Mar del Tuyú marchó por Rubio, el perro que murió víctima de crueldad animal

A seis meses del asesinato de Rubio, un perro callejero de Mar del Tuyú que fue víctima de crueldad animal, la comunidad volvió a marchar. Pasadas las 18, una caravana de automóviles recorrió las calles de esa localidad bonaerense desde la estación de servicio de la ruta interbalnearia 11, donde vivía Rubio hasta que fue atado a una camioneta que lo arrastró dos kilómetros por el asfalto de la ruta hasta matarlo.

En los carteles dibujados a mano o los pañuelos amarillos con la imagen del perro que entre todos cuidaban, se repitió la leyenda "Justicia por Rubio". También, se reclamó "No más maltrato animal".

La caravana pasó frente al local de venta de artículos de pesca de Adrián Rodríguez, a quien la justicia investiga por haber atado al animal con una soga a su camioneta 4 x 4 en la estación Axion, de la ruta 11 y la calle 58, a la altura de la entrada a Mar del Tuyú.

De acuerdo con testigos, según consta en la investigación, dijo que lo llevaría al Centro de Zoonosis porque lo había intentado morder mientras cargaba combustible. Sin embargo, lo arrastró hasta destrozar su cuerpo y lo abandonó al costado de la ruta. Un testigo declaró que vio cómo el conductor "venía haciendo zigzag durante todo el camino".

El hecho generó indignación de la comunidad local, que alimentaba y cuidaba a Rubio. Por las redes sociales, se conocieron inmediatamente las imágenes del animal ensangrentado, con el tórax, las patas y más de la mitad del cuerpo destrozado, abandonado al costado del asfalto.

Esa indignación se evidenció esta tarde durante la movilización. Vecinos, turistas, familias enteras, muchos de ellos con sus perros, se fueron sumando a la caravana para exigir una condena ejemplar y el cumplimiento efectivo de la pena.

Frente al comercio del imputado, que continúa clausurado y estaba con custodia policial, un grupo esperó la llegada de los automóviles, que hicieron sonar sus bocinas. Luego, se trasladaron para concentrarse frente a la cervecería artesanal de la calle 3, entre 71 y 72, que suele frecuentar Rodríguez, a pesar de que está declarado "persona no grata" por el Municipio de la Costa. La marca había tenido su nombre en el monumento homenaje a Rubio, ubicado frente a la estación de servicio, pero los organizadores decidieron retirarlo.

La última parada de esta sexta marcha fue la vivienda del imputado, en la calle 72, entre 2 y 3, que también tenía custodia policial. Participaron casi 200 personas.

"Queremos una reforma de la ley de maltrato y crueldad animal para que los animales no queden desprotegidos y las penas sean más altas –sostuvo Evelyn Reitano, que participa desde la primera marcha hace seis meses–. Es una vergüenza que por cometer semejante acto de crueldad ni siquiera se cumpla un año de cárcel. Si aumentan las penas, no serían delitos excarcelables. Está demostrado que las personas que empiezan maltratando animales, después son violentas también con las personas."

Las movilizaciones se repiten cada día 13 de cada mes, desde agosto del año pasado. Siguen el mismo recorrido. Parten en automóviles desde el monumento junto a la estación de servicio en la ruta 11 y en homenaje al can, una estatua dorada de su cuerpo con una placa que dice "En memoria de Rubio, quien con su triste partida unió al mundo convirtiéndose en un pilar contra el maltrato animal". Llegan al local de venta de elementos de pesca de Rodríguez, a quien se lo puede ver recorriendo las calles de Mar del Tuyú en cuatriciclo, a pesar de que está prohibido usar esos vehículos en la ciudad. Siguen, ya a pie, hasta su casa y, de ahí, recorren en el centro la calle 2.

Se aguarda el pedido del fiscal para la elevación de la causa a juicio oral, luego de que Rodríguez se negara a prestar declaración. "Acá, se maneja con total impunidad", dijo Reitano en diálogo con LA NACION. Los denunciantes solicitaron a la justicia el cambio de carátula: a través del abogado Mauricio Trigo, se logró que Rubio sea considerado el sujeto víctima del delito de crueldad animal.