A pedido de Cuello, retiró a Tomás de la escuela

Un testigo reveló que habría existido un plan pergeñado por el único imputado del homicidio de Tomás Dameno Santillán para secuestrar y asesinar al niño, de 9 años, en Lincoln.

Según informaron fuentes de la investigación, este testigo le dijo al fiscal de Junín, Javier Ochoaizpuro, que el principal sospechoso, Adalberto Cuello, le pidió que retirara del colegio a Tomás y lo llevara hasta la esquina de Massey y Primera Junta, donde lo pasaría a buscar.

Este no es un dato menor, especialmente si se tiene en cuenta que, según los familiares de la madre de Tomás, el niño le tenía miedo a Cuello.

La declaración de este testigo habría echado algo de luz sobre uno de los interrogantes del caso: ¿cómo fue posible que Tomás subiera al vehículo de Cuello si le tenía tanto miedo?

La respuesta a esta pregunta fue aportada anteayer por el testigo que declaró en la fiscalía de Junín y afirmó que fue buscar a Tomás al colegio Domingo Faustino Sarmiento, de Lincoln, por pedido del imputado, quien lo habría subido al automóvil de su novia.

Según la denuncia que investiga el fiscal Ochoaizpuro, Tomás fue secuestrado el 15 de noviembre pasado. Su cuerpo fue hallado 48 horas después en un descampado, a cuatro kilómetros del centro de Lincoln. Ese día fue apresado Cuello, acusado de ser el presunto autor del secuestro y el homicidio de Tomás.

A partir de la declaración del nuevo testigo, se habría abonado la hipótesis que indicaría que Cuello había pergeñado un plan para secuestrar a Tomás y habría actuado con premeditación.

Mientras este testigo declaraba en la fiscalía de Junín, Cuello fue llevado a la oficina de la Asesoría Pericial del Departamento Judicial local para ser sometido a la primera de una serie de entrevistas con un grupo de psicólogos.

Esas entrevistas constituyen una de las últimas medidas ordenadas por el fiscal Ochoaizpuro antes de definir si solicita o no el procesamiento con prisión preventiva del imputado. Los estudios, que continuarán la semana próxima, deberán establecer el estado mental del acusado y si se trata de un psicópata o un psicótico.

Si los peritos sostuvieran que el acusado sufre un trastorno social de la personalidad, o sea que se trata de un psicópata, la situación del imputado se complicará todavía más, debido a que sería declarado imputable.