Macri le gana a Ibarra y hay ballottage
El presidente de Boca se imponía por más de tres puntos; su fuerza obtenía cinco diputados nacionales Lograba anoche el 37 % de los sufragios, contra el 33,68% del actual jefe de gobierno Zamora se aseguraba el tercer lugar y obtenía dos bancas en la Cámara baja
Como se preveía, se definirá en una segunda vuelta electoral quiénes serán el jefe y el vicejefe del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Escrutado el 99,2 por ciento de las mesas, Mauricio Macri, con 637.669 votos -el 37 % de los sufragios afirmativos-, se imponía al actual titular del Ejecutivo porteño, Aníbal Ibarra, que sumaba 580.525 adhesiones, el 33,68 por ciento. Más de tres puntos de ventaja en la tendencia, de cara al ballottage que se realizará el 14 del mes próximo.
La elección de ayer sí definía quiénes serán los 12 diputados nacionales por la Capital. A la luz de la tendencia de los cómputos, la fuerza liderada por Macri, Compromiso para el Cambio, obtenía cinco bancas en el Congreso, en tanto que las tres coaliciones con listas nacionales que apoyaron a Ibarra (Fuerza Porteña, Partido de la Ciudad y Partido de la Revolución Democrática), el candidato que recibió el apoyo del presidente Néstor Kirchner, accedían a cuatro escaños.
Autodeterminación y Libertad (AyL), del actual diputado nacional Luis Zamora -tercero en la elección para jefe de gobierno porteño, con 212.023 votos, el 12,30%- , obtenía dos bancas en Diputados. Y Unión para Recrear Buenos Aires, la fuerza que encabezó como candidata al Ejecutivo de la Ciudad Patricia Bullrich, cuarta en los comicios, con 169.477 sufragios (9,83%), un escaño.
En su peor elección en la ciudad de Buenos Aires -un histórico bastión-, el candidato de la Unión Cívica Radical, Cristian Caram, lograba esta madrugada 32.934 adhesiones, el 1,91 por ciento de los votos afirmativos. Aunque no le fue peor que a Leopoldo Moreau en la elección presidencial de mayo último -obtuvo menos del uno por ciento-, sería ésta la primera vez que la UCR no logra una banca por la Capital en el Congreso.
Izquierda Unida, que postuló a Vilma Ripoll como jefa de gobierno, se ubicó sexta, con sólo el 1,24 por ciento de los votos positivos. Una muestra de la polarización que exhibió este acto eleccionario, en el que los candidatos que quedaron en el primero y el segundo lugar sumaron la adhesión de más del 70% del electorado porteño.
Una de las particularidades de esta elección fue el retraso en la difusión de los datos oficiales. Según el ministro del Interior, Aníbal Fernández, la demora no respondía a "anomalías" ni a "desprolijidades", sino a que a las 18, horario de cierre de los comicios, aún había muchos ciudadanos en las escuelas, a la espera de emitir su voto, lo que impedía la apertura de las urnas que llegaban al Correo Central.
"Por ejemplo, en Villa Lugano se dio el caso de escuelas en las que, a las 19, todavía había personas que esperaban para ingresar en el cuarto oscuro", dijo el director nacional electoral, Alejandro Tullio.
Se había anunciado que a las 20.15 se difundirían los primeros números oficiales. Pero la promesa no se cumplió: sólo a las 21.30 se conocieron los cómputos de unas pocas mesas.
De cara al ballottage
Encaminado el recuento de votos, los ánimos eran claramente opuestos en uno y otro comité de campaña. Euforia, aunque con medida, alrededor de Macri; desencanto, aunque no exento de esperanza, cerca de Ibarra.
No les faltaban motivos a uno y a otro. El propio Macri calificaba de "milagro" su desempeño. La tendencia, a poco de la medianoche, lo ubicaba tres puntos arriba del que creía su techo: 35 por ciento de los votos.
El escrutinio no dejaba de depararle agradables sorpresas: por ejemplo, victorias contundentes en Villa Lugano y en Villa Soldati. En líneas generales, el presidente de Boca logró el apoyo de los extremos: los barrios ricos del Norte y los pobres del Sur.
Ibarra se hizo fuerte en las zonas de clase media: Flores, Floresta, Villa Devoto, Caballito, Villa Ortúzar.
A la espera de los cómputos definitivos, las segundas líneas de uno y otro candidato, en los primeros minutos de hoy, ya evaluaban sus estrategias de cara al ballottage.
Luego de dar el que, según los analistas, fue su discurso más fuerte, Macri prometió que, de aquí en más, redoblará la apuesta con una campaña dura, en la que no sólo refirmará su programa de gobierno, sino que, advirtió, no aceptará agravio alguno.
Macri tiene puestas sus esperanzas en captar la mayor parte del diez por ciento de electores que apoyaron a Bullrich, a la luz de eventuales coincidencias ideológicas con Ricardo López Murphy, líder de Recrear.
Ibarra, en tanto, espera limar diferencias si consigue "seducir" una porción de ese electorado, aun mínima. Eso, más la esperanza de que pese en favor de él un eventual voto anti-Macri de quienes ayer optaron por Zamora.
Carrizo y Roma
- Un pasaje saliente en el comando de campaña de Mauricio Macri fue protagonizado por dos ex grandes estrellas del fútbol, y no ambas de Boca, club presidido por el titular de Compromiso para el Cambio. Amadeo Carrizo y Antonio Roma, dos recordados arqueros de River y de Boca, respectivamente, subieron al escenario y fueron recibidos con un aplauso.
Demoras en los cómputos
A pesar de que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el director nacional electoral, Alejandro Tullio, sostuvieron que los comicios se realizaron sin ningún inconveniente, las cifras oficiales tardaron tres horas y media en difundirse.
Recién a las 21.30 comenzaron a divulgarse los primeros números de las elecciones. Tanto Fernández como Tullio explicaron que las demoras se produjeron porque una gran cantidad de electores llegaron a las escuelas a última hora.
Antes de hablar con los periodistas acreditados en el Palacio de las Comunicaciones, el ministro Fernández estuvo en el cuarto piso del edificio para seguir de cerca la llegada de los cómputos oficiales.
"La mayoría de los establecimientos terminaron la elección más tarde porque hasta último momento había gente votando", dijo el titular del Ministerio del Interior.
Una y otra vez el ministro del Interior, Aníbal Fernández, repitió que los comicios se realizaron sin ninguna desprolijidad y con total normalidad. El ministro también dijo que otro de los motivos de las demoras fue la gran cantidad de cargos para elegir.
El ministro descartó la existencia de problemas técnicos en el Centro de Cómputos montado en el Correo Central y agregó que el problema fue que los datos no llegaban desde las distintas mesas.
Tullio explicó que a las 19, por ejemplo en Villa Lugano, había gente votando.