Incendios en El Bolsón: en 20 días el fuego arrasó más de 3800 hectáreas
Las llamas comenzaron el 30 de enero pasado en zonas de bosque nativo
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PARA LA NACIONPaz García Pastormerlo
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- A casi 20 días de haberse desatado en la zona de Confluencia, el incendio en las afueras de El Bolsón permanece activo. Como en las últimas horas disminuyó la actividad en la zona de interfase urbano-forestal, ahora el 80% de los brigadistas trabajan en el Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido (Anprale), que representa alrededor de un 30% de la superficie afectada.
El acceso al Anprale se encuentra justamente en Confluencia, a la altura de la unión de los ríos Encanto Blanco y Azul: es en esa zona donde comenzó el fuego que lleva consumidas más de 3825 hectáreas. Se trata de un lugar que convoca a miles de senderistas cada verano, porque es la puerta de entrada a una decena de refugios de montaña. Desde allí se atraviesan dos pasarelas ubicadas sobre ambos cursos de agua y se inicia el Circuito Troncal, principal sendero de trekking del área.
El Cajón del río Azul es uno de los atractivos más icónicos del Anprale. Actualmente, en el sector del Cajón del Azul, 25 combatientes trabajan en terrenos de difícil acceso para reforzar las líneas de control. Allí se busca enfriar el borde del incendio que avanzaba hacia el camino troncal de los refugios. Y en la zona del río Raquel, unos 26 brigadistas operan en dos frentes: uno descendiendo para enfriar la zona afectada y otro reforzando las líneas de control en lugares críticos. En tanto, en la zona del refugio Natación, 12 brigadistas operan con herramientas manuales y equipos de bombeo, con el apoyo del Ejército. La prioridad es contener el fuego en el área que conecta con el Cajón del Azul.
“El fuego está mucho más tranquilo. Queda muy poca actividad en la parte más alta de la montaña. Ahí es donde están trabajando los brigadistas con herramientas manuales y línea de agua, aprovechando dos espejos de agua que hay ahí arriba”, contó hoy a LA NACIÓN Orlando Báez, jefe del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (Splif).
Añadió que hay un clima propicio para el combate del fuego y las condiciones se mantendrían: “Hay algo de viento pero muy leve, no las ráfagas que tuvimos hace unas semanas. Y si el pronóstico se cumple, se esperan algunas lluvias hacia el fin de semana”. Hoy la temperatura llegará a los 30ºC.
El incendio que se desató el 30 de enero pasado fue dividido por el Comité de Emergencias en seis sectores: si bien los brigadistas continúan trabajando en todos ellos, por estas horas el desempeño del 80% de los combatientes se centra en los dos sectores más cercanos a los refugios de montaña del Anprale, para evitar que se siga quemando bosque nativo. El resto del incendio (cuatro de los seis sectores) se encuentra en proceso de enfriamiento y guardia de cenizas, con personal distribuido en toda su extensión.
Guardia de ceniza
La guardia de ceniza representa una fase fundamental en las labores de contención y permite evitar nuevos focos. Según explicó Alejandro Namor, jefe del Cuerpo de la Asociación de Bomberos Voluntarios de El Bolsón, la guardia de ceniza consiste en un monitoreo constante del terreno que, aparentemente, está apagado, pero aún presenta riesgo de reactivación.
“Cuando recorremos la zona, todo parece apagado, solo se ven cenizas. Pero de repente el humo vuelve a aparecer. Esto ocurre porque, bajo esa capa de ceniza, la maleza sigue prendida. Son entre 60 y 80 centímetros de residuos forestales acumulados que retienen el calor. Hay que estar muy atentos y controlar todo”, afirmó Namor. Ese material en combustión subterránea puede generar focos de calor que, con la acción del viento y la sequedad del ambiente, reaviven las llamas y propaguen nuevamente el fuego. “Todo ese material es combustible puro, y si no se controla y se apaga a tiempo, puede ocasionar reactivaciones”, advirtió el experto.
A su vez, desde el Splif reiteraron la importancia de evitar circular por las zonas afectadas, ya que aún persiste el riesgo de caída de árboles y derrumbes. Explicaron que, a medida que se enfrían zonas del incendio, aumenta el riesgo de caída de árboles sobre tendidos eléctricos y áreas de paso.
Por estos días, unas 200 personas participan de las tareas de combate del fuego, entre ellas, 46 combatientes del Splif Río Negro, 52 del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), 24 del Ejército, 20 de la Armada, 24 bomberos de Villa Gesell, 5 de la Brigada Provincial de Manejo del Fuego de Chubut, otros 5 del Parque Nacional Lago Puelo y 8 bomberos de la Provincia de Buenos Aires. Asimismo, operan en la zona cinco medios aéreos: un helicóptero UH1H, dos helicópteros Bell 407 y dos aviones hidrantes AT 802.
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