo motociclista los había chocado de frente. Pintos fue trasladado agonizante al hospital de Vera y, de allí, al de Reconquista, donde se certificó su deceso. Murió en el mismo lugar donde su pareja, la mujer a la que él había atacado, se aferra desesperadamente a la vida, aunque con un pronóstico desfavorable.

El fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de los Tribunales de Vera, Valentín Hereñú, que se hizo cargo de la causa, explicó que “el hecho sería un hecho de violencia más que una cuestión pasional. Yo lo encuadraría como un hecho de violencia de género”, señaló.

“No obstante, aún faltan elementos para la afirmación anticipada. Por ejemplo, aún no se está claro con qué elemento contundente el homicida atacó a la mujer. Sí está comprobado que Pintos salió en su moto camino a Romang e impactó contra un automóvil, lo que produjo su deceso más tarde en el Hospital Central de Reconquista”, amplió Hereñú.

En consecuencia, “todo indicaría que se tiró contra el vehículo para suicidarse”, añadió.

“Por el momento y de acuerdo al estado de la persona objeto del demencial ataque, el caso está caratulado como tentativa de femicidio”, concluyó el fiscal.