Santa Cruz: denuncia que su mujer no fue atendida en una guardia, debió dar a luz a gemelos en el baño del hospital y murieron

Una pareja denunció a través de las redes sociales que en el hospital público de Las Heras, en Santa Cruz no los atendieron y que, por mala praxis, dejaron morir a sus gemelos recién nacidos. Miguel Ruiz, el padre de los menores escribió una desgarradora publicación en Facebook donde cuenta lo que sucedió. LA NACION intentó comunicarse con el hospital, pero por el momento no obtuvo respuestas.

"Se me fueron mis dos angelitos. Este dolor que sentí es inexplicable, escuchar cómo se rompe tu alma en mil pedazos. Es inexplicable todo lo que pase en este día, lo que sufrimos en este hospital de m…"., comienza el triste posteo en la red social. Los bebés, Matteo y Santino, fallecieron el ayer, luego de que la madre comenzara con contracciones al mediodía. La pareja fue al hospital, pero no los atendieron, a pesar de las fuertes contracciones, el dolor y el hecho de que ella tenía un embarazo gemelar, cuya situación siempre es más delicada.

"Vinimos más de cinco veces a la guardia para que la pudieran ver y nadie me hizo caso. Para ellos era una inyección y a la casa, mientras ella lloraba de dolor. Nadie quiso atenderla. No quisieron actuar como se debe, cuando ella tenía un embarazo gemelar. ¿Por qué la mandaron a la casa más de tres veces sabiendo el estado que tenía?", escribió Miguel.

La mujer no aguantó más el dolor y rompió bolsa en el baño del hospital y ahí mismo tuvo al primer bebé, mientras Miguel pedía por favor que alguien los ayudara. "Vinieron los enfermeros con su gran paciencia a querer hablarle tranquilos cuando ella los estaba pariendo en un inodoro de un hospital público", sigue el relato. El segundo bebé estaba dado vuelta y, en vez de practicarle una cesárea, la parió por canal natural, lo que provocó fuertes desgarros en la madre.

Según cuenta Miguel, eran muy prematuros, pero un médico le dijo que uno de los bebés había sido reanimado y que estaban tratando al otro, para poder derivarlos a otro hospital. "Yo me armé de mucha fe y felicidad, pensando que había esperanza en que mis bebés sean fuertes y puedan salir adelante. Me tuvieron de acá para allá a las vueltas, mientras yo estaba loco por irme con ellos a Caleta, para que estén en la neo. Pregunté, recorrí todo el hospital y nadie me decía nada. Yo preguntaba y nadie me respondía. Hasta que llegó una ginecóloga y me dijo que todo era mentira, que los bebés no duraron más de una hora. Ahí fue donde rompí llanto por impotencia, bronca, mucha angustia y culpa por no poder hacer nada por ellos y por mi amor. Lamento no haberles dado una obra social buena para que nos pudieran atender como se debe", se lee en el escrito.