Una argentina murió durante sus vacaciones en Italia y su cuerpo está varado en Ezeiza hace cinco días
Las vacaciones en Europa de una familia marplatense se convirtieron en tragedia luego de que Elsa Margarita Barragán, de 73 años, falleciera en medio del viaje. Tras cumplir con los trámites burocráticos, sus familiares lograron que sus restos fueran repatriados desde Italia. Pero el drama continuaría: el cuerpo está varado hace cinco días en un depósito del aeropuerto de Ezeiza porque se perdió la documentación que permite retirarlo.
"No tenemos consuelo. No tenemos dónde llevarle una flor a mi madre. Ni sus hijos ni sus nietos tienen dónde ir a llorarla", dijo cargada de angustia e impotencia Andrea Bejanuel, hija de Elsa, en diálogo con LA NACION. Mientras, aguarda que las copias los documentos originales lleguen por correo el viernes próximo para destrabar la situación.
El viaje que se convirtió en tragedia
El 18 de octubre, Elsa, su hija Andrea, y sus nietos mellizos partieron rumbo a Londres para comenzar un viaje soñado. Era el regalo por el cumpleaños de 15 de los chicos y la primera vez que iban a Europa todos juntos. Pasearon por Inglaterra, Bélgica, Francia y España hasta que el 28 de octubre, mientras recorrían la costa de la Liguria, en el norte de Italia, Elsa sufrió un ataque cardíaco y falleció en un hospital de la zona.
En ese instante comenzaron los inconvenientes. La familia se comunicó con el seguro que había contratado, Universal Assistance, para iniciar la repatriación pero el proceso fue complicado. "El tema del idioma fue terrible, no tuve un traductor, me tuvieron que ayudar mis amigas. Estuve totalmente a la deriva con mis hijos menores", explicó Andrea.
Después de varios días logró terminar los trámites y el 6 de noviembre volvió con sus hijos desde Barcelona. Los restos de Elsa quedaron en Italia a cargo del seguro. Llegaron tres días después en un vuelo de Alitalia. Pero cuando la funeraria argentina se acercó al aeropuerto a retirar el cuerpo, descubrió que había aterrizado sin los papeles fundamentales, como el certificado de defunción. "Falta toda la documentación original emitida por la funeraria de Italia y firmada por el consulado de Milán. Yo jamás la vi, eso lo manejó siempre Universal", señaló Andrea.
Según explicaron fuentes de Aeropuertos Argentina 2000 a LA NACION, se trata de certificados fundamentales para que los dos organismos estatales competentes -Aduana y Sanidad de Fronteras- habiliten el retiro de los restos. Mientras tanto permanecen guardados en una cámara refrigerada especial.
Reclamos sin respuesta
Andrea inició entonces reclamos tanto a la aerolínea como al seguro, pero no recibió respuesta. Fue ella misma quien consiguió finalmente que la funeraria italiana emitiera otro juego de originales, pero volvió a encontrar más trabas: desde el seguro le indicaron que los enviarían en un correo expreso que se demoraría al menos cinco días y llegaría al país recién el viernes.
"Les pedí humanitariamente que los manden en el primer vuelo que salga, pero dijeron que su política era mandarlo por ese correo", relató Andrea. Y explicó lo angustiosa que se hizo la espera: "Mis hijos no paran de llorar, están desconsolados. No sabemos donde está mi mamá ni cómo".
En diálogo con LA NACION, fuentes de Universal Assistance aseguraron que el correo es la "única forma de enviar la documentación, porque las compañías aéreas no manejan encomiendas". También indicaron que se hicieron cargo de los costos del traslado, se contactaron con Cancillería para agilizar los trámites, y responsabilizaron a la aerolínea por el extravío de los papeles originales.
"Alitalia perdió la documentación para que el féretro pueda ingresar y es 100% responsable. Es una cosa increíble, una responsabilidad y una negligencia de su parte", señalaron desde la compañía de seguros. LA NACION se contactó con la aerolínea pero la empresa no quiso pronunciarse sobre el tema.
El cónsul argentino en Roma, Cristian Dellepiane Rawson, en tanto, sigue el caso de cerca con "mucha perplejidad". "Yo comprendo el disgusto de los familiares porque me pongo en su lugar, pero me causa mucha perplejidad que se haya perdido la documentación. Nosotros hicimos todo lo posible para que esto salga con la mayor serenidad posible", dijo a LA NACION Dellepiane. "En 32 años de carrera, 20 de los cuales estuve en consulados, lamentablemente tuve que ocuparme de casos parecidos, pero nunca me pasó esto de que se perdiera la documentación", agregó.
"Un viaje muy deseado que lamentablemente terminó así", concluyó Andrea, con la voz quebrada.
Con la colaboración de Elisabetta Piqué, corresponsal en Roma
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