Cuál es la situación de los médicos que dieron por muerta a Luz Milagros

Hace tres meses una pareja chaqueña vivía una de sus peores pesadillas que ni en sueños hubieran imaginado. Su hija, la quinta, nació muerta , le dijeron los médicos. Un doble cero estampado en el documento convirtió, a las 10.24 del 3 de abril, el certificado de nacimiento en una contundente acta de defunción. Destino: la morgue del hospital Julio C. Perrando de Resistencia.

En un pequeño cajón cerrado, dentro de una heladera y con temperaturas bajísimas, soportó hasta las 22 del mismo día, doce horas después de su nacimiento , hasta que la puerta se abrió, la tapa se corrió, la vida volvió. "Señora, ¿por qué mi bebita se está moviendo?", gritó Analía Bouter, la madre de la pequeña que movió sus manos, revoleó los ojos y lloró. Lloró con ganas.

Luego, la lucha de Luz Milagros entre la vida y la muerte , las secuelas que podrían ser permanentes, las justificaciones sin justificación de políticos y médicos, el traslado al hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires, la angustia de los padres y nada más.

Tres meses después aún no hay responsables. Sólo la declaración de cuatro médicos que intervinieron en el trabajo de parto y fueron separados de sus cargos específicos, pero que aún continúan realizando tareas en el mismo hospital; una investigación protegida bajo siete llaves; la renuncia del director y el silencio de las autoridades que sólo ofrecen declaraciones superficiales y ninguna explicación contundente.

SUMARIO INTERNO

El caso se conoció el 10 de abril, una semana después del nacimiento de la pequeña, y se inició un sumario interno. "Yo no sé nada de la investigación, sé que están trabajando. No tenemos abogados", le dijo Analía a LA NACION .

Ella y su marido, Fabián Verón, se turnan para ver a la pequeña internada en la sala de cuidados intensivos del Italiano. Viven en un hotel cercano desde el 29 de mayo pasado cuando trasladaron a su hija a Buenos Aires . Los gastos de alojamiento, internación y medicamentos corren por cuenta de la administración del gobernador Jorge Capitanich, quien recibió a los padres en su despacho y propició de nexo para que mantuvieran una comunicación con Cristina Kirchner .

Entre los profesionales sumariados hay tres trabajadores del Servicio de Tocoginecología del Perrando, dos especialistas de planta [una pediatra neonatóloga y una tocoginecóloga] y un residente, estudiante de medicina, de primer año. "A uno le da lástima por ellos. Me da la sensación que tendría que hacer algo, pero no sé...", contó Analía con desgano.

¿Qué pasará con los médicos? "Pueden perder la licencia", respondió Miguel Armando Garrido, el asesor general de Gobierno que, por intermedio de la Dirección General de Sumarios, controla la investigación. "Quiero ser cuidadoso porque soy el que terminaría firmando las eventuales cesantías. Se está investigando sin excepciones, toda la cadena de médicos y enfermeros. Cada una de las instancias deberá hacerse cargo de manera institucional".

Días atrás Capitanich ordenó que el sumario administrativo sea efectuado bajo una instancia de audiencia pública. "Para que cada una de las partes tenga derecho legítimo a expresarse y se pueda identificar a los responsables", argumentó.

CAMBIO DE MANDO

Aunque en los pasillos del Perrando y desde el Ministerio de Salud chaqueño no se admita, la renuncia del ex director, el doctor Jose Luis Meiriño, parece ser la primera consecuencia de este hecho y otros ya resueltos, como la confusión de bebes que fueron entregados a madres equivocadas. Las autoridades del hospital deberán decidir si iniciarán otro sumario para determinar responsabilidades.

Alfredo Bonetto es el director designado en forma provisoria. Según informa el área de prensa de la Gobernación, la selección se inició "en abril a fin de generar un mecanismo interno de ascenso para todos los profesionales que se consideren facultados para asumir la conducción de los principales centros asistenciales de alta complejidad de la provincia".

Fuentes de Gobernación admiten que la salida de Meiriño fue una consecuencia colateral y la selección sirvió de excusa. Aunque en la presentación de Bonetto, el ministro de Salud Pública, Francisco Baquero, relacionó la renuncia con "cuestiones personales", en medios chaqueños dijo lo contrario. "[Meiriño] estaba cansado del agobio y la presión a la que estaba siendo sometido por los últimos acontecimientos", expresó en declaraciones que reproduce la agencia DyN.

En la conferencia del lunes, días después de la renuncia de Meiriño, Baquero hizo una crítica a los medios: "Lo que trasciende a la prensa, a veces, son conflictos que van más allá de la actividad propia, como conflictos interpersonales o salariales que no se pueden resolver desde la órbita de este Ministerio".

LA NACION intentó comunicarse en reiteradas ocasiones con el funcionario y no lo logró. Tampoco pudo hacerlo con las autoridades del hospital Perrando para conocer el descargo de la institución y de los médicos, de quienes no trascendieron sus nombres.

A pesar del hermetismo que envuelve el caso de Luz Milagros y las demoras en el esclarecimiento, el subsecretario de Salud de Chaco, Rafael Sabatinelli, reconoce los errores que se cometieron cuando, al nacer, los médicos indicaron que la beba no presentaba signos vitales.

"No podemos castigar antes de tener la prueba completa y el veredicto", defendió así la decisión de no cesantear a los médicos en sus funciones. "No los podemos suspender. Por eso fueron reintegrados a su lugar de trabajo en otras ocupaciones e inclusive se les paga el sueldo", señaló Sabatinelli. La investigación no es sencilla: se trata de cuadros de difícil resolución y que han ocurrido en otros países del mundo, incluso los más desarrollados.

Mientras funcionarios y médicos deciden cómo se resolverá el sumario interno, Luz Milagros sigue desafiando al destino. A pesar de tener un daño cerebral irreversible, con secuelas graves, responde a los estímulos de los padres, se mueve, abre los ojos y mira. Respira durante lapsos de 15 horas por su cuenta, sin asistencia de respirador artificial. Analía abrió un perfil de Facebook a su nombre "porque la gente estaba muy pendiente de su estado de salud". Allí se publican fotos y también los datos de una cuenta bancaria donde se pueden hacer donaciones.

Con la colaboración de José Derewicki