Infierno de balas: un ex secuaz del Gordo Valor, muerto en un tiroteo con policías federales

El intento de personal de la Policía Federal Argentina (PFA) de identificar a los ocupantes de un automóvil que circulaba en el límite entre Caseros y El Palomar sin la chapa patente trasera derivó en un cruento tiroteo donde un supuesto delincuente murió, su cómplice resultó herido y una agente policial tuvo que ser trasladada a un hospital al recibir un impacto de bala en su pierna izquierda.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. El sospechoso muerto fue identificado como Alfredo Aníbal Albornoz, de 59 años, excómplice del mítico Luis Valor, El Gordo, jefe de la conocida “superbanda” que asaltaba camiones blindados.

“Beto” Albornoz, ladero del Gordo, de quien heredó el control de la Superbanda, estaba prófugo desde el 16 de febrero. Se había fugado de la cárcel de Melchor Romero, donde purgaba pena por robos reiterados y por el homicidio de un policía, el agente Daniel Larrouse, al que abatió cuando escapaba de la ley tras el asalto al Banco Francés de Olivos, el 11 de enero de 1999.

El hecho ocurrió ayer a la tarde cuando dos integrantes de la Unidad de Intervención Territorial II de la PFA realizaban un patrullaje por las calles de Caseros, en el partido de Tres de Febrero, y de El Palomar, en Morón.

Cuando el móvil policial circulaba por El Palomar, detrás de la villa Carlos Gardel y el Hospital Alejandro Posadas, los uniformados advirtieron que un VW Vento circulaba sin la chapa patente trasera y decidieron identificar a los ocupantes del vehículo. En el cruce de Olavarría y la avenida Perdriel, límite entre Tres de Febrero y Morón, estalló el enfrentamiento y tronaron decenas de disparos.

“Sin mediar palabras, los ocupantes del auto realizaron una serie de disparos contra el personal policial e hirieron en la pierna izquierda a la mujer policía. Una de los sospechosos falleció, mientras que su acompañante intentó darse a la fuga, pero fue capturado a los pocos metros, con una herida de bala en una de sus piernas”, explicaron fuentes policiales.

Albornoz iba al volante del Vento. No llegó a bajarse: murió en el asiento del conductor. Su cómplice, identificado como Andrés Arnaldo Aquino, de 37 años, recibió un tiro en la pierna derecha. Le secuestraron una pistola Bersa calibre .40 con su numeración suprimida.

Los peritos aún trabajan en el lugar, realizando la planimetría para determinar las trayectorias de los disparos. Si bien aún ni hay precisiones, algunos fuentes estimaron, inicialmente, que hubo más de 50 tiros.

La agente de la PFA fue atendida primero en el Hospital Posadas, donde se le realizaron los exámenes preliminares necesarios, y luego fue trasladada al Hospital policial Churruca-Visca, en el barrio porteño de Parque Patricios.

El caso es investigado por la fiscal Paula Salevsky, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°4 de Morón.

Un ladrón con historia

Albornoz es un viejo conocido de la policía. Fue uno de los más prominentes miembros de la mítica Superbanda que encabezaba El Gordo Valor y que sembró la violencia en audaces asaltos tipo comando a blindados, distribuidoras e instituciones bancarias en la década del 90.

En uno de esos brutales golpes, Albornoz resultó herido. Fue en el tórrido enero de 1999, en el asalto a la sucursal Olivos del Banco Francés, en el que se tirotearon con la policía. Ese enfrentamiento se cobró las vidas de uno de los delincuentes y del agente Daniel Larrouse.

El nombre de Albornoz, un especialista en asaltos a bancos y blindados, fue noticia en esos días, además, porque mientras estaba internado en el hospital de San Fernando, llegó a oídos de la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense la existencia de un plan de los secuaces de Albornoz para liberarlo en un golpe comando.

Eso motivó su traslado de urgencia a la Unidad de Melchor Romero en un impactante operativo del que participó una caravana de 60 policías, móviles y helicópteros.