Monistrol de Montserrat, el balcón más alto de Cataluña
MONISTROL DE MONTSERRAT– Quien haya recorrido la ruta que une Barcelona con Madrid (la autopista A2), seguramente habrá quedado sin aliento al toparse de frente con el Macizo de Montserrat, con sus asombrosas formaciones rocosas, modeladas por el viento y la lluvia. Sus formas caprichosas evocan castillos de arena. Su nombre significa montaña serrada, por su forma dentada. A 60 kilómetros de la capital catalana, en la comarca Bagés, en el Municipio Monistrol de Montserrat, se trata del balcón más alto de la provincia de Cataluña, cuyo pico más elevado, el Sant Jeroni, alcanza los 1236 metros sobre el nivel del mar. Hasta allí se puede llegar a pie.
Los fines de semana se llena de peregrinos. Hay quienes acuden por motivos religiosos, por el monasterio benedictino Santa María de Monserrat. Otros, interesados por el valor arquitectónico de esos edificios, enclavados en una ladera de la montaña, a 720 metros de altura. Están quienes suben a escuchar al coro de niños más antiguo de Europa, la Escolanía, o a ver el Museo de Montserrat, que atesora pinturas antiguas de artistas como El Greco o Caravaggio y una importante colección de artistas catalanes. Los amantes de la naturaleza también acuden a la cita, dispuestos a recorrer los diferentes senderos que ofrece la montaña, declarada Parque Natural en 1987.
Hay muchas maneras de llegar al Monserrat y su elección hace a la visita. Lo más sencillo es llegar en coche y disfrutar de su ruta panorámica, BP-1121, donde los visitantes plantan sus mesas y sillas para contemplar el paisaje que termina en la línea de los Pirineos. La desventaja es que su parking es limitado. Por lo tanto, lo ideal es llegar en tren (ver datos útiles) y disfrutar de los medios de elevación, que son toda una atracción.
Un medio público es la cremallera, que parte desde la estación Monistrol de Montserrat y trepa 600 metros, en un recorrido de cinco kilómetros (15 minutos) por un entorno natural hasta llegar al Monasterio. También desde Monistrol parte el teleférico, que impacta con sus increíbles panorámicas que incluso permiten ver el santuario. Asciende en sólo cinco minutos, con una inclinación de casi 45 grados. Y, cómo no, están quienes suben a pie, según marca la tradición que tiene su origen en la Edad Media. Hay distintas rutas para hace el ascenso.
Antes de ingresar al santuario, da la bienvenida una feria artesanal con productos del Montserrat y de lugares cercanos. Habrá más de un producto para tentarse y guardarlo en la mochila para el paseo. Más aún si hace frío. Hay variedad de quesos, el favorito es el mató (requesón suave, fresco y húmedo) que desde hace siglos se acompaña con miel para convertirse en el postre típico catalán (mel i mató). Mejor elegir miel local, ya que tienen muchísimas variedades. Son tradicionales también los panes de higo y los frutos secos, las tortas de queso y el reconocido licor Aromas de Montserrat, hecho con hierbas de la montaña, popularizado por sus propiedades digestivas. Más adelante hay un restaurante con un gran mirador y, a pasos, están las tiendas de regalo de Montserrat.
Cerca del cielo
Las vistas son grandiosas y los edificios que esperan, monumentales. Es que en su Basílica es venerada la Mare de Déu de Montserrat, patrona de Cataluña, llamada cariñosamente La Moreneta, por su piel oscura. La talla románica de madera policromada que data de finales del siglo XII se oscureció debido a la degradación del barniz. Merece una visita por su belleza singular. Cuenta una leyenda que fue en el año 880 cuando unos niños pastores vieron a La Moreneta en una cueva. Y que desde entonces, se construyó una capilla para adorarla. El monasterio fue fundado en 1025, por el Abad Oliba, y fue saqueado e incendiado en 1811 y 1812 por tropas napoléonicas. En 1840 comenzó la restauración de la vida monástica y en 1881 la virgen fue proclamada Patrona de Cataluña, por el Papa XIII.
Actualmente, la comunidad de Montserrat está integrada por 80 monjes, de la Orden de San Benito, cuyo principal mandato es Ora et labora (reza y trabaja). Uno de sus deberes del día es el recibimiento de los peregrinos que llegan al monasterio, aquellos que lleguen con un espíritu de búsqueda interior. Por eso se les concede un trato especial, quienes pueden compartir mesa y oración con los monjes.
El conjunto arquitectónico –que se inscribe en en la transición del estilo gótico al renacentista–, se podrá observar que es irregular, debido al relieve montañoso. Está integrado por dos grandes bloques, la basílica junto con las dependencias monásticas, y hoteles y apartamentos para los peregrinos y visitantes, supermercados, cafeterías, etcétera. Todo lo que se necesita se concentra allí, en pocos metros, si uno quiere quedarse a dormir en la tranquilidad de las alturas.
