Coronavirus. Mar del Plata: aunque no está de acuerdo, Montenegro aplicará la restricción para circular
“Es una norma y hay que acatarla”, dijo el jefe comunal; todavía el promedio local es de 160 nuevos casos diarios, lejos del pico de 477 que se dio a fines de septiembre pasado
MAR DEL PLATA.- Los gastronómicos marplatenses no terminaron de disfrutar los beneficios de la muy buena Semana Santa que se vivió hace unos pocos días, con un gran movimiento turístico, y ya palpitan con preocupación las últimas horas previas a más restricciones que –advierten- los vuelven a poner al límite de la supervivencia.
El intendente local, Guillermo Montenegro, confirmó poco después de mediodía que el municipio hará cumplir las nuevas condiciones fijadas por los gobiernos nacional y provincial, que implican prohibición de circulación en las calles de 0 a 6 y cierre de bares y restaurantes también a medianoche, dos horas antes del tope horario que tuvieron durante la última semana.
“No estoy de acuerdo con la prohibición de la circulación, pero es una norma y hay que acatarla”, dijo el jefe comunal para diferenciar el escenario crítico del AMBA con la realidad local, todavía con holgada disponibilidad de camas de terapia intensiva para pacientes con Covid 19 y promedio de 160 nuevos casos diarios, lejos del pico de 477 que se dio a fines de septiembre pasado.
El distrito de General Pueyrredon, de acuerdo al último informe epidemiológico de la provincia de Buenos Aires, se encuentra en la denominada Fase 4 de riesgo por cantidad de contagios. Los casos diarios se duplicaron en poco menos de dos semanas, cuando pasaron de 91 a 196. La curva se mantiene en sostenido ascenso y se espera que encuentre un pico en pocos días, cuando se advierta el impacto del movimiento que generó el turismo entre jueves y domingo último, cuando llegaron a estas playas casi 180.000 turistas. “Ya estamos entrando en la segunda ola y en 14 días podremos tener una lectura clara de la situación”, aseguró hoy la secretaria de Salud municipal, Viviana Bernabei.
El gobierno municipal también atendió otra sugerencia que hizo el gobernador Kicillof y dispuso que en el distrito no se cobre estacionamiento medido durante el período que estén vigentes estas nuevas condiciones, que se implementan a partir de mañana viernes.
Ahora queda por ver cómo será aquí el acatamiento de comerciantes a la normativa nacional y provincial que entra en vigencia desde el primer minuto de mañana. Es que Mar del Plata se destacó el año pasado por ser uno de los destinos donde distintos sectores de la producción desafiaron las prohibiciones. Comenzó con la industria de la construcción, que regresó a las obras bajo la figura de “paro a la japonesa” cuando se lo impedía la escala en Fase 3. Una rebeldía que luego siguieron otros rubros, entre ellos la gastronomía y los gimnasios.
“Matemáticamente son otras dos horas de funcionamiento que nos quitan, pero que no se compensan abriendo más temprano”, aclaró a LA NACION Pablo Rodríguez, uno de los propietarios de la cadena de cervecerías Antares. “Es al menos una rotación de salón la que se pierde, que en esa franja horaria nocturna puede representar hasta el 50% de facturación de la jornada”, dijo. Y recordó que la actividad ya acumula una caída del 30% con respecto a días previos a la cuarentena del año pasado.
El sector de bares y restaurantes ya había afrontado un primer recorte horario el pasado miércoles 31, cuando el gobierno bonaerense repuso límites a la nocturnidad y obligó entonces a un cierre a las 2, medida que sufrieron en particular aquellas discotecas que habían mutado a un formato gastronómico.
Este segundo ajuste recorta otras dos horas a la franja de atención al público, por lo que bares y restaurantes deberán cerrar sus locales a la medianoche, lo que también implica que el ingreso a los clientes se debería comenzar a restringir entre una y media hora antes de ese límite dispuesto por el gobierno.
Desde el sector gastronómico y hotelero insistirán en algún margen de flexibilidad en las medidas que permita atender las necesidades y urgencias del sector para que no se traduzca en recortes de personal. “Aquí la incertidumbre es cuánto va a durar esto, porque sabemos que empieza pero nunca cuándo termina”, advierten. E insisten con el pedido de asistencia del Estado para obtener aportes para salarios, y suspensión de impuestos. “De otra manera habrá más cierres y pérdida de empleos”, anticipan.