Punta Cana es lo que se suele llamar "paraíso turístico". Pero una seguidilla de decesos y enfermos, en su mayoría estadounidenses, durante el último año en las playas de República Dominicana, ha puesto en alerta al mundo del turismo. No obstante, las alarmas y el temor se desactivan puertas adentro de los hoteles, donde aseguran que todo se vive con "normalidad y naturalidad" y hablan de "casos aislados", posiblemente derivados del consumo excesivo de alcohol, comidas y medicamentos, sobre todo por parte de adultos mayores. Es más, el verdadero miedo y enojo de los trabajadores de estos megacomplejos hoteleros es que "se "inventan cosas" y se genere, paradójicamente, una "bola de nieve" difícil de parar, en medio del calor y la humedad característicos de este destino.
Así, el enclave top por excelencia de los hoteles "all inclusive" en el Caribe vive por estos días una doble realidad, dependiendo de quién y cómo se lo mire. Siguen apareciendo huéspedes, entre ellos argentinos, que cuentan que allí la pasaron mal. Otros, convencidos de que no hay mejor lugar, en calidad y servicios, para seguir vacacionando. Mientras tanto, hay una investigación en curso, de la mano del FBI, para lograr determinar qué ocurrió con los ciudadanos fallecidos, hasta ahora once norteamericanos, en los últimos 13 meses.
"Casos aislados"
En el medio de la controversia, desde las cadenas hoteleras y el Gobierno dominicano insisten en que se trata de "casos aislados", que están bajo pesquisa. De hecho, el Ministro de Turismo, Francisco Javier García, proclamó que República Dominicana continúa siendo un país "muy seguro" y rechazó las alegaciones respecto a muertes "misteriosas o masivas" de turistas.
El funcionario mostró en conferencia de prensa el resultado de las autopsias que revelan las causas de las muertes. "Hemos demostrado, ante todo, que sin lugar a dudas no existe una avalancha de muertes de turistas estadounidenses en el país y que no es cierto que haya muertes misteriosas", recalcó García, para dar un mensaje de tranquilidad a los más de siete millones de visitantes que llegan cada año. "Nuestra prioridad en República Dominicana es la seguridad de los turistas, por eso aplicamos cada vez más medidas para garantizarla’, expresó el ministro.
En diálogo con LA NACION trabajadores y ex empleados de las cadenas hoteleras de la región, ya que la rotación laboral es muy grande, dieron a conocer sus sensaciones de lo que está ocurriendo en el exclusivo extremo de la isla caribeña, donde por año llegan unos siete millones de visitantes para disfrutar del agua turquesa, la arena blanca, las comidas típicas, el ron, la mamajuana y la bachata...
Cosas que caen de la mata
"Todo en orden por aquí; hasta hora. Incluso hay más llegadas que lo normal. Y los clientes no tienen miedo ni nada. Lo que pasa aquí bien pasa en cualquier país", contó Yolman Rodríguez, sommelier de la compañía española Bahía Príncipe, uno de los resorts donde hubo casos de turistas estadounidenses muertos, que salieron a la luz mediática en los últimos meses. "Los muertos que hubo en el hotel han sido por causas naturales, no por cuestiones de higiene. Se ha tratado de infartos y hubo otra persona que se ahogó en la playa, que son cosas que se caen de la mata", agregó el trabajador.
Una conserje del mismo complejo, que prefirió reservar su identidad, fue contundente: "Son muertes por infarto, en algunos casos, y de los demás no hay informe oficial aún. Por lo que puedo entender, la gente muere y no escoge dónde. Hay que saber que la gente come en exceso, toma mucho alcohol y toma pastillas, no creo que sea buena combinación. Aquí, que sepamos no hay nada de agroquímicos o insecticidas que estén afectando y tampoco problemas con los alimentos en los buffets", indicó la trabajadora, que confirmó que no se ha tomado ninguna medida al respecto ya que "no se ha roto ningún parámetro". Y acotó, tajante: "Todo es normal y tranquilo aquí, como de costumbre. Mucho sol y mucho calor".
