Peleas casi todas las noches, la violenta postal de la segunda quincena
PINAMAR.- En la primera quincena estaba todo más tranquilo, empezó la segunda y cambió totalmente el clima", dijo a LA NACION Ana Rey, de 49 años, que trabaja en una heladería ubicada en la esquina de Le Brique, el boliche donde empezó la pelea que luego terminó con la vida de Fernando Báez Sosa, de 19 años. Varios vecinos, comerciantes y turistas se quejaron del descontrol en las calles. "La noche que mataron a Fernando vi que el clima no estaba bueno y decidí cerrar", agregó Rey.
Ella describió a la avenida 3, una arteria central de Villa Gesell, repleta de locales comerciales y boliches bailables, como unas cuadras que de noche se convierten en un caos. Dijo ver peleas cotidianamente y hasta tuvo que llevar al hospital, en su propio auto, a un chico que convulsionaba en la vereda.
"Había un chico de 18 o 19 años que vomitaba justo acá al lado del local donde trabajo. Una chica que, aparentemente, no lo conocía decidió ayudarlo y empezó a pedir ayuda. Entonces salí del local para asistirlo. Parece que el chico venía de una previa y ni llegó a entrar al boliche por lo alcoholizado que estaba. Como las ambulancias suelen demorar, lo cargué en mi auto y lo llevé al hospital", dijo Rey.
Una vez en el hospital municipal, el panorama fue aún más oscuro. No por el joven que llevaba en su auto, sino por los otros pacientes que habían llegado esa noche. "Había muchos casos de coma alcohólico, de hecho, había un caso de una chica de 16 años que estaba en grave estado por haber tomado demasiado".
"Hay un descontrol generalizado que se pasa de la raya. Hoy vi un video sobre una guerra de botellas en la playa que no se podía creer. Yo no sé si la culpa la tendremos nosotros, los adultos, o qué es lo que pasa, pero se ven cosas que nunca se vieron", relató Marcelo Filcher, de 41 años. Se refirió a un video que circuló en las redes, que mostró a decenas de jóvenes arrojándose botellas en una playa de Villa Gesell.
La noche del asesinato hubo, al menos, otras dos peleas en simultáneo. Una de esas escaramuzas, según pudo reconstruir LA NACION, tuvo lugar en la esquina de la avenida 3 y calle 102. Ahí fue asistido un joven, a quien le tuvieron que practicar reanimación cardiopulmonar (RCP), según dice Mariana Areco, de 20 años, testigo de ese episodio de violencia. Ella trabaja en esa intersección. "Le pegaron piñas y patadas, también le tiraron una botella de vidrio, pero por suerte no le impactó en el cuerpo. Estaba inconsciente, vi que los chicos de la brigada le hicieron RCP. También tuvieron que ponerlo de costado para que no se ahogase con la sangre que tenía en la boca".
Pocas horas después del asesinato de Fernando, a las 19 del sábado pasado, el boliche donde se inició la mortal pelea publicó en sus redes: "Le Brique es fiesta". Y abrió sus puertas esa misma noche. Anteayer se organizó una "sentada pacífica" entre vecinos y turistas para pedir justicia por Fernando, paz para Villa Gesell y, además, que se decretase duelo por la muerte del adolescente. También hubo fuertes críticas a los dueños del boliche.
"Le queremos decir a Le Brique que Villa Gesell no está de fiesta. Basta de negociar con la sangre de nuestros chicos. Le queremos pedir al intendente que decrete un duelo en la ciudad de Villa Gesell", dijo Gabriela Covelli, una madre que perdió a su hijo a raíz de una mala praxis y que llevó un parlante y un micrófono para hablar durante la marcha.
En ese momento Le Brique borró el posteo anterior para publicar un comunicado con las condolencias. "No tienen vergüenza", dijo Ismael Torres, de 33 años, que vive en Villa Gesell.
Al igual que los representantes del boliche, que aguardaron la manifestación social para cambiar su posición pública, la municipalidad decretó ayer un duelo de 48 horas. Si bien desde el municipio informaron que quedaron suspendidos todos los espectáculos programados en espacios públicos y en edificios municipales, los boliches, por pertenecer a privados, decidirán por su cuenta si abren o no sus puertas.
La actuación municipal quedó en la mira tras publicar ayer LA NACION que el secretario de seguridad de Villa Gesell, Mauricio Andersen, tiene un pedido de juicio oral en su contra por presunto incumplimiento de los deberes y por no promover la persecución de los delitos. A fines de noviembre pasado, un juzgado de Garantías del Departamento Judicial Dolores, con jurisdicción en Villa Gesell, aceptó el pedido del fiscal de Instrucción Diego Torres para que Andersen, un comisario bonaerense en uso de licencia, fuese llevado ante los tribunales.
Andersen no quiso hablar con LA NACION ni antes ni después de la publicación de ese informe. Más allá de su situación personal, tampoco respondió si se tomarán nuevas medidas de seguridad para contener la situación en las playas y a la noche. El día anterior al crimen de Fernando, un joven de 28 años fue encontrado apuñalado en el paseo 13 y avenida 8. La policía encontró a la víctima con un cuchillo clavado en su abdomen. El herido fue trasladado a Mar del Plata y aún no pudo brindar testimonio sobre lo ocurrido. LA NACION le solicitó en repetidas oportunidades una entrevista al intendente Gustavo Barrera, pero el funcionario no accedió a responder consultas sobre lo que sucede en su municipio.
El club suspendió a los jóvenes arrestados
"Era una práctica habitual golpear entre varios a una sola persona", aseguró Marcelo Urra, apoderado legal club Naútico Arsenal Zárate, que decidió suspender a los cuatro jóvenes que aún pertenecían a la institución y que están detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa . En una entrevista con el canal Todo Noticias, Urra contó que, de los 10 detenidos, cuatro seguían siendo "socios activos" del club de rugby. " Se suspendió a los socios activos. Han pertenecido dos hasta el 2018 y 2019. Hay otros cuatro de los detenidos que siguen en el club y es a los que se suspendió", explicó Urra, que dijo que hechos similares de violencia ya habían sucedido en Zárate. "Dentro del club no hay sanciones previas existentes para estos chicos", dijo Urra y agregó: "En Zárate, donde todo se sabe, parte de los que están detenidos habían tenido problemas durante otras salidas de noche, en donde era una práctica habitual golpear entre varios a una sola persona. Del grupo de detenidos, varios habían participado en esos episodios en Zárate". Consultado sobre por qué no se los había suspendido antes, dijo: "En las peleas anteriores [a la de Gesell, donde murió Fernando Báez Sosa] no se llegó a semejante locura".
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