Iguazú a tope. Fin de semana récord de turistas en las cataratas

POSADAS.- La combinación de la primera Semana Santa en tres años sin restricciones de movilidad por el Covid y la cantidad de visitantes que el jueves se quedaron sin poder ir a las cataratas por los cortes de ruta debido a una protesta de docentes misioneros, generaron que ayer y hoy el Parque Iguazú alcanzara récords inéditos en la pospandemia y se encuentren entre los días más concurridos de su historia turística.

Ayer las cataratas alcanzaron la asombrosa cifra de 11.263 visitantes. Para tener un parámetro de lo que significa este movimiento turístico, un día de buen movimiento en el Parque Nacional Iguazú en temporada alta suele promediar entre los 5.000 y 6.000 visitantes, aunque por las pascuas esas cifras suelen incrementarse. Aunque resta la confirmación oficial, se considera que ayer se registró un récord turístico en la pospandemia y una de las cifras más altas de visitantes en la historia del atractivo natural.

Hoy también se registra una gran cantidad de visitante, lo que generó el colapso de los espacios de estacionamiento de vehículos de acceso al Parque Nacional Iguazú. Se trata de dos enormes playones en los que no solo se dejan los vehículos particulares, sino también los ómnibus y las combis.

“Se informa que el estacionamiento para vehículos del área de cataratas queda sobrepasado en su capacidad. Recomendamos a todos los que ingresen luego de las 12 que utilicen el servicio público de pasajeros, agencias de viaje, taxis y remises a fin de evitar demoras y promover mayor disfrute del destino Cataratas”, comunicaron desde la Intendencia del Parque Nacional Iguazú.

Se repartieron los visitantes

Otra medida que se adoptó para evitar el colapso fue distribuir a los visitantes por los distintos sectores del parque, cuando normalmente los turistas pueden moverse libremente visitando en el orden que quieran los distintos sectores: Garganta del Diablo, Circuito Inferior y Circuito Superior, los clásicos.

“Más de 10.000 turistas ya ingresaron, pasado el mediodía, a disfrutar las Cataratas del Iguazú. Se ha dispuesto distribuir a los visitantes entre las Estaciones Central, Cataratas y Sendero Verde. Así el recorrido es más fluido y se evitan aglomeraciones”, posteó ayer en su cuenta de twitter el ministro de Turismo provincial, José María Arrúa.

Según datos de ese ministerio, Iguazú está al tope con ocupación hotelera del 100%. Como suele suceder para estas festividades, se habilitaron casas de familia para recibir a turistas que no encontraron una plaza en establecimientos del rubro.

Los visitantes son mayoritariamente argentinos, pero también hay muchos brasileños y paraguayos, para quienes los precios resultan muy atractivos por la diferencia en la conversión de sus monedas con el peso argentino.

Protesta docente

“El destino Cataratas no se mancha, a pesar de que a veces lo tratan de ensuciar”, señaló Julio, un vecino de Iguazú a LA NACION. Hizo referencia a la protesta de gremios docentes disidentes de Misiones que el jueves pasado protagonizaron un corte prolongado sobre la ruta de acceso al Parque Nacional Iguazú, generando un caos entre los turistas que se quedaron sin poder visitar el atractivo natural en esa jornada.

Finalmente la Gendarmería, con una orden judicial, disuadió a los manifestantes y las rutas se despejaron para el resto de la Semana Santa, aunque la polémica amenaza previa de los gremios docentes era complicar la actividad turística lo más posible como una forma de presionar a las autoridades provinciales.

Las cifras de visitantes del jueves de la protesta cayeron a 3.788 visitantes cuando el miércoles, el día más “lento” de la Semana Santa, habían sido 5.537 turistas los que habían accedido al Parque Iguazú.

Con esa acción, esos gremios duros perdieron apoyo entre amplios sectores de la sociedad misionera, según se desprende de los comentarios y posteos en las redes sociales. Es que Iguazú y las familias que dependen de la actividad turística fueron las que más padecieron el parate que impuso el Covid-19 con el cierre de fronteras y las fuertes restricciones de movilidad interna.

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