Por su trayectoria, premian a uno de los grandes médicos clínicos del país
Roberto Reussi fue seleccionado por un jurado de 125 profesionales del grupo editorial Gracias Doctor
El médico Roberto Reussi fue declarado prócer de la medicina interna por el grupo editorial Gracias Doctor, el 25 pasado. El profesional recibió la distinción en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). El jurado estuvo integrado por 125 personalidades médicas que justificaron la elección por sus antecedentes académicos, docentes y asistenciales, y destacaron "el humanismo en el desarrollo de su vida como médico".
Tiene una larga trayectoria profesional y académica. A los 26 años, creó la unidad de recuperación posquirúrgica del Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia y a los 28 fue nombrado coordinador de la Unidad de Cuidados Intensivos de esa institución. Fue jefe de terapia intensiva del Sanatorio Finochietto, jefe de cuidados intensivos de la clínica de La Providencia y del sanatorio La Florida. También es director de la carrera de médico especialista en terapia intensiva de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad del Salvador.
"Me recibí en 1971, en la Universidad de Buenos Aires. Mi padre y maestro, Carlos Reussi, era médico, jefe de servicio del Hospital Rivadavia. En ese hospital trabajé durante 20 años formándome en la medicina interna, que es una especialidad compleja, mezcla de arte y de ciencia", dijo Reussi, que atendió el teléfono desde un congreso de medicina en la República Dominicana.
El médico internista, según explicó, es un clínico que profundiza su aprendizaje con el conocimiento de las ciencias básicas y las técnicas de diagnostico y tratamiento. "Puede resolver simultáneamente múltiples patologías para que la atención sea más eficiente y menos costosa. La medicina interna era considerada, a principios del siglo XX, la rama más apasionante y desafiante de la medicina", dijo. Reussi pone el foco en el paciente, y destaca la importancia de que la tecnología no distancie al médico de la parte humana de la profesión.
"Un buen médico es el que conoce la enfermedad que padece el enfermo, pero un gran médico es el que conoce al paciente que sufre una enfermedad", dijo Reussi al recibir la distinción.
"En los tiempos que corren no hay que olvidar que en la práctica de la medicina lo más importante no es el médico ni la tecnología, sino el paciente. Debemos rescatar la necesidad de la humanización del acto médico", agregó en esa oportunidad.
Considera que la consulta es un espacio fundamental de intimidad entre el médico y el paciente y que tiene, según él, un efecto curativo. "El tiempo que el médico dedica a escuchar no se reemplaza con ningún estudio", indica.
Sostiene que la medicina debe ser preventiva, predictiva, personalizada y participativa. "Debemos evitar que los individuos se enfermen, buscar el tratamiento ideal y comunicarle qué resultados debe esperar. No debe haber tratamientos estándar, cada paciente requiere uno a su medida. Además, el paciente, en relación con sus valores personales, culturales, raciales y religiosos, debe, con el conocimiento que le aporta el médico, elegir el camino de curación que crea más conveniente", concluye.
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