Martín Seefeld. "No tengo prejuicios ni temores al viajar"
—¿El destino más exótico que hayas visitado alguna vez?
—Exótico, o al menos uno de los lugares que más me impresionó, fue Rusia. San Petersburgo me pareció una ciudad maravillosa. Me impresionó fundamentalmente por su arquitectura, sus palacios, sus estructuras, una cosa realmente increíble. Para donde mirabas era pura belleza y puro arte.
—¿Cuál fue tu mayor hazaña en el turismo aventura?
—Hacer rafting en un rápido del Sur, con todos los riesgos y el vértigo que el rafting puede tener. La verdad es que fue una experiencia bastante fuerte.
—¿Algún prejuicio que hayas derribado de viaje?
—Amo viajar, ir rumbo a lo desconocido, no tengo prejuicios ni temores al viajar.
—¿Tuviste alguna experiencia traumática en los aviones?
—Volviendo de Río de Janeiro con mi hijo tuvimos un vuelo terrible en medio de una tormenta eléctrica. El avión se sacudía de una manera tremenda, la gente rezaba, lloraba, tuvimos mucho temor, pero siempre con la tranquilidad de saber que estábamos en uno de los medios de transporte más seguros del mundo y, a pesar del susto, intenté darle tranquilidad a mi hijo.
—¿Tres requisitos que debe reunir un buen compañero de viaje?
—Fundamentalmente, la independencia, la buena predisposición y el buen humor.
—¿Algún percance viajero que recuerdes?
—En un viaje a Estados Unidos estábamos en una fila de taxis muy urgidos por ir a un espectáculo, así que en el apuro me subí adelante para salir lo más rápido posible, le dije al taxista el destino y cuando arrancamos me di vuelta y en el asiento trasero no había absolutamente nadie: ¡Mi familia se había quedado toda abajo! Tuvimos que pegar toda la vuelta para buscarlos.
—¿Si pudieras viajar en el tiempo, a qué época de la historia te gustaría hacerlo y que te imaginás haciendo allí?
—Me gustaría viajar a la época del Imperio Romano para vivirla desde adentro. Una época que tuvo contrastes tremendos, aspectos durísimos y bellísimos también. Por eso me resulta tan atractiva. En ese contexto me imagino viviendo de los dos lados: en las luchas, en las conquistas y en las calles de aquella Roma imperial.
—¿Alguna vez te valiste de tus dotes de actor para sortear alguna situación difícil en un viaje?
—No, pero gracias a la carrera que hice y a que me hayan podido reconocer alguna vez he podido conseguir urgente un vuelo que necesitaba tomar del Sur para Buenos Aires por una urgencia, y me dieron la posibilidad de subirme.
—¿Un día de vacaciones perfecto?
—Sin dudas en una playa, podría ser en Punta del Este o Maresias, cerca de San Pablo. Me despertaría con un café con leche con medialunas tremendo a la mañana y pasaría el día ahí. Sol, familia, amigos. Después vería el atardecer con el mate, una de las cosas que más disfruto; descanso, un buen asadito por la noche, y dormir con mi mujer.
—¿Si naufragaras solo a una isla desierta sin señal de celular, con qué único objeto te gustaría quedarte?
—Un cuchillo, creo que me ayudaría en la supervivencia.
Por estos días protagoniza Departamento de Soltero, junto a Nicolás Cabré y Laura Fernández, de miércoles a domingo en el teatro Lola.