La imaginación ayuda a diseñar lo que vendrá
Durante un mes, fue un rumor que tenía excitada a la comunidad de físicos, matemáticos y expertos en computación. Finalmente, a fin de octubre último, se confirmó la noticia de que un laboratorio de los Estados Unidos llegó a lo que se conoce como la "supremacía cuántica": una computadora cuántica (de Google) pudo por primera vez efectuar en poco más de tres minutos un cálculo que a toda la fuerza computacional tradicional del mundo le llevaría miles de años.
La era cuántica promete revolucionar diversos sectores en un horizonte de cinco a diez años. Entre ellos, el del aprendizaje automático, la avenida estrella de la inteligencia artificial en 2019. Por esta vía, en los últimos meses, una máquina pudo derrotar a los mejores jugadores humanos de videojuegos de estrategia de guerra. La inteligencia artificial ya no es solo buena clasificando, sino que este año se volvió muy eficiente para "crear" productos y servicios: desde canciones hasta obras de arte, materiales o medicamentos.
La demografía es otro tornado silencioso: en 2019, por primera vez en el mundo, hay más personas de más de 65 años que de menos de 5 años
En este último rubro, el infectólogo argentino Fernando Polack dijo a la nacion que hay decenas de nuevas vacunas en la lista de largada, y que la humanidad se encamina a un escenario en el que la principal causa de muerte será cardiovascular, mientras que otras enfermedades tradicionales (el cáncer, entre ellas) serán curadas en forma paulatina. La técnica de edición genética Crispr -que permitió el nacimiento de los primeros "bebés de diseño" en China- ya se usa para trasplantar órganos animales a humanos. Estos avances son ejemplos del huracán de cambio que estamos viviendo. Todos ocurrieron antes de lo pronosticado. Y tuvieron menos impacto en la conversación pública del que mostrarán a nivel económico y social, porque una coyuntura trepidante se lleva el foco de atención.
La científica de datos y estrella pop australiana Kate Crawford dice que la tecnología es solo uno de los varios tsunamis de cambio que estamos experimentando: se combina con la crisis climática, las transformaciones políticas y la de nuestra relación con el trabajo, entre otras. La demografía es otro tornado silencioso: en 2019, por primera vez en el mundo, hay más personas de más de 65 años que de menos de 5 años.
Para el futurólogo Marcelo Rinesi, clima y demografía tienen la maldición de ser desafíos "lentos y rápidos al mismo tiempo": van muy despacio como para generar incentivos políticos para reformas radicales, pero son veloces para convertirse en un problema grave antes de lo que imaginamos.
En 2019 arribamos al futuro que imaginó Riddley Scott en Blade Runner. Cuando las transformaciones se aceleran, muchos actores de peso empiezan a usar metodologías de autores de ciencia ficción para imaginar contextos en los que sus productos y servicios sigan siendo relevantes. La emergente disciplina del "diseño de futuros" apunta en esa dirección: empresas como Ford, Disney, Intel o Hershey's están explorando este campo donde se diluye la línea entre el presente y el futuro. "El diseño de futuros y la ciencia ficción son casi dos caras de la misma moneda", dice el creativo Edwin Rager. "Somos las historias que contamos. Seremos los futuros que narremos y construyamos".