Preocupación en la industria del entretenimiento por la "creciente clandestinidad"
Los dueños de discotecas que integran la Industria del Entretenimiento Argentino (Idear) enviaron una carta al presidente de la Nación, Alberto Fernández, y a los 24 gobernadores en la que mostraron su "profunda preocupación por la creciente clandestinidad" y la "indefinición e indecisión" en cuanto al entretenimiento formal y habilitado, con el comienzo de la temporada de verano.
Además de brindar una descripción detallada sobre la realidad del sector, en la misiva sostuvieron que la responsabilidad de "las consecuencias derivadas de la clandestinidad" será de "las autoridades que eligen mirar para otro lado y no hacerse cargo de la situación".
"Las fiestas clandestinas ya dejaron de ser clandestinas. Todos saben que ocurren y casi nadie hace nada. ¿Será que a algunas autoridades les sirve la clandestinidad? ¿Cómo se explica que en todas las provincias de nuestro país se repitan este tipo de eventos cada vez más masivos y casi nadie haga nada para frenarlos?", se preguntaron y pidieron contar con "entretenimiento formal, genuino, seguro y real, con protocolos y reglas claras".
A su vez, dijeron que "la clandestinidad es un flagelo que creció a pasos agigantados con el correr de la cuarentena más larga del mundo", consideraron que "a mayor restricción, mayor clandestinidad" y agregaron: "Tenemos la obligación de brindar una opción de entretenimiento dentro del marco legal, que permita atomizar esa creciente clandestinidad fuera de control, que sino seguramente nos reviente en la cara".
Nos vemos en la imperiosa necesidad de transmitirles nuestra profunda preocupación por la creciente ola de clandestinidad en relación al entretenimiento que afecta a nuestro país y la indefinición que rodea a nuestra industria en una temporada de verano que ya comenzó.&— Idear (@IDEArgentina) December 16, 2020
En la carta también remarcaron la falta "de una legislación clara y cumplible" a nivel nacional, provincial y municipal y dijeron que eso "hace que el entretenimiento no sea considerado una política de Estado", sino que se "intente esconder debajo de la alfombra y evitar tomar decisiones para no hacerse cargo".
Los dueños de los locales bailables dijeron que ven la forma en que su industria "se cae a pedazos" y cómo "la ilegalidad gana terreno frente a la atenta mirada de las autoridades que pretenden no enfrentar el tema, esperando que pase la temporada lo más rápido posible".
Sin embargo, expresaron: "Estamos convencidos de la necesidad de trabajar en conjunto con las autoridades. Así lo hemos hecho desde el inicio de la pandemia. Somos probablemente la industria más golpeada y que todavía hoy dependemos de la buena predisposición de algún intendente que entienda la situación y nos permita ejercer nuestro trabajo de forma ordenada, aún 'incumpliendo' la normativa provincial o nacional vigente".
Disfrutar de entretenimiento seguro es una realidad y es posible. Contamos con todos los protocolos necesarios. Esperamos que las autoridades tomen noción de la importancia del tema y que no hagan oídos sordos a una sociedad y una industria que piden a gritos ser escuchados.&— Idear (@IDEArgentina) December 16, 2020
Desde Idear puntualizaron en que disfrutar de entretenimiento seguro "es una realidad y es posible" y aseguraron que cuentan "con todos los protocolos necesarios". Además, indicaron: "En Europa se intentó combatir la clandestinidad con toques de queda, prohibiciones o mirando para el costado. Los malos resultados están a la vista. Confiamos en que la Argentina no cometa los mismos errores".
En la misiva, los representantes del sector realizaron, incluso, un detalle de los riesgos que implican las fiestas clandestinas. Entre ellos, señalaron:
- Falta de seguridad: robos, peleas, violaciones, abusos, vandalismo
- Falta de servicios de emergencia: intoxicaciones, accidentes, inseguridad
- Tránsito: lugares alejados e inhóspitos a los que se llega por caminos improvisados en mal estado, exceso de pasajeros arriba de un mismo vehículo, sin conductor designado, accidentes fatales
- Riesgos eléctricos: armados de las fiestas sin profesionales técnicos
- Conflictos sociales: vecinos hartos, peleas y denuncias por ruidos molestos recurrentes
- Riesgo sanitario: carencia de protocolos, sin distanciamiento e imposibilidad de mantener las burbujas sociales