Con encuestas en escuelas primarias, buscan conocer los factores de riesgo cardiovascular
Con 22 preguntas en dos páginas que se responden en unos pocos minutos, un grupo de especialistas en cardiología infantil indaga en los hábitos de los chicos en edad escolar que, en el tiempo, favorecen la aparición del infarto y el accidente cerebrovascular (ACV).
El cuestionario, que diseñaron los especialistas de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), según explican, ayudará a registrar la frecuencia con la que los chicos -por lo menos 120 de cada provincia- hacen actividad física (ya sea en la escuela, un deporte, con amigos o una mascota), usan videojuegos o consumen alimentos ricos en grasas, azúcares o calorías, y cómo y cuánto tiempo duermen.
"Esta encuesta para chicos y grandes en la casa tiene como finalidad conocer los hábitos y las costumbres diarias de los niños. También podremos analizar su estado de ánimo", resumen, al pie del cuestionario, las indicaciones para los docentes de esta iniciativa del Comité de Cardiopatías Congénitas de la FAC.
Para Analía Molteni, a cargo del área de difusión de la entidad, este "pequeño test divertido, muy fácil de responder", permitirá relevar aspectos del estilo de vida de los chicos de escuelas primarias del país que elevan las posibilidades de tener problemas graves de salud.
"La única forma de disminuir los factores de riesgo cardiovascular es lograr que los chicos lleguen a la vida adulta con buenos hábitos arraigados: no fumar, tener una buena alimentación y hacer actividad física", indicó por escrito Adrián D'Ovidio, que preside la FAC.
Hace dos años, el Ministerio de Salud de la Nación informó que el 34% de los tres millones de chicos y adolescentes que se atienden en hospitales o centros comunitarios del país tenía sobrepeso u obesidad. Que la malnutrición por sobrepeso es cuatro veces más alta que por bajo peso. Menos del 20% de los alumnos comen las porciones de frutas y verduras diarias recomendadas. Uno de cada dos consume dos o más bebidas azucaradas por día.
Y con la aparición de los cigarrillos saborizados, el vapeo y otras formas para seducir el inicio del consumo de productos de tabaco desde edades cada vez más tempranas y el sedentarismo asociado con las nuevas formas de entretenimiento, todo colabora con la acumulación de hábitos que promueven la aparición de complicaciones para la salud con el paso del tiempo.
Sandra Romero es cardióloga infantil y especialista en hemodinamia. Desde hace años, da charlas de prevención en escuelas. Preside el comité de la FAC que lleva adelante la encuesta en las escuelas del país, cuyas autoridades educativas no se oponen a esta iniciativa. Con colegas, está empezando a recolectar los resultados, que se conocerán dentro de unos meses.
"El cuestionario es muy simple. Busca saber cuáles son sus hábitos, cómo es su vida cotidiana desde lo más simple, como si tiene amigos o no, si come en casa o no, si lo hace variado, si juega o no, y si duerme lo suficiente. Las costumbres y los hábitos varían mucho en nuestro país", explicó Romero a LA NACION por vía telefónica desde Cipolletti, Río Negro, donde vive desde hace un año.
Para ella, hacer estas 22 preguntas simples es prevenir. De hecho, las usa en el consultorio. "Dan tanta información que si se sabe analizarlas podrán sorprendernos -sostuvo-. Los chicos saben más de lo que creemos. Por ejemplo, saben que hay que comer comida saludable, hacer ejercicio y no fumar, pero les falta que se lo expliquemos. Cuando a un chico le enseño a lavarse los dientes y las manos, a higienizarse, lo ayudo a cuidar su cuerpo, que es lo que ve. Entonces, le podré explicar la importancia de cuidar el interior, lo que no ve".
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