El Museo de Montserrat convoca por varias colecciones: una de arqueología del Oriente Bíblico, otra de pintura de los siglos XIX y XX, con grandes nombres catalanes, como Fortuny, Rusiñol, Casas, Nonell, Mir, Dalí, entre otros. Y por sus obras del impresionismo francés, firmadas por Monet, Sisley, Degas, Pissarro, por mencionar algunos.
Quien visite el monasterio no querrá perderse el canto del Coro de niños más antiguo de Europa. Existen documentos que acreditan su existencia en el siglo XIV. Está integrado por 54 chicos, de entre 9 y 14 años, de distintas partes de Cataluña, Baleares y Comunidad Valencia, quienes reciben una completa educación ya que se trata de un centro de enseñanza básica y artística, donde se dedica toda la tarde a la música. El Virolai es el himno que le dedican a la Virgen María de Monserrat. Para escucharlos en misa entonar el Salve y el Virolai hay que consultar sus horarios (www.escolania.cat), que varían de acuerdo al calendario escolar.
Imágenes con historia
Los funiculares son toda una atracción. El de La Santa Cova, que está en tareas de mantenimiento y se espera que vuelva a funcionar el primer trimestre de 2020, une el Santuario con la cueva donde, según la leyenda, fue encontrada la Virgen. Desde 1929 los peregrinos bajan con el funicular donde se encuentra el Rosario Monumental de Montserrat, el conjunto escultórico al aire libre más importante del modernismo catalán con la intervención de Gaudí, Puig i Caldafach, Sagnier y Llimona.
El funicular Sant Joan, que sí está activo, es para los amantes de las alturas, en busca de miradores únicos. El vehículo panorámico, construido para llevar hasta la ermita Sant Joan, en la cima del macizo, llega hasta los 1000 metros de altitud. En la estación superior Sant Joan, está el Aula Natura, donde se puede aprender todo acerca de la montaña, geología, clima, flora, fauna. Y desde el Llano de las Tarántulas parten algunos senderos, con diferentes niveles de dificultad. Si la idea es la práctica de senderismo, la montaña tiene mucho por recorrer. Hay desde 15 minutos hasta 3 horas. El más largo lleva desde el Santuario hasta el pico Sant Jeroni (1236 metros), donde se obtienen vistas insuperables de la montaña. Allí todos tocan el cielo con las manos.
Datos útiles
Cómo llegar:
- En auto desde la Avenida Diagonal de Barcelona. Autovía B-23 y A-2, Barcelona – Lleida (salida Manresa); carreteras C-55 hasta Monistrol de Montserrat y BP-1121 hasta Montserrat.
- En tren desde Barcelona: en la estación Plaça Espanya parte cada hora, desde las 8:36, la línea R5, (Barcelona-Manresa) que enlaza con las estaciones del teleférico de Montserrat (estación Montserrat Aeri) y el cremallera de Montserrat (Monistrol). El ticket que combina tren con cremallera o aeri (teleférico) cuesta, ida vuelta, 22 euros para los adultos; 9 pagan los niños. Se llama Trans Montserrat y hay que elegir la opción de cremallera o Aeri; cuestan lo mismo, pero no se pueden intercambiar.
- Desde Monistrol Vila, el tren cremallera de Montserrat tiene una frecuencia de 20 minutos. También dispone de un estacionamiento gratuito de 900 plazas para coches y ómnibus. Cuesta: ticket en cremallera de ida y vuelta para adultos, 11 euros; niños, 6. Más: www.cremallerademontserrat.cat/home/
En paquete
El Monserrat ofrece diferentes packs con transporte y entradas a sus atracciones. Todo Monserrat incluye tren desde Barcelona y cremallera, espacio audiovisual, Museo de Montserrat, funicular de Sant Joan y comida en el buffet / cafetería (51 euros).
Montserrat con tren y cremallera: tren desde Barcelona y el cremallera, entrada al Museo de Montserrat, al espacio audiovisual "Montserrat, portes endins", Audioguía Museo al Aire Libre y la comida en el buffet/cafetería (47,40 euros).
Funiculares: hacia la Santa Cova. Vale 5,20 euros, ida y vuelta.
Entradas: al Monasterio es gratuita. El Museo abre todos los días del año, de 10 a 17.45. Cuesta 7 euros.
Alojamiento: una habitación para dos adultos en el hotel Abad Cisneros cuesta 89 euros la noche. Incluye desayuno.
Clima: a 740 metros de altura, la temperatura promedio anual es de 13° y 14°C. Las nevadas son poco frecuentes
Bautismos de escalada: contactar por email con informacio@larsa-montserrat.com (se escribe sin la letra n porque está escrito en catalán)o por el +34 93 877 77 01.
Más información: www.montserratvisita.com o al teléfono +34 938 777 701.