El barbijo obligatorio en las escuelas tiene los días contados, pero las dudas persisten entre los expertos

NUEVA YORK (The New York Times).— Mientras la variante ómicron empieza a retroceder en gran parte de Estados Unidos, los gobernadores de Nueva Jersey, Connecticut y Delaware anunciaron que en las próximas semanas levantarán la obligatoriedad del barbijo en las escuelas.

Pero la posible flexibilización de esas restricciones políticamente tan cargadas divide a científicos y sanitaristas. Algunos celebran la apertura.

“Me parece totalmente adecuado que empecemos a levantar la obligatoriedad del barbijo escolar”, dice Joseph Allen, investigador de la Universidad de Harvard y experto en calidad ambiental de interiores, como las escuelas. “La situación epidemiológica mejoró muchísimo y es hora de actualizar nuestras estrategias para que reflejen esa nueva realidad.”

Pero otros recalcan que el virus se sigue cobrando un alto precio en todo el país, con pico de casos similares a los de hace un año y más de 2500 fallecidos por día. Esos expertos señalan que levantar prematuramente los protocolos escolares pondría en riesgo la disminución de los contagios que logró el país en las últimas semanas.

“Recién estamos empezando a recuperar el control de la situación”, dice Seema Lakdawala, investigadora de virus respiratorios de la Universidad de Pittsburgh, y señala que todavía hay muchos niños pequeños sin vacunarse. “No hay que bajar los brazos con las intervenciones que realmente sirven”.

Los expertos coinciden en que el uso obligatorio de barbijo en las escuelas no puede durar para siempre, y que los funcionarios tienen que explicar claramente qué criterios se aplicarán para levantarlos. Pero justamente esos criterios siguen en discusión y nadie sabe si en ciertos lugares del país se han cumplido.

“En poco tiempo más seguramente tenga sentido levantar la obligatoriedad del barbijo”, dice Justin Lessler, epidemiólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. “Tal vez sea dentro de dos o tres semanas, y personalmente, me gustaría que la gente espere hasta que se confirme que los contagios bajaron, y que no se anticipe pensando que van a bajar.”

El uso obligatorio de barbijo en las escuelas es una de las medidas de salud pública más polémicas que se implementaron como respuesta a la pandemia. Quienes se oponen suelen apuntar a la falta de investigaciones sobre los efectos del uso de barbijo en las escuelas y resaltan las falencias de los estudios específicos que documentan las ventajas del uso de tapaboca en el entorno escolar.

Señalan, por ejemplo, que las escuelas que exigen el uso universal de tapabocas pueden ser distintas en muchos otros aspectos de las que no lo exigen, y que en un mundo repleto de factores concurrentes, es difícil probar de manera concluyente que el uso de cubrebocas reduce la transmisión viral en las escuelas.

Pero la creciente masa de evidencia que se desprende de los experimentos de laboratorio y los estudios en el mundo real que se han llevado a cabo en distintas partes del mundo sugiere que el uso de barbijo beneficioso en una amplia variedad de entornos, incluidas las escuelas.

“Cualquier estudio que se tome por separado lo confirma”, dice Linsey Marr, científica experta en aerosoles del Tecnológico de Virginia. Pero advierte que “hay pruebas abrumadoras de que el uso de barbijo tiene un efecto beneficioso y pequeño en la reducción de los contagios en las escuelas”.

Incluso los expertos que ahora creen que es hora de levantar la medida dicen que esa política ha sido una estrategia importante en ciertas fases de la pandemia, pero señalan que la situación ya no es la misma que en 2020, durante las primeras oleadas pandémicas.

La efectividad de las vacunas

Ahora la vacuna está ampliamente disponible para adultos y niños, y aunque la variante ómicron puede evadir algunas de las defensas inmunitarias del cuerpo, y por eso hay tantos contagios, las vacunas siguen siendo efectivas para evitar la internación y la muerte.

Algunos científicos dicen que en las localidades donde los índices de vacunación son altos y la ola de ómicron está retrocediendo, tiene sentido que los funcionarios comiencen a pensar en levantar la obligatoriedad del barbijo, incluso en las escuelas.

“Cuando hay poca circulación del virus en una comunidad altamente vacunada, el uso de barbijo pasa de ser obligatorio a ser opcional”, dice el doctor Carlos del Rio, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory.

Del Rio recomienda que las autoridades de cada localidad también estén atentos a los índices de internación a la hora de tomar decisiones sobre el uso de tapabocas. Si los índices locales están por debajo de 10 nuevas internaciones diarias por Covid cada 100.000 habitantes y la capacidad de las UTI está por debajo del 80%, tiene sentido levantar la obligatoriedad del barbijo, señala el experto.

El doctor Allen, el investigador de Harvard, dice que insistir con la obligatoriedad del barbijo por más tiempo del necesario atenta contra la confianza de la sociedad en los funcionarios de salud. Si en un futuro se produce un aumento repentino de casos, es probable que las autoridades deban imponer su uso nuevamente, pero deberían levantarlos cuando las condiciones sean mejores.

“Los niños pueden tolerarlo, y cuando es necesario está bien que usen barbijo”, dice Allen. “Pero ni un segundo más del que sea necesario.”

Idealmente, los funcionarios locales deberían estar preparados para levantar y volver a imponer el barbijo obligatorio en las escuelas en función de las fluctuaciones de la pandemia.

El fin del barbijo obligatorio en las escuelas implica que ahora los padres deberán hacer sus propios cálculos de riesgo-beneficio y decidir por su cuenta si sus hijos seguirán usando barbijo en el aula.

(Traducción de Jaime Arrambide)

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