Así es Olli, la combi autónoma
Está hecha con una impresora 3D y cuenta con un asistente digital que entiende órdenes en lenguaje convencional, diseñado por IBM; este semestre circulará por las calles de Washington y Miami, en Estados Unidos
Esta pequeña combi se llama Olli. Y tiene tres características que la separan de otros vehículos de su tamaño. Primero, la carrocería está hecha con una impresora 3D (aunque está lejos de ser la primera). Segundo, que es un autónoma: no requiere un chofer para hacer su camino transportando a sus doce pasajeros, siguiendo la mucha experimentación que hay en el área y valiéndose de 30 sensores que le permiten ver dónde está, cómo está el camino al que se dirige, etcétera.
Tercero, que tiene un asistente (el conductor digital) capaz de interactuar con los usuarios; está basado en Watson, la plataforma de inteligencia cognitiva de IBM, y combina varias herramientas de detección del entorno, de identificación de patrones, análisis de lenguaje natural e identificación de objetos y personas para conversar con los pasajeros, gracias a que es capaz de entender y responder a consultas en lenguaje natural (es decir, el que usamos todos los días, y no atendiendo a una serie de comandos).
Además, usa los sensores para registrar información de tránsito, que luego alimenta al motor de análisis cognitivo de IBM y mejorar (en teoría) la capacidad de manejo del auto.
El pequeño ómnibus que está probando IBM en Estados Unidos, junto con la compañía Local Motors, comenzará a probarse en Washington en calles públicas y más adelante en el año en Miami y Las Vegas.
Así se presenta el equipo (en inglés)