Tienen 11 y 14 años, son hermanos y se lanzó un llamado a la comunidad para encontrarles una familia

Ignacio y Martín son hermanos y tienen gustos e intereses muy distintos. Ignacio (11 años), va a 6to grado de la escuela primaria, es curioso y disfruta de los juegos de mesa como las damas y el ajedrez; así como dibujar y crear manualidades con arcilla. A Martín (14), en cambio, le encanta jugar al fútbol, tiene mucha habilidad para las actividades físicas y los deportes. Además, le interesa la electrónica y cursa acorde a su edad en una escuela técnica.

Los hermanos ingresaron a un hogar de la ciudad de Buenos Aires en 2018. Son muy unidos (durante todos estos años, el sostén mutuo fue fundamental) y comparten un deseo común: poder ser adoptados juntos por una familia que los quiera y les permita desarrollar todo su potencial. Además, sostuvieron y sostienen hasta la actualidad el vínculo con otros hermanos, lo cual es sumamente importante para ellos.

Como la búsqueda de una familia para Ignacio y Martín (sus nombres fueron cambiados en esta nota para preservar su identidad) no dio resultado aún, el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 92 lanzó una convocatoria pública. Esta herramienta surgió como el último recurso para darle respuesta a las infancias y adolescencias que desde hace más tiempo esperan una familia. Cuando las juezas y los jueces agotan todas las instancias de búsqueda dentro de la red de registros de postulantes a guarda adoptiva, se recurre a estos llamados a toda la comunidad.

¿Cómo funcionan? Los interesados deben comunicarse con los registros o juzgados para solicitar más información y postularse, luego de lo cual atraviesan un proceso de selección, con entrevistas y evaluaciones. Los especialistas recuerdan que postularse a una convocatoria no es “un acto de solidaridad” ni algo que deba realizarse forma impulsiva ante lo conmovedor que pueden resultar estas historias, sino que implica el deseo profundo de iniciar junta a esas niñas y niños la construcción de un vínculo familiar por medio de la adopción, con los enormes desafíos que eso implica.

Quiero postularme a la convocatoria de Ignacio y Martín

La convocatoria para encontrar una familia para los chicos (el número de referencia es 0109), está vigente hasta el 7 de abril. Si pensás que sos la familia que Ignacio y Martín necesitan, contactate escribiendo a convocatoriaspublicas@buenosaires.gob.ar

Más información

Quiero adoptar

• Adoptar no es un acto de solidaridad. La adopción es una institución que nació para garantizar el derecho fundamental de todas las niñas, niños y adolescentes a vivir en una familia. En la web de la Dnrua hay una guía sobre la adopción en la Argentina, servicios en línea y se realizan charlas informativas de forma mensual. Por otro lado, en este link podés conocer el listado de los registros de cada jurisdicción para saber cuál es el que te corresponde.

Quiero ser cuidador familiar:

• El Registro de Cuidadores Familiares es una experiencia que se orienta a cubrir la necesidad de contar con figuras de cuidado para niñas, niños y adolescentes de 10 a 17 años alojados en instituciones y para quienes la figura de adopción no resulta una alternativa posible, ya sea porque no se han encontrado postulantes en el Registro Central de Aspirantes a Guardas con Fines de Adopción, porque no brindan su consentimiento subjetivo para ser adoptados, o bien porque la adopción no resulta ser para ellos la figura adecuada. Se convoca a personas que residan en la provincia de Buenos Aires dispuestas a prepararse para asumir el cuidado estable y sostenido (con o sin convivencia familiar) de estas infancias y así poder acompañarlas en sus trayectorias hasta que puedan tener una vida autónoma. Por ahora, esta experiencia, que comenzó en el Juzgado de Familia Nº 2 de San Miguel, se extendió a los Juzgados de Familia Nº 5 de Mar del Plata, Nº 1 de Tigre y Nº 5 de La Plata. Más info: cuidadoresfamiliares@pjba.gov.ar

Quiero conocer otras formas de involucrarme con las chicas y chicos que viven en hogares:

• En los hogares se busca brindar una atención lo más personalizada y amorosa posible, y es ahí donde el compromiso de la ciudadanía puede marcar una diferencia fundamental: desde sumarse como voluntarios dando apoyo escolar, hasta contribuir con una donación que ayude a sostener todo lo que implica la vida de estas infancias y adolescencias en las instituciones. ¿Cuáles son las formas en que podemos involucrarnos desde nuestro lugar para mejorar su calidad de vida o generar un impacto positivo en su realidad? Para conocerlas, hacer click aquí.