La pesca con mosca captura cada vez más extranjeros
VILLA LA ANGOSTURA.– Cae el sol. Hay un resplandor naranja sobre el agua. Marcelo Ihistarry se siente feliz aquí, en la desembocadura del río Correntoso, donde se une con el lago: hoy pescó cinco truchas. "Pescar con mosca es mi pasión –sostiene caña en mano, con el waider mojado y la sonrisa amplia–. Y esta es la hora mágica".
Marcelo es uno de los miles de fanáticos que cada año llega a la Patagonia en busca de una nueva aventura. "Todo se limita a dar pelea con el pez", asegura.
"No es un deporte. Es un arte", sostiene Hugo Dezurko, guía de pesca. "Es el desafío, es la adrenalina", sostiene el guía que vive en Villa La Angostura. E hizo de la pesca su estilo de vida.
"Hay algo de primitivo, de ancestral, de mítico en esta actividad que remonta a lo atávico de la lucha del hombre por sobrevivir, sostiene Rubén Martin, instructor. "Hay que saber donde pescar, con qué hacerlo, para conectar con el placer de enfrentar a un pez que se esconde debajo del agua", afirma el instructor que se dedica a atar moscas.
La actividad conocida en el mundo como Fly Fishing mueve cada vez más turistas en estas tierras.
En la Patagonia se venden 270.000 permisos de pesca por año, según datos del Ministerio de Turismo. De acuerdo con los registros de Parques Nacionales la venta de permisos aumentó un veinte por ciento en los últimos tres años.
Obsesión americana
Hay un porcentaje muy alto de extranjeros. La mitad de los turistas llega desde el exterior. Este público es, en su mayoría, americano. Vienen solo a hacer pesca con mosca. Nada más. La temporada arranca en noviembre hasta fines de abril. Pero hay lugares como aquí, en la desembocadura del río Correntoso, donde se puede pescar hasta mayo: cuando caen las primeras nieves a los cerros, cuando el río se escarcha y las hojas de los árboles se ponen rojas llegan las truchas más grandes… "esas de siete u ocho kilos que no se olvidan nunca", sostiene Hugo.
Detrás de la pesca se mueven los equipos, las embarcaciones, los alojamientos …
"La pesca con mosca se está expandiendo en Neuquén", sostiene Marisa Focarazzo, secretaria de Turismo de esa provincia. "Es una actividad que se hace en lugares paradisíacos, de intimo contacto con la naturaleza", sostiene la funcionaria. "Vienen turistas de Europa, de Canadá de Brasil a pescar a Neuquén, a la Patagonia", agrega.
"Atar cada mosca supone comenzar a disfrutar de la actividad mucho antes de entrar al agua", afirma Rubén Martín que desarrolló un sistema de tutoriales único en el mundo para instruir a los pescadores sobre las distintas modalidades de señuelos. "El turista comienza su viaje mucho antes de llegar al destino", explica el creador del grupo Streamers, desarrollado únicamente para dictar cursos de atado de moscas.
La vida con la caña
Ricardo Picapietra pesca hace 50 años. "Al principio era con una cañita de acero en el lago Nahuel Huapi- recuerda este pescador. "Hasta que un día un amigo me regaló mi primera flexible y ligera. Empecé a conocer otro mundo. Pescar con mosca es todo, dice Picapietra que llegó a sacar truchas de siete kilos. "Es sentirse el más grande y el más tonto. Pero en definitiva es pensar solo en eso: en cómo engañar al pez", afirma el hombre que siempre devuelve las piezas al agua. "La emoción es pescarla, luego dejarla ir para que siga allí donde me dio tanta alegría", relata.
"Es una actividad de todo el año: cuando no estamos en el agua estamos atando moscas, preparando libélulas con pelo de ciervo o un streamer con bambú, o una ninfa con biots, o armando líneas con líderes en condiciones", enumera Picapietra.
De acuerdo con un estudio socio económico realizado con el apoyo de la Fundación de la Universidad Nacional del Comahue para el Desarrollo Regional sólo en la temporada de pesca 2017-2018 en la zona de Bariloche la actividad llego a mover ingresos por 9.000.000 de dólares.
El estudio que solo evaluó la pesca recreativa en los ambientes de la cuenca del río Limay y lagos Andino Patagónicos, y la costa del Nahuel Huapi, de la provincia de Río Negro sostiene que "la pesca deportiva atrae a extranjeros".
El 70 por ciento de los pescadores optan por la modalidad de vadeo -o pesca desde la costa- y la principal técnica es la pesca con mosca (56%). El resto opta por las modalidades de spining (pesca con cucharita) y trolling (pesca embarcada).
Los pescadores -según este estudio- valoran que las truchas pelean mucho, además de su belleza y su tamaño.
"Entre los principales valores que se atribuyen a la Patagonia como destino de pesca por parte de los pescadores que practican la pesca deportiva se atribuye la belleza del paisaje y de la naturaleza, además de la diversidad y la cantidad de especies de pesca.
Pero ante todo la pesca es una pasión que se alimenta con el correr de los días entregados al casteo.
En palabras de Hugo: "Cada vez más familias eligen esta actividad, que comparten grandes y chicos. Yo comencé a pescar a los diez años. Y voy a morir con una caña en la mano" .
Datos útiles
Dónde dormir
El Correntoso Lake & River Hotel, fundado hace 100 años, es destino elegido por pescadores por su estratégica ubicación. La historia del lugar se remonta a principios del siglo XX en un rincón único situado en la unión del río Correntoso con el lago Nahuel Huapi. En 1917 Primo Capraro y Rosa Meier eligieron para su cabaña de pescadores un sitio estratégico sobre un risco. El hotel Correntoso es anterior a la Villa, fundada en 1932. Tour de día de pesca: 300 dólares. Clase de pesca de 2 horas: 3000 pesos. Traslado desde aeropuerto de Bariloche: 100 pesos por persona.