Pidió que no le prolongaran la vida con tratamientos cruentos
Un juez marplatense hizo lugar a la solicitud de una mujer que sufre una enfermedad progresiva e irreversible
MAR DEL PLATA (DyN).– El juez marplatense Pedro Hooft aceptó el pedido de una mujer que padece una enfermedad terminal progresiva para que, cuando su deterioro físico sea irreversible, no se le realicen prácticas médicas con el objetivo de mantenerla con vida.
El juez de transición en lo criminal dictó días atrás esta resolución, ante un amparo que presentó en su juzgado la mujer, que está afectada "de una enfermedad terminal e irreversible", dijo el magistrado.
Hooft, que mantuvo los datos filiatorios de la paciente en reserva, indicó que "la mujer adoptó tal decisión con total conciencia y en pleno estado de lucidez".
La mujer dejó asentada su voluntad como "directiva anticipada como testamento vital ante escribanos por su propia voluntad".
El juez eplicó que la mujer recurrió a la justicia para que no se cuestionara su voluntad, al tiempo que aclaró que no se trata de eutanasia, ya que acepta la atención médica, pero rechaza las intervenciones cruentas e invasivas que la mantendrían lejos del afecto sus seres queridos.
"Cualquier paciente tiene derecho a decir qué tipo de intervención acepta o no, está contemplado en jurisprudencia legal y en bioética", remarcó.
Sobre la postura de ciertos sectores, que sostienen que se debe mantener a una persona viva a pesar de que haya perdido la conciencia, aclaró que "son posturas insostenibles porque no cumplen con el derecho a la autodeterminación".
Hooft sostuvo que los familiares apoyaron la decisión de que no fuera sometida a prácticas médicas complejas para mantenerla con vida a cualquier costo.