Para sacarse la macumba, no hay nadie como el Pai Gurú

PUNTA DEL ESTE.- Hace 40 años que anda por las calles de esta península y, cuando alguien se le confía, dice: "Que toda acción satánica, brujería, hechicería, macumba y envidia sea arrojada en la profundidad de los abismos".

A veces pasa por los bares; otras, la gente se le acerca y lo consulta. Al hombre de túnica blanca, decenas de collares, faja colorada, crucifijo tipo bastón y pelo largo entrecano, hace años que se lo respeta como a un gran personaje, se lo acepta como a un clásico de Punta del Este y, a veces, se lo insulta como a un farsante.

Es el Pai Gurú. Al menos así se hace llamar. Dice que nació en Bahía Mata de Macuba (Brasil) hace 65 años. Cuenta una vieja historia que le reveló sus poderes: "Cuando tenía ocho años mi madre me regaló una oveja. Un día fue atacada por una jauría de perros y, moribunda, para que no sufriera más, un hombre quiso asesinarla.

"Yo se lo impedí. Cuando le apuntó con un arma extendí mis brazos y lo dejé duro. Entonces, mi madre me dijo que tenía poderes; tocálo y volverá a moverse. Así fue."

Camina por Gorlero y otras veces por el puerto. Los que lo quieren le gritan "¡Adiós pai querido", los que lo conocen lo saludan exclamando "¡Saravá!" (buenos días, buenas tardes o noches) y los que se ríen de su aspecto suelen decirle:"¡Adiós, viejo loco!".

Raros ungüentos

Mientras el cronista trata de entrevistarlo, el pai levanta la voz:"Yo te confirmo para que salga de ti todo lo negativo". Mientras tanto, le ata una cinta colorada en la muñeca y le unta las manos de raros y olorosos ungüentos.

-Pero pai...¿para qué es eso?

-Es la cinta de la protección del Pai Ogun (para él, San Jorge). Te he atado todas las cosas inmundas de tu cuerpo. Un día se caerá sola y no te darás cuenta, pero entonces estarás liberado de toda la porquería.

El Pai Gurú cuenta que cura por intermedio de la mente, que no utiliza yuyos y que los ungüentos vienen de un aceite de cajú africano: "Refriégate las manos y verás que lindo aroma..."

Asegura que se apoya en los mandatos de el Pai Oshala (dios africano) y de Ie Manjá (diosa de las aguas dulces y saladas). Ratifica que su religión es la umbanda blanca y afirma que Moisés convirtió su bastón en "serpiente buena" para tragarse a la víbora de un "brujo malo".

Anda con cuatro perros que, según él, le "transmiten poderes". Aclara que los que lo hostilizan "son jóvenes drogados" y que está bien preparado para casar a la gente bajo una higuera o en las orillas del mar.

-Usted habla de bonhomía, pero le cobra diez dólares a la gente.

-Hay que hacer dinero en el verano, porque después viene el invierno.

-¿Y en el invierno qué hace?

-Voy a ver a mi gente a Brasil. Yo hablo varios idiomas. También viajo a Buenos Aires y me junto con mi amigo Daniel Scioli. Tengo muchos famosos conocidos.

De vez en cuando el pai pega un grito para alinear a sus perros que andan chumbando por ahí. Después, pronuncia unas palabras raras a modo de rezo. Lo rodean mujeres que quieren saber su futuro.

"Corte el mazo de los arcanos menores (parte del tarot). Elija una carta. Seguro que será un oro", anticipa.

"¿Vio?, ¿no le dije?"

Santuario

PUNTA DEL ESTE (De un enviado especial).- El Pai Gurú atiende de día y hasta la madrugada en la galería de una casa situada en la calle 20, entre 29 y 30, frente a la heladería Freddo.

La casa, que perteneció a una señora de apellido Sanguinetti, se encuentra en sucesión y aunque está cerrada, el pai vive en una casilla en el fondo, rodeado de una huerta y junto a un anfiteatro de grandes proporciones, que pocos conocen.