Pistolas que se transforman en ametralladoras: el arsenal que le secuestraron a la viuda y al hijo del líder de Los Monos

ROSARIO.– La viuda y el hijo de Claudio Cantero, más conocido como el Pájaro, el líder de Los Monos asesinado en mayo de 2013, fueron detenidos hoy a la mañana en esta ciudad, luego de que se realizaran unos 20 allanamientos contra miembros del clan criminal, al que le secuestraron un arsenal: 19 pistolas 9 y 11.25 milímetros, varias de ellas con cargadores largos de 30 y 50 disparos, que las transforman en ametralladoras.

Desde la mañana temprano el barrio conocido como La Granada, en el sur de Rosario, se vio convulsionado por la irrupción de decenas de patrulleros y agentes de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE).

Las casas de Lorena Verdún, viuda de Pájaro Cantero, condenada a cinco años de prisión por narcotráfico, en Clavel al 7000 y la de su hijo Luciano, de 18 años, en el centro de Rosario, en Pellegrini y Montevideo, a unos metros de la sede de los Tribunales, formaron parte de los 20 allanamientos que se hicieron en busca de armas.

La hipótesis del fiscal Matías Edery es que Luciano Cantero fue quien lideró el 25 de diciembre pasado un ataque con más de 60 disparos contra una camioneta de la policía en el barrio La Granada. Pero además el hijo de Pájaro Cantero está sospechado de ser uno de los que protagoniza extorsiones contra comerciantes en la zona sur de Rosario, donde habría utilizado para amedrentar y sembrar terror las armas y las municiones que secuestraron este martes. Otro delito que se le adjudica al hijo del Pájaro Cantero es haber utilizado armas verdaderas para grabar un video del trapero Zaramay el año pasado.

“Tenía un verdadero arsenal”, definieron las fuentes judiciales consultadas. Pistolas Glock, Taurus y Bersa, con decenas de cargadores de distinta capacidad secuestraron los agentes policiales. Y bolsas de balas 9 milímetros. Esas “herramientas”, como llaman los Cantero a las pistolas, eran usadas –según sospechan las fuentes judiciales– en distintos hechos violentos, como ataques a balazos y extorsiones.

Hace dos semanas fue detenido D., de 17 años, que es tío de Luciano. El menor fue aprehendido cuando se movía a caballo por la zona del casino de Rosario y también se enfrentó a tiros con la policía, junto a un grupo de jóvenes que lo protegían en moto.

Lorena Verdún, la madre de Luciano y viuda de Pájaro Cantero, también quedó detenida porque se secuestraron dos pistolas en su casa. Esta mujer está condenada a cinco años de prisión por narcotráfico pero sigue en libertad porque la condena aún no está firme. Fue quien amenazó junto con otros miembros de la banda a este periodista y al colega Hernán Lascano en la presentación del libro “Los Monos” en octubre de 2017.

En la casa de Verdún la policía también secuestró bolsas de dinero en efectivo cuyo origen la mujer no puede probar porque no tiene una actividad registrada. Se calcula que más de 1,5 millones de pesos contenían esas bolsas que estaban escondidas en la casa de la viuda de Pájaro.

En el techo de la casa de Verdún se encontraron decenas de vainas que serían de los disparos al aire, a modo de festejo, que los miembros de esta familia realizaron durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Sesenta balazos

El hecho más grave que se le imputará a Luciano Cantero es haber atacado el 25 de diciembre con más de 60 balazos a un patrullero de la policía que buscaba a un hombre de la banda que se había fugado un día antes de una dependencia judicial.

La trama de ese episodio empezó en un control policial, el 23 de diciembre pasado, cuando fue detenido Maximiliano Fabián Piolli, quien en el momento en que le pidieron los papeles del auto dio una identidad falsa y los policías le encontraron drogas en el vehículo.

