Plan antidrogas high tech: escanean con láser las drogas halladas en fiestas electrónicas

En los últimos días fue atrapado en Mar del Plata un vendedor de drogas sintéticas conocido como el "rey de las pastillas" por su capacidad para introducir estupefacientes en la noche de la costa atlántica. Tras la captura de ese sospechoso, la policía bonaerense logró verificar casi de inmediato que tenía en su poder 250 dosis de éxtasis. Los detectives antidrogas utilizaron los nuevos analizadores portátiles que permiten identificar rápidamente hasta 247 clases de sustancias prohibidas, 66 precursores químicos y otras 78 drogas incluidas en medicamentos de venta controlada.

Las autoridades bonaerenses dispusieron para el Operativo Sol de este año una atención especial a la circulación de drogas sintéticas en los balnearios. En la primera fiesta electrónica de esta temporada de verano en Mar del Plata fueron demorados 146 asistentes y los nuevos aparatos permitieron una rápida identificación de las sustancias.

"Desde que iniciamos nuestra gestión decidimos que la incorporación de tecnología para la policía era un eje fundamental de trabajo y, por eso, pusimos a disposición todos los recursos para lograrlo", comentó el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. El funcionario señaló que en las primeras semanas del Operativo Sol se consiguió un incremento superior al 150% en los resultados de decomisos de estupefacientes.

A partir de este año se utilizan en Buenos Aires dos dispositivos móviles para la identificación de sustancias durante operativos antidrogas. Uno de esos aparatos se denomina TruNarc y produce una huella digital de la sustancia evaluada en el momento con un láser. El otro dispositivo se denomina Gemini y cuenta con una base propia de datos que permite una mayor precisión en la verificación de sustancias químicas; con este equipo se logra definir de inmediato si una pastilla incautada forma parte de la industria legal farmacéutica o se trata de una droga prohibida.

Durante los cuatro fines de semana de enero la policía bonaerense concretó operativos de prevención en los alrededores de una fiesta electrónica efectuada en el balneario Mute; en cada oportunidad fue decomisada una importante cantidad de drogas sintéticas.

La última vez, los agentes antidrogas bonaerenses arrestaron a dos venezolanos que merodeaban por el lugar de la rave con 76 pastillas de éxtasis, 59 micropuntos de LSD, crystal ice -un tipo de metanfetamina-, cocaína y una importante cantidad de marihuana, según se informó oportunamente.

Las drogas sintéticas presentan un problema adicional en la lucha contra el narcotráfico ya que, a diferencia de las sustancias de origen vegetal (la marihuana y la cocaína), sus componentes varían en forma constante y pueden quedar fuera del alcance judicial.

Vericuetos legales

En la Argentina, la persecución penal puede concretarse solo si la sustancia se encuentra dentro del listado de drogas prohibidas. Hasta hace poco tiempo, la droga sintética conocida como Nbome 25 no podía ser perseguida por las autoridades a pesar de que los detectives sabían de su circulación a nivel local. Con la actualización de la lista de sustancias, ya figura como droga ilegal y, en consecuencia, puede iniciarse un proceso contra quien tenga en su poder una cantidad que lo señale como presunto vendedor.

Este año apareció nuevamente la droga Nbome25 en los alrededores de una fiesta electrónica en la ciudad de Buenos Aires. Pero el año pasado irrumpió otra sustancia, conocida como 2CE, cuyo tráfico está fuera del alcance judicial. En los Estados Unidos ese problema fue resuelto -según señalaron importantes funcionarios norteamericanos que visitaron la Argentina en los últimos años- con el permiso de persecución legal para todos los derivados de drogas conocidas. Aquí debe determinarse cada componente de una sustancia.

Para entender el problema de las drogas sintéticas vale consignar el mensaje del colombiano Héctor Hernando Bernal Contreras, asesor sobre drogas y precursores químicos de las oficinas especializadas de la ONU, que visitó la Argentina a fines de 2016: "Para la Justicia se plantean nuevos interrogantes operativos. La mayoría de las sustancias no se encuentran dentro de las listas de controladas. Y en muchos casos hay que preparar a los fiscales para que sepan de qué se trata. Por ejemplo, una pequeña cartulina puede tener 1000 troqueles de Nbome25 y cada dosis solo contiene millonésimas partes de la sustancia. Pero lo cierto es que tiene un valor superior a dos kilos de cocaína y quizá judicialmente aún no se lo piensa así".