¿Milagro en Santa Fe? Los fieles afirman que la Virgen lloró en una iglesia de 1837 y el arzobispo evalúa el caso

SANTA FE.– La imagen de la Virgen Dolorosa en la iglesia San Jerónimo de Coronda, ciudad situada 47 kilómetros al sur de esta capital, protagonizó en los últimos días lo que se ha calificado por el momento como un “hecho asombroso”. Según afirmaron los fieles, el viernes a la noche la Virgen lloró y con el correr de las horas la sorpresa fue aún mayor, ya que los testigos sostienen que volvió a derramar lágrimas el sábado y también el lunes.

Ante la magnitud de los comentarios, el arzobispo de Santa Fe, monseñor Sergio Fenoy, pidió un informe al párroco de la iglesia San Jerónimo, Sergio Capoccetti, ”para comenzar a aplicar los criterios de análisis sobre este tipo de fenómenos. Hay que hacer un trabajo de discernimiento”, indicó.

“Primero hay que preservar a la niña que fue la primera que dio aviso sobre las lágrimas de la Virgen a la veintena de personas que se encontraban en la parroquia el viernes, alrededor de las 22. Estamos ante una menor y ante un hecho asombroso. También está vigente respetar la experiencia que han tenido estos fieles como un testimonio directo, porque sin duda habrá sido algo muy fuerte, como también la de aquellos que pudieron haber pasado en estos días por la parroquia y se detuvieron a rezar”, sostuvo Fenoy.

“Hay que hacer un trabajo de discernimiento”, indicó el arzobispo, que inició su misión al frente de la Iglesia local el 9 de junio de 2018, sucediendo en el cargo a monseñor José María Arancedo, quien desde entonces es el arzobispo emérito.

El viernes 9, alrededor de las 22, los fieles que se encontraban en la parroquia San Jerónimo de Coronda, mientras se realizaba una bendición de sanación, fueron sorprendidos por el comentario de una niña de 8 años de que la imagen de la Virgen Dolorosa había comenzado a llorar, mientras la señalaba.

La misa de sanación se celebra una vez en esa iglesia, que fue construida en 1837 y es una de las más antiguas de la provincia de Santa Fe.

Ante el alerta de la niña, de inmediato los feligreses dirigieron sus miradas hacia la Virgen, mientras la niña rompía en llanto. Según el relato de las personas que permanecieron en el lugar, “de los ojos de la Virgen siguió brotando agua”.

Minutos después, también la observó el sacerdote que ofició la homilía y todos empezaron a rezarle a la imagen.

La experiencia de los feligreses

“La nena –que integra el coro de la parroquia– la descubre, le avisa al sacerdote, que llega hasta el lugar y corrobora lo que la menor le había expresado. Así fue que todos asistimos a ese momento que yo considero un milagro. Todavía estoy muy emocionada. Ver a la nena que te agarra la mano y te cuenta, verla llorar. Nos acercamos todos a la Virgen, tocamos el llanto y era real. Parecía un sueño, pero fue muy verdadero. La miré y me lloré todo”, sostuvo Liliana, una de las testigos de lo sucedido en el templo.

“Estaba terminando la misa y la nena se acercó a decirle al padre Capoccetti que la Virgen estaba llorando. Vimos caer las lágrimas de nuestra Madre querida. Fue una experiencia única y hermosa. Nunca me había pasado antes; lo presencié el viernes y también el sábado por la mañana”, agregó Liliana, aún emocionada.

Anteayer, varios fieles que concurrieron a San Jerónimo también comprobaron que la Virgen seguía llorando.

“Lo que se siente no se puede explicar con palabras, pero es algo de alegría y de paz. Creo que estamos pasando muchas cosas malas en el mundo y lo que nos quiere decir la Virgen es que tenemos que reflexionar, estar más unidos, y que no haya envidia ni rencores”, especuló la feligresa.

La mujer detalló que la Virgen “mojó su manto, que es de tela y paño”, tal como pudo corroborar uno de los sacerdotes que se acercó.

Coincidió Yanina, otra testigo: “Sentimos una emoción inexplicable. Nos quedan cortas las palabras para expresarlo. La Virgen se manifestó y lo hizo en un alma tan pura como es la de una niña”.

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