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La fobia a viajar en avión está extendida de manera alarmante. Millones de personas evitan trasladarse por este medio aún a riesgo de perder trabajos, conocer lugares increíbles, seguir al amor de su vida o encontrarse con familiares lejanos. Un costo, sin dudas, demasiado alto que se puede dejar de pagar.
La noche previa al vuelo sin pegar un ojo, el viaje al aeropuerto que se hace interminable, sudoración en las manos, taquicardia, desmayos, llantos incontenibles y hasta la sensación de no poder respirar. Síntomas tan exagerados como reales que padecen los fóbicos al avión.
Para el Dr. Claudio Plá, médico psiquiatra (MN 52474) con experiencia en el tratamiento de fobias e integrante de la organización Poder Volar: "Este miedo se desarrolla mayoritariamente por malas experiencias en vuelos, información sobre accidentes, o antecedentes de miedo en familiares cercanos. También el stress o ciertas crisis vitales suelen estar asociados, ya que aumentan la vulnerabilidad a los miedos en general".
Alas & Raíces es una institución fundada por la Licenciada en Psicología Liliana Aróstegui, quien deslinda racionalidad e inteligencia con la sensación catastrófica que acompaña a los que no se atreven a subir la escalerilla: "Lo habitual es que personas muy inteligentes y sensibles, a pesar de saber intelectualmente que el avión es el medio de transporte más seguro, no pueden tener ese conocimiento en su cuerpo y no se relajan al momento de volar".
Volver al avión. "En un momento decidí que la única forma que tenía para conocer lugares iba a ser a través del cine y los libros. Cada vez que apareció la posibilidad de viajar, experimentaba un hormigueo en las piernas. Pero, sobre todo, sentía que ya nunca más iba a subir a un avión, me resultaba imposible imaginarme volando", explica Carola Sixto, una pasajera recuperada gracias a un curso que le brindó las herramientas para superar el trauma. "Lo único que puedo recomendar es tomar un taller con gente especializada. A mí me ayudó luego de probarlo todo, pero las soluciones mágicas no existen. El que se quiera subir a un avión y no pasarla mal tiene que aprender a volar y eso es lo que enseñan estos cursos".
Quiénes tienen predisposición a la aerofobia:
- Los que sufren algún trastorno de ansiedad.
- Los que padecen problemas gástricos, náuseas, y mareos de manera crónica.
- Los que tienen una hipersensibilidad auditiva.
- Los que atraviesan una crisis (económica, afectiva, duelo).
- Los que atraviesan una situación de stress (casamiento, nacimiento de hijos, mudanza, comienzo de la jubilación, divorcio, cambio laboral).
- Los que padecieron alguna situación incómoda en un aeropuerto o en un vuelo anterior (aterrizajes forzosos, turbulencias importantes, demoras de varias horas)
Pensamientos que inciden a la fobia:
"El avión caerá sin contro"l.
"Una turbulencia puede hacer caer el avión".
"La tripulación es incompetente".
"Las aeronaves no tienen mantenimiento en tiempos de crisis".
"Si me descompongo nadie me podrá socorrer".
"No me puedo bajar".
"Si hay un accidente moriremos todos".
"No soportaré tantas horas encerrado".
Pensamientos que la reducen:
La turbulencia es desagradable, no peligrosa.
Una demora por un desperfecto no es antesala de accidente, sino prevenirlo.
Un aterrizaje alternativo es evitar un mal mayor.
Una espera en el aire por mucho tránsito aéreo es cuidar el vuelo.
Las demoras son parte del viaje.
Tips para superarla:
Tomar un curso breve dictado por reconocidos profesionales.
Entrenarse en ejercicios para controlar la ansiedad: yoga, respiración, meditación, técnicas de relajación, etc.
Aumentar la actividad física con prácticas no competitivas: caminatas, bicicleta, natación, gimnasia conciente, danza, etc.
Hacer una consulta precoz.
Una información importante para todos aquellos que padecen trastornos de ansiedad es que existen nuevos fármacos moduladores de dicho síntoma, conocidos genéricamente como inhibidores selectivos de recaptación de serotonina, siendo obligada la consulta con el médico de cabecera o el especialista.
Para personas sensibilizadas a los accidentes aéreos la recomendación es no ver imágenes de accidentes aéreos. Todos los expertos mundiales en tratamiento del stress post-traumático, recomiendan no cargar la mente con escenas de alto contenido trágico. Pueden alterar el sueño y disparar alertas innecesarias.
Dónde consultar:
Existen instituciones comandadas por equipos interdisciplinarios que desarrollan cursos breves que, con un alto índice de efectividad, logran que los potenciales pasajeros pierdan el temor paralizante y desmedido a subirse a un avión.
Poder Volar
T: 4805-3068
Mail I web
Alas & Raíces
T: 4896-0882
Mail I web
Informe: Pablo Mascareño
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