Fue enviado a la sede de Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal, en San Luis al 3200, donde antiguamente funcionaba la comisaría 6º. Un día después Piolli se fugó de esa dependencia de manera extraña. En la Nochebuena solo había un policía a cargo de la custodia, que fue imputado el 29 de diciembre. Las cámaras de seguridad de la brigada Antinarcóticos apuntaban al piso por lo que no hubo registros de la fuga.

El agente Hugo Rivero fue imputado por el fiscal José Luis Caterina por favorecer la fuga de Piolli. Al otro día efectivos de la policía comenzaron a buscar al fugado.

Por la información que tenían sabían que era un hombre cercano a Los Monos. El patrullaje se concentró en la zona donde tiene hegemonía este clan, en el barrio La Granada. Allí ocurrió otro hecho que no tuvo demasiada difusión, pero que generó pánico en la policía. Una camioneta policial fue atacada por ocho personas con más de 60 disparos de ametralladora en Pasaje 507 al 1750, detrás del casino City Center. Los policías no resultaron heridos de milagro.

La policía no dijo la verdad sobre ese episodio. La información oficial que dejaron trascender es que fueron atacados por un grupo de jóvenes cuando perseguían a unos ladrones. En realidad, la sospecha es que el grupo liderado por Luciano Cantero hizo una emboscada a la policía para evitar que recapturaran a Piolli, uno de los referentes de esa banda.

El hijo del Pájaro Cantero ya estaba en la mira de la justicia desde hacía tiempo. Las alertas se encendieron cuando el trapero Zaramay, cuyo nombre es Agustín García, grabó un video en Rosario a principios del año pasado en el que exhibían armas de guerra de todo tipo.

El arsenal que el músico mostraba en el video pertenecía, según los investigadores judiciales, a Luciano Cantero. Los investigadores judiciales analizaron las imágenes y confirmaron que se trataba de armas reales que no eran de utilería como el entorno del músico dejó trascender cuando estalló el escándalo en los medios. Luciano Cantero era una de las personas que posaba junto con al músico.

Zaramay y un grupo de jóvenes aparecía mostrando pistolas automáticas 9 mm, varias de ellas de marca Glock, con cargadores circulares y extendido de 50 y 30 disparos. Ese tipo de armas son modificadas por un armero y con una simple intervención se transforman en pistolas a repetición. Es decir, se convierten en una ametralladora de mano.

Zaramay, quien estuvo detenido unos días en Rosario, firmó un acuerdo judicial en marzo pasado. Le salió más barato el acuerdo con la justicia que lo que debió abonarle a sus abogados, que anteriormente defendieron a Los Monos, como Carlos Varela y Adrián Martínez. El músico zafó de seguir preso y se comprometió a pedir disculpas públicas a la ciudadanía a través de las redes sociales y a comprar y donar bienes de capital en favor de la Asociación Civil Uniendo Caminos.

No es la primera vez que miembros de la banda de Los Monos tienen relación con el ambiente artístico. En octubre pasado durante el show que dio L-Gante en Rosario los miembros de la organización criminal estuvieron presentes en las primeras filas del estadio cubierto de Newell’s. Luego, el trapero se sacó fotos con Máximo Cantero, conocido como el Viejo, el padre de Ariel, alias Guille. El histórico jefe del clan había salido en libertad un mes y medio antes del concierto, favorecido por terminar la escuela primaria en el penal de Piñero. El “viejo”, que tiene 58 años, maneja actualmente el club de pescadores del Mangrullo, sobre el arroyo Saladillo, en el sur de Rosario, y vive en la villa Vía Honda protegido por sus soldaditos.

Este viernes Zaramay, en el Centro de Justicia Penal y en compañía de sus abogados Varela y Martínez, firmó la probation como coautor de intimidación pública mediante el empleo de medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos. Así, se comprometió a determinadas reglas de conducta en un acuerdo por un año de duración que avaló el juez Juan José Alarcón y que tiene varios puntos.

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