Lunes otra vez, sobre la ciudad

Hola todos, ¿cómo andan? ¿Cómo fue el fin de semana?

Yo estuve quemándome el cerebro. No saben cómo me arrepentí de lo del jueves!!!

Encima, Nicolás está enfermo en cama, así que estuvo sola con los chicos los dos días, y o era yo que estoy susceptible o ellos estaban más insoportables que nunca.

Me la pasé pensando, como una máquina, como una loca, tomando mate y pensando. De vez en cuando se me escapaba alguna palabra en vos alta y los niños me miraban raro.

Hablé el viernes a la noche con Nicolás, que estaba todo contento y mimoso y yo me quería suicidar.

Le dije que me parecía que habíamos cometido un error y que no tenía ningún sentido profundizar en el mismo.

Me dijo que habíamos sido espontáneos.

Le dije que no me jodiera, que él lo tenía todo planeado.

Se rió.

A mí no me causó ninguna gracia.

En fin, como dice una amiga: así las cosas, arrepentidísimas.

Mientras tanto, aquí, en la gran ciudad, un nuevo día de indicisiones, comienza.