Detuvieron en Córdoba a uno de los narcos más buscados de Rosario

ROSARIO.- Uno de los criminales más buscados de Rosario fue detenido hoy en Embalse Río Tercero, Córdoba, por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) de Santa Fe, tras permanecer prófugo desde noviembre pasado, acusado de ser uno de los ideólogos del asesinato de un prestamista, cuyo cadáver apareció en un descampado cerca de la autopista Rosario-Buenos Aires, con un cartel que decía: "Con la mafia no se jode".

Esteban Alvarado estaba actualmente con libertad condicional tras cumplir una condena en un juicio abreviado a seis años y seis meses de prisión como jefe de una asociación ilícita dedicada al robo de vehículos en el norte de la provincia de Buenos Aires. Los autos de alta gama que sustraía la banda que dirigía Alvarado eran desguazados luego en desarmaderos en Rosario.

Aunque la causa que se investigó en San Isidro escarbó en el robo de autos de alta gama, la principal actividad ilícita de Alvarado en Rosario, de donde es oriundo, se sospecha que es el narcotráfico, desde hace una década.

Alvarado había sellado una sociedad con el empresario multirubros Luis Medina, que tenía una concesionaria en Pellegrini al 5000, pero como su socio sus ingresos provenían del tráfico de estupefacientes, y una pantalla para lavar dinero fue la instalación del boliche Esperanto en pleno centro de Rosario.

La sociedad entre Medina y Alvarado se rompió, y el empresario murió acribillado junto con su novia a fines de 2013 en el acceso sur. En la investigación de ese crimen nunca la justicia llegó a identificar a los autores, y en el procedimiento surgió un hecho que despertó polémica y suspicacias, cuando horas después funcionarios del gobierno de Antonio Bonfatti abrieron la computadora del empresario en el hotel del Casino sin autorización judicial. Uno de los jefes policiales que intervino en ese momento con la computadora fue Guillermo Morgans, ex jefe de Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional II, quien fue asesinado el 14 de junio en un supuesto robo en local de Pago Fácil de su hijo en el que los asaltantes no se llevaron dinero. Nunca la justicia identificó a los supuestos ladrones.

El nombre de Alvarado fue un misterio en las investigaciones judiciales y nunca apareció ni siquiera rozado en ninguna actividad ilegal en Santa Fe, salvo la causa por robo de autos en San Isidro. En noviembre pasado, tras el crimen del prestamista Lucio Maldonado, la investigación judicial se dirigió hacia este hombre de 42 años, que fue secuestrado y llevado a una casa quinta en el paraje Los Muchachos, sobre la ruta A-012, cerca de Piñero.

Esa propiedad está ligada a la familia de Alvarado en las afueras de Rosario. Luego, Maldondo apareció ejecutado en un descampado, con un cartel que decía "con la mafia no se jode". Esos mensajes aparecieron en varios atentados contra jueces y funcionarios judiciales. Habrían dejado ese cartel para que en un principio la pesquisa se orientara contra la banda de Los Monos, que está acusada de planear 12 atentados contra magistrados e investigadores de la justicia.

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra ordenaron 14 allanamientos a fines de noviembre pasado, y se toparon con una sorpresa. Entre las propiedades allanadas, tras las pruebas e indicios –como facturas de servicios y documentos- una provocó una gran sorpresa. En un departamento en Condominios del Alto vivía el subjefe de Inteligencia de Drogas de la Policía de Investigaciones (PDI) Javier Macat, quien fue pasado a disponibilidad tras conocerse este hecho. El policía tenía dos autos en la cochera del lujoso edificio ubicado en la zona más cara de Rosario sobre la ribera del Paraná.

El motivo del crimen de Maldonado, según los investigadores de la justicia provincial, es el negocio de los autos. En la justicia federal se investiga a Alvarado por cargamentos de estupefacientes que iban hacia el sur del país terminaron del otro lado de la frontera, en Chile, donde este personaje condenado sólo por robo de autos tiene inversiones.