Secretos del Cabildo: cuatro objetos con un pasado diferente a las historias que creías conocer
La bandera de Suipacha, el tintero de Saavedra, el reloj de Beresford y la imprenta fueron retirados de la exhibición porque no eran lo que decían en sus descripciones
Durante 75 años fueron objetos considerados auténticos en la exhibición del Museo del Cabildo, pero luego se descubrió que no eran lo que decían que son. Se estima que el 90 por ciento de las piezas que forman parte de la muestra del histórico edificio no cuentan con datos certeros sobre su origen, y en esta etapa Gabriel Di Meglio, director desde septiembre pasado del Cabildo, admitió la atribución equivocada del origen de algunas piezas.
Bandera de Suipacha
Se decía que había sido tomada a los realistas en la batalla de Suipacha, en 1810, cerca de Tupiza (actual Bolivia). Historiadores uruguayos dijeron durante años que no podía ser de esa batalla porque tiene el escudo realista y cuatro escudos de Montevideo.
Hoy se sabe que fue capturada a los contrarrevolucionarios. Pero no hay datos para dilucidar si fue recogida en 1814 por los revolucionarios cuando tomaron Montevideo o si estuvo en Suipacha. Sigue expuesta como "la bandera del misterio".
Tintero de Saavedra
Se decía que era un tintero que perteneció a Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta.
Hoy se sabe que el objeto que se exhibía no era un tintero, sino una especie de cenicero, que, además, no pudo haber pertenecido a Saavedra porque es de bronce bañado en plata, una práctica que era inexistente a principios del siglo XIX. Así lo determinó un técnico en artes aplicadas que fue convocado por las autoridades del Museo del Cabildo. Ya no se exhibe.
Reloj de Beresford
Se decía que el general William Carr Beresford había concurrido al Cabildo, en la época de las invasiones inglesas, para reunirse con los cabildantes. Pero no los encontró y, enojado por la impuntualidad, se fue y regresó con un reloj que puso en la puerta y dijo: "Para que tengan presente la hora".
Hoy se sabe que, si eso sucedió realmente, el reloj que obsequió Beresford no es el que se exhibía. Un experto en relojes históricos lo dató a fines del siglo. Y el episodio del relato es de 1806. Ya no se exhibe.
Imprenta
Se decía que había pertenecido a la famosa imprenta de los niños expósitos que funcionó en la Manzana de las Luces en la época del virrey Juan José de Vértiz. Fue reclamada durante muchos años por el gobierno de la provincia de Misiones.
Hoy se sabe que es una reconstrucción realizada en 1942 con partes originales de una imprenta de fines del siglo XVIII usada por el Cabildo en 1816 para dar a conocer su decisiones. El pedido de Misiones caducó. Se exhibe como "Prensa tipográfica".