Fuerte suba del ABL en la Capital

La Legislatura porteña se disponía en la madrugada a convalidar un anhelo de larga data del gobierno de Mauricio Macri: un aumento del impuesto inmobiliario , conocido como ABL, que en promedio será de 66%, pero que en algunos casos llegará hasta el 300 por ciento.

El aumento permitirá elevar la recaudación por ese impuesto de $ 1390 millones, este año, a $ 2314 millones en 2012. Anoche, voceros de la Agencia Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP) admitían que es imposible saber exactamente cómo impactará la suba en cada vivienda, ya que deberá evaluarse caso por caso. Además del incremento, el ABL, un impuesto hasta ahora bimestral, pasará a abonarse todos los meses.

Con el voto favorable, en principio, del bloque Pro, pero también por la Coalición Cívica, el socialismo y un diputado de Encuentro Progresista, la Legislatura tenía previsto incluir en la ley tarifaria para 2012 una modificación en el cálculo del impuesto que se traducirá en incrementos de hasta el 300% para los inmuebles que hoy tienen una valuación fiscal inferior al 5% del valor del mercado y que, por lo tanto, están tributando sobre una menor porción del precio real del bien. Son el 1% del padrón de 1.770.000 contribuyentes de ABL. Para las propiedades con valuación fiscal entre 5 y 10% del valor de mercado, el tope de aumento que los diputados iban a habilitar será de hasta 200%; estos inmuebles, se informó, son el 2% del total del padrón. En tanto, para las valuadas por encima de 10% del valor comercial, será de 100 por ciento.

El proyecto también incorpora un piso de tributación, o sea, un mínimo de 600 pesos anuales (50 por mes, ya que la boleta comenzará a llegar mensualmente y no bimestralmente) de ABL que deberán pagar todos los dueños de viviendas. Hoy, la mitad abona menos de 50 pesos mensuales; casi el 20% paga menos de $ 34 por mes.

Para cocheras, bauleras y otras unidades complementarias, el mínimo será de 200 pesos anuales.

Según precisaron, el recálculo del impuesto inmobiliario y la tasa por higiene urbana intenta mejorar las fuentes de ingreso de la administración local, de modo que no estén atadas al ciclo económico -como ocurre actualmente- en un esquema tributario en el que los ingresos brutos (que oscilan a la par de los vaivenes de la economía) constituyen el 70% de la recaudación.

El objetivo es que tengan más incidencia en la ecuación los impuestos al patrimonio. En el rubro patentes, desde hace años, gracias al aval parlamentario, la base imponible se actualiza automáticamente de acuerdo con los precios del mercado.

Para el recálculo que impulsó el Poder Ejecutivo, se reemplaza la valuación fiscal por un "valor fiscal homogéneo" (VFH), que nunca superará el 20% del valor comercial, de modo de evitar un golpe extremo al bolsillo de los contribuyentes. Asimismo establece que el monto anual del ABL no supere el 1% del valor de mercado del inmueble.

Otro incentivo será el otorgamiento de un mayor porcentaje de descuento para quienes adhieran al pago anual, que según la norma vigente es de 10% y se elevaría al 20 por ciento.

A partir del establecimiento del VFH, el tributo se abre en dos, aunque los vecinos los seguirán recibiendo en una misma boleta. En primer lugar, se estimará la tasa de higiene urbana mediante una alícuota fija del 0,5% sobre el VFH. Con lo cobrado por este rubro, en el futuro debería poder autofinanciarse el gasto de la ciudad en recolección de residuos, barrido y limpieza de sumideros, que ascenderá en 2012 a $ 2285 millones.

En segundo lugar, para la contribución territorial ese VFH se multiplicará por un coeficiente 4, llamado unidad de sustentabilidad contributiva (SSC). Sobre el producto de esa multiplicación se aplicará una alícuota que varía entre 0,4 y 0,7 (a mayor VFH, mayor alícuota; o sea, pagarán más los dueños de propiedades más ostentosas) para establecer la carga impositiva.