Retiro: comienzan las obras para que la terminal del tren Belgrano Norte brille como la del Mitre

En Retiro, dos estaciones de tren están apenas separadas por una calle y ofrecen realidades completamente distintas: las cabeceras del tren Mitre y del Belgrano Norte hoy parecen postales de dos ciudades.

La cabecera de Retiro de la línea Mitre brilla como en su mejor época, con sus lámparas colgantes, el piso reluciente, su fabuloso reloj colgante de cuatro caras y los negocios uniformes, pulcros en hierro negro y vidrio.

Unos pasos más allá, la cabecera del Belgrano Norte ofrece un hall central sin bancos para sentarse, baños deplorables, iluminación deficiente, falta de cartelería y locales comerciales que invaden el espacio público. Uno de los accesos a la estación es un angosto pasillo que queda delimitado entre un kiosko y una pared. Los andenes a menor altura que el tren obligan a los pasajeros a trepar tres escalones para acceder a los coches y son un problema de comodidad y seguridad.

El ministerio de Transporte promete que en 2019 la cabecera del Belgrano Norte, un bello edificio francés venido a menos, recuperará su esplendor luego de las obras de remodelación que incluirán a todas las estaciones de la línea.

Los arreglos costarán unos $ 2.200 millones y beneficiarán a más de cien mil pasajeros que viajan todos los días entre Retiro y Pilar. Las obras incluirán nuevos refugios, accesos con rampas para personas con discapacidad o movilidad reducida, baños y boleterías, luces LED, asientos y andenes elevados con baldosas para no videntes y un moderno sistema de información al pasajero. También se renovarán 18 pasos peatonales.

Mientras se desarrollen las obras, el servicio se continuará brindando con andenes provisorios que ya se están habilitando conjuntamente en las estaciones.

"Quedó impecable Mitre, estaría buenísimo que esto quede igual", dice Mario Ponce mientras contempla unos libros en un puesto de diarios en la Estación Retiro del Belgrano Norte. Hojea desinteresado mientras hace tiempo frente a la pantalla que indica los horarios de los trenes, a la espera de que le asignen andén al que debe tomar rumbo a Villa Rosa. Tiene que esperar de pie porque no hay ni una silla o banco a la vista para sentarse. Y si pasara por los molinetes, no podría ver el único cartel que indica los andenes. "No hay comodidades para los que esperan, tenés que consumir para sentarte" dice, y señala el local de comidas rápidas que tiene el monopolio de asientos en el hall de la estación.

Graciela Méndez se acaba de bajar con dificultad de un tren que llegó de Grand Bourg. Pese al cartel que pide "no viaje en los escalones", en cada coche llegan personas ahí paradas: los más audaces llegan colgando y se bajan antes de que el tren frene por completo. Graciela usa bastón y le cuesta mucho bajar los escalones del tren: "¡Son demasiado altos y angostos!", se queja.

Para Mabel González, los escalones del tren "son un peligro", ella misma se cayó el año pasado: "Ni siquiera estaba apurada, me fui a subir, el tren se sacudió de repente y quedé agarrada de las barandas con las piernas colgando. La gente tuvo que empezar a gritar para que lo frenen. Es un desastre". Una de las principales obras que se está llevando a cabo tiene que ver con la elevación de los andenes: una vez terminada permitirán un mejor acceso al tren.

Norma Rojas atiende un puesto de librería, en la entrada que quedó convertida en pasadizo entre negocios. Cuenta que cada tanto un fuerte olor a cloaca invade todo y que el mes pasado el baño estuvo clausurado alrededor de veinte días. Una vez abierto no cambió demasiado: el baño de mujeres tiene dos cubículos fuera de servicio y no tiene jabón, toallas de papel ni secador de manos. El papel higiénico lo administra una señora "a voluntad". En el baño de hombres, a falta de canillas el agua sale por mangueras. Consultados sobre el estado de la estación, la mayoría de los pasajeros critica los baños en primer lugar: abren recién a las 7, muchas veces ni abren, siempre están sucios.

"Los policías sólo están para cuidar la boletería" dice Dina Romero, embarazada de ocho meses, que todos los días viaja desde Pilar a Retiro. Entiende que debería haber un policía arriba de cada tren, pero reclama que cuando pasa algo los pasajeros tienen que llamar al 911".

Interrupción del servicio

Del 24 al 27 de mayo, el servicio permanecerá interrumpido para poder adecuar los trenes a la altura de los andenes provisorios, que comenzarán a funcionar el 28 de mayo. Durante estos cuatro días, se dispondrá de un servicio de colectivos gratuitos entre las estaciones Boulogne Sur Mer, Don Torcuato, Pablo Nogués, Del Viso y Aristóbulo del Valle.

Por María Ayzaguer

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