Pablo García responsabilizó a la víctima por el accidente

El locutor Pablo García, hijo del periodista Eduardo Aliverti, declaró ayer por primera vez en la causa que se le sigue por atropellar y matar al vigilador Reinaldo Rodas en la Panamericana, y responsabilizó a la víctima.

"Si el señor Rodas no hubiera circulado por la autopista [en bicicleta], como lo prohíbe la ley, sin duda no se hubiese producido el fatídico desenlace", afirmó.

García hizo su descargo por escrito, al ser indagado por la fiscal María Inés Domínguez en las fiscalías de Pilar, donde hubo un operativo de seguridad policial porque familiares y amigos de la víctima intentaron "escrachar" al imputado. Allí se registraron pequeños incidentes entre ellos, huevazos, insultos y algunas corridas.

García explicó que no se detuvo tras el accidente porque entró en "estado de shock", pero circuló 18 kilómetros con el cuerpo de la víctima enganchado entre el parabrisas y el asiento del acompañante,

Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que la fiscal Domínguez indagó a García con una acusación alternativa que incluye la imputación inicial por homicidio culposo agravado -sin intención y con una pena de 2 a 5 años de cárcel-, pero también otra más grave por "homicidio simple con dolo eventual", que se castiga con entre 8 y 25 años de prisión.

El imputado contó que el hecho se produjo cuando el 17 de febrero, a las 6, iba solo conduciendo su Peugeot 504 y al ingresar en el ramal Pilar de la Panamericana, mano a Capital, en su cruce con la ruta 25, "a una velocidad realmente baja", según declaró.

"Alcancé a divisar una figura oscura que se me venía encima. Accioné los frenos, pero resultó imposible evitar la colisión", relata García en la primera de las páginas de su declaración.

Al describir el momento en que el vigilador -quien se dirigía a su trabajo en el country Mapuche- se incrustó dentro de su auto, el imputado explica que "estalló el parabrisas", que recibió "un duro golpe en la zona del pecho" y que los vidrios le provocaron "cortaduras en el rostro y en los brazos".

"En ese momento sufrí una modificación de mi estado de ánimo, que luego me explicaron que se denomina estado de shock", indicó.

"Tuve terror de terminar participando en un choque en cadena, pese a que el tránsito no era fluido. Así como el señor Rodas me apareció de la nada, temí detenerme de golpe y ser embestido por otro rodado", señala.

Sobre los 21 minutos que tardó en descender del auto donde estuvo sentado al lado del cadáver de Rodas -como se ve en el video del peaje-, García cuenta que se quedó dentro del rodado "hasta que personal policial" le "permitió bajar".

Por último, el hijo de Aliverti señala que no descarta que lo hayan sedado porque no recuerda nada de "lo que sucedió después": ni cómo llegó al hospital, ni que estuvo "atado a una camilla", ni que le hayan hecho "soplar el alcoholímetro", lo que le dio 1,45 gramos de alcohol en sangre -casi el triple del dosaje máximo permitido-, según las constancias de la causa.

Lo único que García se negó a contestar a la fiscal Domínguez fue sobre qué había hecho y dónde había estado antes de que ocurriera el accidente, contaron las fuentes.

La fiscal le pidió a García el número de teléfono celular que llevaba e informó que ordenará un peritaje de apertura de antenas para chequear si al momento del hecho realizó alguna llamada. Luego elevará el expediente a juicio oral, donde García llegará con la calificación alternativa del homicidio culposo o con dolo eventual.

Justicia sin privilegios

La Asociación Madres del Dolor convocó a una concentración para hoy, a las 12, frente a los tribunales de San Isidro, en Iuzaingó 340, para reclamar a los jueces: "Los famosos y los hijos de famosos deben ser enjuiciados sin privilegios".