TBA deberá modificar los accesos a estaciones
Una discapacitada reclamó hace cinco años ante la Justicia para que la empresa de ferrocarriles TBA instalase accesos alternativos en las estaciones de la ex línea Mitre, con el fin de que los discapacitados en sillas de ruedas evitaran los molinetes y pudieran accionar las máquinas expendedoras de boletos. A pesar de que la Corte Suprema de Justicia, hace tres años, dejó firme el fallo que ordenaba instalar esos accesos, la empresa no cumplió con la medida.
Por eso, la mujer insistió y una jueza instó a TBA y al Estado a instalar esos accesos en 10 días, a partir de la notificación de la medida, bajo la amenaza de cobrarle 10.000 pesos de multa por cada día de atraso. La resolución fue dictada por la jueza en lo contencioso administrativo Claudia Rodríguez Vidal, pero anoche fuentes de TBA dijeron a LA NACION no haber recibido una notificación oficial de la resolución dictada el 12 de mayo último.
La empresa señaló que tomó conocimiento de la resolución por la prensa y anticipó que, luego de estudiar la medida, eventualmente la apelarán. Destacó que las obras deben ser financiadas por el Estado, que no les giró los fondos para colocar los molinetes aptos para silla de ruedas.
La discapacitada María Inés Verbrugghe, vecina de Acassuso y que debe viajar en tren, presentó un recurso de amparo con el aval del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) contra TBA y el Estado. Finalmente, la jueza, luego de inspeccionar toda la línea Mitre, decidió que, de no instalarse los molinetes, al menos se habilite un ingreso para discapacitados, que ellos puedan manipular en forma autónoma. Hasta ahora hay un portón cerrado que debe ser abierto por un guarda, aunque no siempre hay personal disponible.