PINAMAR- Atrás quedaron los días en que estar en la playa era sinónimo de despreocupación. Ya no se trata sólo de matarse con la dieta y en el gimnasio para llegar espléndido al verano: ahora los balnearios son escenarios donde es posible -y está bien visto- acicalarse frente a todo el mundo.
Los hombres que antes hasta renegaban del protector solar hoy no tienen vergüenza en retocarse la barba y arreglarse las cejas en público. Las mujeres se esmaltan uñas y pies, se tiñen o peinan y se sientan a hacerse limpiezas faciales. "Me gusta estar siempre impecable", se ríe Rocío Ponti mientras le extiende las manos a la manicura del primer nail truck de esta playa.
Sobre la avenida Bunge, Phillips sumó un camión que ofrece cortes de pelo y limpiezas faciales gratuitos y tiene cola cada noche. La movida de los trucks, que hasta ahora dominaba la gastronomía, se extendió al universo del cuidado personal.
El pionero fue Javier Luna, que ya hace dos veranos colocó en el balneario Boutique lo que él llama el primer fashion hair truck del mundo: un trailer ambientado como una barbería del siglo pasado donde se puede tomar un trago y retocarse la barba. O por qué no, depilarse las cejas con navaja.
"Los varones piden mucho las cejas. Delinear y definir teniendo en cuenta cada rostro. En las chicas, el boom son los colores de fantasía: rosa y turquesa. Y piden mucho las ondas playeras, que son quebradas en realidad: no terminan en un rulo sino rectas", explica. Luna sigue cobrando lo mismo que hace dos veranos: el corte de pelo para hombres sale $400 y la barba $250. Para las mujeres, el corte de pelo $450, el peinado $350 y la manicura $350. "Sigo cobrando lo mismo que hace tres años porque mi intención es pasarla bien y dar un buen servicio", cuenta.
"Me vine por unos días y ya necesitaba retocar un poquito la barba", dice Federico Álvarez , sentado sobre un sillón de cuero antiguo de Kusta, el truck de barbería móvil que inauguró este verano en Paradise Beach. Ahí los barberos usan mocasines y tiradores y ofrecen servicios como afeitado tradicional con navaja, diseños de barbería, hair tattoos, color en versión "clasic o fantasy".
El joven estilista Alejandro Ruiz tiene dos públicos bien diferenciados: "De día vienen señores que piden corte clásico con tijera. A la noche cuando pasan camino al boliche (está abierto hasta las 12), los chicos se retocan la barba para llegar impecables". Ellos son más gregarios: si se corta uno lo hacen todos. El peor tipo de cliente es el que sube directo desde el mar con el pelo enarenado. Se les explica amablemente que deberán lavarlo. Para Mariano Acosta, creador de Kusta. el lugar que eligieron para colocar el camioncito es un punto estratégico donde su público quiere estar arreglado y a la vanguardia.
A unos kilómetros más hacia el norte, en el tradicional balneario CR instalaron un nail truck o "pop up de uñas", que ofrece servicios de belleza y esmaltado de manos y pies. Y es un furor. "La gente está re copada, hoy no paré en toda la mañana" cuenta Aldana Sastre, una de las dos manicuras. Su clienta del momento subió "porque se nubló y en una hora estoy lista". Sale $300 la manicura express mirando el mar. En su versión "infite shine", $350. Lo mismo para la "pedi express", $350 o $400.
Cuando comenzaron a trabajar, el cinco de enero, en el nail truck atendía solo una manicura. Pero por la alta demanda tuvieron que sumar otra más. "Pensamos que a la mañana no iba a venir nadie. Pero las mujeres salen de clase de yoga y quieren hacerse las manos. Llaman de otros balnearios, hay un montón de demanda", explica Natalia Bevilacqua, gerenta de marketing de OPI.