Rosario sangrienta. En uno de los años con mayor cantidad de homicidios, abril bate todos los récords

ROSARIO.- El cadáver apareció maniatado con un cabestrillo y los ojos vendados. Tenía en un bolsillo una nota que decía: “Que peleen, si no que corran”. Al joven, un “soldadito” narco del barrio La Tablada, lo ejecutaron de nueve balazos. Se presume que el mensaje mafioso iba a ser arrojado después de atacar una casa, como ocurre de manera frecuente, pero por los resultados fue interceptado antes y asesinado. El cadáver fue arrojado a la calle Esmeralda, en la intersección de Quintana.

Este crimen mafioso se inscribe en un fuerte recrudecimiento de los homicidios en abril en Rosario, donde en lo que va de este año se produjeron 91 asesinatos. En 26 días que transcurrió de abril, hasta ahora el mes más violento desde que comenzó 2022, se cometieron 29 crímenes, la mayoría ejecutados por sicarios.

En el barrio La Tablada, donde apareció el cadáver, los vecinos de la zona tenían previsto el lunes realizar una protesta por los hechos de violencia e inseguridad. Pero cuando se estaban juntando se empezaron a escuchar ráfagas de ametralladoras que los hicieron desistir del reclamo. “Fue terrible. Pasaron unos soldaditos en moto y dispararon a mansalva cerca de donde estábamos”, aseguró a LA NACION una vecina histórica de ese barrio que prefirió que no se publique su nombre.

A esa hora, cuando los vecinos comenzaban a reunirse, se produjo un ataque a balazos contra una casa que sería de parientes del clan Funes, comandado por Alan, preso actualmente en el penal de Ezeiza por narcotráfico y homicidios.

El lunes a la tarde apareció el cadáver de un joven de 17 años que estaba desaparecido desde el jueves pasado. Sus familiares lo buscaban, porque había nacido su hijo el domingo. El cuerpo de Milton Gordillo apareció en un descampado cerca del arroyo Saladillo, cerca de la ruta 18. Sus familiares habían cortado la avenida Ovidio Lagos para reclamar que la policía lo buscara. Horas después apareció su cuerpo acribillado con 23 balazos de dos calibres distintos.

Gordillo había sido demorado el miércoles de la semana pasada en la comisaría Nº26 de Villa Gobernador Gálvez. Según la información que trascendió, el joven de 17 años manejaba una moto Honda Wave y llevaba a otro joven de 19 años, que portaba un arma Bersa calibre 9 mm. La policía los detuvo después de un ataque a balazos a una casa de la zona. Como Gordillo era menor de edad, quedó en libertad. Cinco días después su cuerpo apareció cerca del arroyo Saladillo acribillado a balazos.

En otro ataque con el sello mafioso, el sábado pasado fue ejecutado Marcos Caminos, un narco de peso en la zona de barrio Larrea, y su pequeño hijo de un año. Su pareja, que también se encontraba en el auto un Audi A4 con Caminos, resultó gravemente herida y su estado es reservado. Junto a ellos estaba también un nene de seis años que logró salir del vehículo y escapar de los tiros y refugiarse con su abuela.

Los atacantes, que habrían sido cuatro, bajaron de una camioneta blanca y comenzaron a disparar a mansalva contra el Audi, donde se encontraba Caminos con su familia. Dispararon más de 40 balazos. La fiscal Gisela Pairolla opinó que este doble asesinato podría estar relacionado con el narcotráfico. “Tenemos que establecer el móvil concreto del crimen para poder establecer si es una pelea entre bandas o algo que tiene que ver con la misma banda”, aseguró la funcionaria del MPA.

Luego del doble asesinato se realizó un allanamiento a la casa de Caminos, donde se secuestraron casi siete kilos de estupefacientes, entre marihuana y cocaína, fraccionada y lista para vender.

Esta seguidilla de crímenes que recrudeció en abril generó el jueves de la semana pasada un nuevo cambio en la conducción de la policía de Rosario. Es el noveno relevo de un jefe de la Unidad Regional II que se produce en menos de un año y medio. El ministro de Seguridad, Jorge Lagna, designó a Margarita Romero como nueva titular de la fuerza en Rosario, que posee 4.500 efectivos. Natalio Marcioni, que había asumido hace apenas tres meses, dejó su puesto, un día después de que sus oficinas fueran allanadas por orden del fiscal José Luis Caterina, que recibió una denuncia sobre supuestas irregularidades en el manejo de la jefatura de la policía de Rosario.

Fiscalías colapsadas

En ese contexto crece la violencia cotidiana en esta ciudad. Y representantes judiciales advierten sobre los problemas que genera la acumulación de causas por homicidios y balaceras.

El jefe de fiscales de Santa Fe, Jorge Baclini, admitió que “la situación es crítica por los homicidios en Rosario”, y advirtió que los crímenes que no son esclarecidos “potencian a que sigan ocurriendo”.

La cantidad de asesinatos ocurridos en abril casi colapsaron la operatividad de la fiscalía, según explicó la jefe de los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación. Baclini señaló que los homicidios notificados en las últimas semanas “colmaron” la cantidad de asesinatos que un fiscal puede investigar en un turno.

“A medida que los casos aumentan, como ahora, vinculados a la puja de territorio, peleas por drogas, se hace difícil el esclarecimiento porque los testigos no quieren hablar por la situación en la que quedan expuestos. Además, las bandas trabajan a modo de respuesta, de venganza”, comentó el jefe de los fiscales de la provincia.

Para Baclini “la impunidad potencia que sigan ocurriendo más crímenes. Hay que tomar más medidas de fondo, asumiendo que hay mucha exclusión social. Si el Estado no asume un rol de integración se hace difícil pensar en el corto plazo que la situación va a cambiar”.

En medio de esta compleja situación, en el gobierno de Santa Fe admitieron que el secretario Jorge Bortolozzi no estaba actualmente en funciones porque viajó la semana pasada a Nicaragua, donde se realizó una reunión internacional del club de Leones. Esta información provocó una catarata de críticas al funcionario, que asumió en su cargo en febrero pasado, ya que su viaje al exterior no tiene que ver con sus funciones en el Ministerio de Seguridad.