“Acá se olvidaron de todos”: tras el temporal, aún unos 4000 vecinos del Delta de Tigre siguen sin luz
Se estima que el reestablecimiento del servicio llevará varios días; las historias de los afectados
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Hace 20 días que unos 4000 vecinos de las islas del Delta del Tigre viven sin suministro eléctrico como consecuencia del feroz temporal del 17 de diciembre pasado.
Si bien Edenor está trabajando en restablecer el servicio del 50% de los isleños, la mayoría de los arreglos se realizan de manera precaria y la luz va y viene, según indicaron los vecinos consultados por LA NACION. Esta mañana, el Municipio de Tigre informó que murió un operario de la empresa Rowing, que contrató Edenor para la restauración del suministro, y que otro resultó herido y permanecía internado.
“El clima es de mucha tristeza pero también de mucha preocupación. Las obras de este sector están suspendidas, hasta nuevo aviso”, señaló Daniel Bracamonte, referente isleño y miembro del comité de crisis, que estuvo en la zona del accidente.
Martín Nunziata, que encabeza los reclamos de los isleños en la Municipalidad de Tigre y en Edenor, contó que los vecinos cuentan con un grupo de WhatsApp en el que informan en tiempo real si siguen sin suministro y en qué zona se encuentran: “Nos pasó que algunas situaciones que parecen estar resueltas, no lo están. A algunas partes volvía la luz y después se volvía a cortar, no tenía la intensidad suficiente o sobrepasaba la cantidad de energía y quemaba aparatos”.
Jimena Salas atravesó el largo sendero que conduce a su casa, una de las últimas del camino y a unos 20 minutos de la estación fluvial de Tigre. La vegetación es frondosa. Se puede ver una gran cantidad de árboles caídos que atraviesan casas, caminos y arroyos. Tiene 45 años y vive sola en el barrio Las Casuarinas hace 15.
Luego de caminar varios minutos, llegó finalmente a su casa. Al costado de la vivienda, había chapas que pudo rescatar del techo que destruyó el temporal. Cuando entró, sus ojos se le llenaron de lágrimas y su voz se quebró: “No venía acá desde que pasó la tormenta”. Si bien la noche en la que se desató el temporal no estuvo en su casa, sus vecinos le contaron que la tormenta sacudió todo el barrio. “Hace 20 días que no hay luz. Cuando llamó a Edenor me preguntan si me podría fijar si mi disco del medidor funciona, pero yo no tengo medidor a disco, es digital. Ni siquiera saben qué material te están dando para que vos tengas luz. No les importa, no quieren invertir”. Y agregó: “Lo que llegué a generar en mi vida fue para comprar esta casa. Esta es mi elección, yo nunca tuve un subsidio o plan. ¿Por qué tengo que sufrir?”.
Señaló, además, que paga cerca de $25.000 por el servicio de electricidad y que ya realizó un total de 67 reclamos a Edenor por la falta de suministro.
El intendente de Tigre, Julio Zamora, indicó a LA NACION que seguían reclamando a Edenor y al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y que dispusieron servicios adicionales de Defensa del Consumidor para poder concentrar los reclamos. “Edenor nos informa que hay 4000 vecinos sin luz y que van a pasar algunos días más para la regularización completa de servicios”.
En tanto, voceros de la concesionaria de energía detallaron que continuaban trabajando para finalizar las tareas de reparación a la mayor brevedad posible.
Soledad Centeno caminaba por una especie de calle construída por iniciativa de los vecinos del barrio. Y señalaba la destrucción de la zona y la cantidad de viviendas que fueron parcial o totalmente destruídas por grandes árboles. En su caso, la falta de suministro la preocupa mucho porque tiene un hijo de 20 años insulinodependiente y con un retraso madurativo y de crecimiento y la insulina debe estar refrigerada: “Me la guarda una vecina que tiene generador, pero los días que no tiene nafta, se empieza a complicar. Volvió la luz hace una semana, pero con baja tensión. Después, se volvió a cortar. También, estoy sin techo. Si viene la lluvia, se moja toda la parte del baño y mi habitación. Tengo miedo por mis hijos”.
Por el mismo camino, se encuentra la casa de Luis Sosa. “Acá se olvidaron de todos. Estuve sin luz 15 días, tuve que tirar toda la carne, porque se pudrió. Se vive todo con mucha tristeza. El 24 de diciembre lo pasamos sin luz y no paro de escuchar a una vecina llorando desconsoladamente en su cama. Hoy vinieron a arreglar la luz pero es todo ‘así nomás’”, dijo.
En un muelle, Alexis, un vecino ya cansado de la situación, colocó un gran cartel con letras mayúsculas que indica que no tiene luz, a pesar de que en los muelles cercanos sí hay servicio: “Vino una cuadrilla de dos personas. No tenían los insumos como para hacer las instalaciones. Estoy desesperanzado, ya no sé qué pensar”, indicó.
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