Un barra escuchó la sentencia en su contra y cuatro días después organizó otro movimiento de drogas

SALTA.- Cuatro días después de que el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 2 de Mendoza condenase a un barra de Godoy Cruz a 12 años de prisión por el delito narcotráfico, investigadores judiciales sorprendieron a Daniel Aguilera, alias Rengo, involucrado en una nueva maniobra delictiva que organizaba desde el Complejo Penitenciario Federal de esa provincia. Tras las rejas supervisaba el envío de cocaína en una encomienda desde la ciudad salteña de Tartagal, situada cerca de la frontera con Bolivia, hacia la región de Cuyo.

La carga de 5,5 kilos de cocaína fue hallada en un vehículo de transporte gracias al olfato de un perro adiestrado por la Gendarmería Nacional. El operativo se realizó en la Ruta Nacional 34, en el puesto de control ‘Cabeza de buey’. Tras el descubrimiento, desde la delegación salteña del Área de Delitos Complejos del Ministerio Público Fiscal de la Nación se solicitó la activación de una entrega controlada del paquete.

El juez federal N° 2 de Salta, Miguel Medina, autorizó la medida. Y la droga fue reemplazada por harina, para que la encomienda siguiera su viaje hacia Mendoza. Según informaron fuentes judiciales a LA NACIÓN, el seguimiento de la encomienda desencadenó diferentes operativos, en los que intervino el juez federal N° 1 de Salta, Julio Bavio. "Los sospechosos son parte en Mendoza de un clan pesado", dijeron las fuentes.

Durante los procedimientos, se concretó el arresto de dos mujeres, cómplices de Aguilera. La celda del narco también fue allanada y allí los agentes federales incautaron un teléfono. Una de las mujeres fue capturada sobre la calle Juan Bautista Alberdi al 400, cuando llegó a buscar el paquete con dos hombres que aún están prófugos. Tras ser interceptada por los agentes federales, señaló rápidamente a Aguilera como dueño de la droga.

Esta primera captura condujo, a su vez, hasta una segunda mujer que debía "enfriar" la cocaína y entregarla a un comprador brasileño. Aparte de las dos detenidas, hay otros cinco miembros del grupo delictivo que son buscados intensamente.

En un informe oficial, el MPF agregó: "La tarea investigativa, coordinada por el Área de Casos Complejos, culminó con otro procedimiento realizado en el Complejo Penitenciario Federal de Mendoza, donde se llevó a cabo una requisa en la celda 33, ocupada por Aguilera".

Datos oficiales confirman que la semana pasada, el barra de Godoy Cruz fue condenado por "dirigir una organización dedicada a la distribución de drogas" en Mendoza.

Además, en un comunicado oficial el MPF se agregó que su condición de detenido "no le impidió seguir con sus negocios vinculados al narcotráfico. En su celda, personal del Servicio Penitenciario Federal encontró un teléfono celular y varias anotaciones, mientras que en una mesa, en un compartimento que fabricó, tenía ocultos otros dispositivos de telefonía celular".

En ese informe se consignó: "Por lo investigado, Aguilera llevó adelante esta operación mientras era juzgado, casualmente, por dirigir la venta de droga desde la cárcel, donde el barrabrava logró poner en marcha una red de operadores que cumplían al pie de la letra sus instrucciones".

En esa línea, el pasado 29 de julio, Aguilera fue condenado junto a dos de sus cómplices, que recibieron penas de ocho años de cárcel. Las multas impuestas fueron de $425.000 pesos para el líder, a quien además se le incautó un automóvil y una moto. Sus laderos deberán pagar, además, multas de $200.000 pesos. Dos agentes penitenciarios locales, identificados como Rodrigo Lizardo y Rodrigo Barrios, recibieron una pena de dos años en suspenso por facilitar el ingreso de drogas de esta banda a una cárcel provincial.