San Justo: un policía disparó cartuchos de goma a jóvenes para dispersar un enfrentamiento

Una pelea entre dos grupos de jóvenes ocurrió el lunes pasado por la madrugada afuera del boliche Skylab, en la localidad de San Justo y, para dispersar el tumulto, un sargento de civil de la Policía de la Provincia de Buenos Aires disparó contra las personas cartuchos de goma con una escopeta. Aunque las fuentes oficiales no informaron de heridos, un hombre denunció que recibió ocho perdigones, por lo que debió ser internado en un hospital de La Matanza, y que su novia también sufrió heridas.

El violento enfrentamiento tuvo lugar las 5.30 del lunes, en pleno feriado de Carnaval, en la avenida Juan Manuel de Rosas al 5500, de esa localidad matancera. Desde el ministerio de Seguridad bonaerense indicaron a LA NACION que un grupo de personas participaba de una confrontación afuera del local bailable.

Un móvil policial con efectivos, que estaba de recorrida nocturna por la zona de los boliches, detectó los disturbios y se acercó al lugar. Las fuentes indicaron que los jóvenes se volvieron “muy agresivos” contra los uniformados y los atacaron a piedrazos.

En el tumulto, una sargento sufrió una lesión leve en su mano derecha y rasguños en las mejillas y brazos. De acuerdo a la información oficial, fue entonces que otro sargento, vestido de civil, intervino para obligar a los jóvenes agresores a dispersarse y efectuó cuatro disparos de postas de goma con una escopeta. El hecho quedó grabado por los testigos que estaban en la zona, entre ellos por Pamela, la novia de uno de los jóvenes protagonistas del hecho.

Según las fuentes oficiales, no hubo personas heridas. Sin embargo, un joven, identificado por el medio local Matanza Duele como Rodrigo Arroyo, denunció que recibió ocho tiros, lo que motivó que fuera trasladado al hospital Paroissien, en Isidro Casanova.

Pamela, la novia del muchacho, contó en diálogo con TN que la pelea comenzó dentro del boliche. “A él y a un amigo los sacaron una vez de la discoteca, pero como no tenían nada que ver volvieron a entrar. De repente, cuando volvíamos de comprar un trago, un hombre lo tomó del cuello y lo llevó hacia afuera”, contó la joven.

“Uno de esos policías me quería sacar el celular para que dejara de grabar y me pegó un culatazo en la cabeza. A mi pareja la balearon en la pierna. Yo escuché tres tiros, pero la placa que le hicieron en el hospital dice que fueron ocho los perdigones que recibió”, prosiguió Pamela. Interviene en la investigación de lo sucedido, la UFI N.º 12 de La Matanza a cargo del fiscal Carlos Adrián Arribas.

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