Alvin Abreu, un reciente ex empleado de la misma cadena, quien conoce de cerca los movimientos en la cocina y los bares, ya que llegó a dirigir ambos sectores, contó a La Nación que no hay gran preocupación al respecto, porque entienden que se trata de casos de muertes naturales. "Aquí hay personas que se relajan y consumen mucha comida y bebida. Entendemos que vinieron enfermos de sus países", contó el dominicano.
Campaña mala
Una trabajadora de otro hotel en la localidad de La Romana, explicó a este diario que lamentan lo ocurrido pero que se trata de "hechos aislados". Es más, la empleada cargó contra el manejo del asunto en la prensa. "Se está ofreciendo mala información; o sea le están haciendo mal al turismo y es campaña mala de otros hoteles que están fuera del país", acotó.
Por otra parte, hay quienes aseguran que vivieron experiencias realmente negativas en la isla caribeña. Lisardo Méndez viajó en mayo con su esposa a Punta Cana y se alojó en el Princess Resort. "En la noche del tercer día, tras sentir un dolor muy fuerte en la espalda y no poder respirar normalmente, fui a la guardia médica del hotel, donde me hicieron nebulizaciones sin mejorar los síntomas. A las siete de la mañana, sintiéndome cada vez peor, concurrí nuevamente a la guardia e inmediatamente fui trasladado al Hospiten Bávaro donde me diagnosticaron un edema pulmonar agudo. Gracias a la pronta atención y acciones tomadas en la clínica pude salir adelante", relató el turista, que apuntó contra "la mala calidad de las bebidas y alimentos que ofrecen en los all inclusive". "Creo que las autoridades de República Dominicana deberían tomar medidas de resguardo a los turistas", resaltó Méndez, que, a pesar de los altos gastos, destacó la asistencia que recibió de su banco y empresa de tarjeta de crédito. "En cuanto al diagnóstico que me dio mi médico, el edema se produjo por una alta de presión ya que ingrese con 20 /12, lo que pudo haber sido producido por las bebidas o por una paella que comí la noche del episodio", explicó.
Mientras, en Estados Unidos se replican casos de viajeros que sufrieron además calambres estomacales, diarreas explosivas y malestar general que duró incluso después de volver a casa, según difundió la CNN. Hay una cadena hotelera que ya anunció que quitará los dispensadores de licor de los minibares en las habitaciones, como medida preventiva y para evitar nuevas quejas de los huéspedes.
Por el contrario, están los que no pueden esperar para conocer este destino o regresar lo antes posible, por los buenos momentos disfrutados en la tierra de los indios taínos. "Ya estamos haciendo las valijas, como todos los años. Es un destino ideal para toda la familia. Está claro que nos preocupa lo que pasa, pero para nosotros son situaciones límites de personas con afecciones preexistentes. Eso sí, hay quienes se exceden en el consumo de bebidas y comidas. Bien podría pasar en cualquier otro lugar. Sí nos llama la atención que hay hoteles donde hacen una fumigación muy fuerte, o están todo el día repintando paredes", contó a este diario una mendocina que viaja una vez al año a República Dominicana con sus padres e hijos.
"No es cierto que haya muertes misteriosas"
El ministro de Turismo dominicano Francisco Javier García recordó que fue el Departamento de Estado de los Estados Unidos el que definió la presentación de las muertes de turistas en el país como una exageración. También, el funcionario confía en que "la verdad respecto a estos casos saldrá a la luz" y en que los medios de comunicación "harán una representación justa" de República Dominicana.
A la par de las investigaciones judiciales, que cuentan con el aval del FBI, el gobierno dominicano informó que se trabajará en una campaña de información especial y seguridad iniciando por los Estados Unidos que comprenderá "transparentar la imagen del país", al tiempo que continuarán trabajando para "mejorar aún más la seguridad de los turistas que nos visitan; los estándares de las instituciones hoteleras; los protocolos de emergencia, aumentar los adiestramientos, las certificaciones de manejo, la acreditación de los alimentos y bebidas, así como la implementación de un programa de asistencia al turista".