Por qué Battaglia habló del árbitro Herrera en la semana previa al superclásico y los errores en fallos en otros partidos de Boca

En la antesala del superclásico, Boca está inquieto, preocupado. Por los arbitrajes en general y, muy especialmente, por la inminente llegada de VAR al fútbol argentino.

En el club de la Ribera se considera que ya son demasiados los errores en su perjuicio. Al mismo tiempo, los remarca y levanta la guardia en las horas previas al superclásico. Y se mira más allá: en la fecha siguiente al cruce con River (la 8, frente a Arsenal) ya se aplicará el uso de la tecnología en las canchas de nuestro país. Y los ensayos generales ya activaron las alarmas, por los errores que detectaron con el VAR.

En su conferencia de este mediodía, el técnico Sebastián Battaglia fue claro al respecto: “Me gusta Herrera. Está bien designado. Ojalá se equivoque lo menos posible. Yo no quiero que los árbitros me favorezcan. Quiero que no se equivoquen en contra de Boca, nada más. Fueron varios errores en los que nos han perjudicado y quizás los partidos cambiaron el rumbo por ello. Y no me gusta eso. Si no fuera por Agustín (Rossi), hubiéramos recibido dos goles por dos penales que no fueron”.

Mientras tanto, tienen registrados los fallos en contra en 2022. Hasta ahora, contabilizan al menos siete.

El primer partido subrayado con marcador rojo data de la fecha 3. Quedó evidenciado que el penal que Ariel Penel sancionó en favor Rosario Central (por una supuesta infracción de Agustín Rossi sobre Lucas Gamba) no fue. El guardavalla xeneize le atajó el remate a Vecchio).

El partido siguiente, frente a Independiente en Avellaneda, tiene dos observaciones. En Boca consideran que Juan Insaurralde debió haber sido expulsado, luego de aplicarle un claro codazo a Villa, a metros del juez de línea de ese sector. El zaguero siguió jugando sin inconvenientes.

Pero más tarde, el árbitro Facundo Tello sí mostró una tarjeta roja: fue a Frank Fabra, luego de una segunda amarilla que no debió aplicarse. La falta del colombiano, ya amonestado, sobre Batallini no merecía una decisión tan rígida. No existió la misma severidad con Insaurralde.

En la semana posterior, Boca debutó en la Copa Argentina y goleó 4 a 1 a Central Córdoba de Rosario. Pero tampoco allí hubo tranquilidad. Ocurre que Nicolás Orsini, autor de dos tantos, fue abrazado en el área por un defensor rival e impedido de cabecear. Era penal. Tampoco fue sancionado por el juez Jorge Baliño.

Unos días más tarde, el Xeneize recibió a Huracán. Protagonizó la peor actuación del año y perdió 1 a 0. Pero más allá de eso, quedó un gran malestar con el árbitro Nicolás Lamolina.

En la Bombonera hubo un claro penal de Fernando Tobio no sancionado. En un córner, el exzaguero xeneize impidió de todas las maneras posibles -ilegales- que Marcos Rojo ganara de cabeza. Tan claro fue el penal que Rojo terminó con su camiseta rota: Tobio le arrancó la manga izquierda.

El juez tampoco consideró que era de expulsión el topetazo, con codazo al rostro incluido, sobre el chico Exequiel Zeballos. El reglamento es claro cuando un futbolista hace un uso desmedido de la fuerza para disputar el balón. Eso no se aplicó con Tobio en la Bombonera.

Ya más cerca en el tiempo, el domingo pasado en La Plata la libreta sumó una anotación. El penal que le cobraron a Estudiantes en la fecha más reciente tampoco fue. Pero además, en la jugada previa había habido offside de Manuel Castro y no fue sancionado. Otra vez Rossi evitó el gol, con una gran contención del penal que no había sido.

El ensayo del VAR

En los días previos al encuentro frente a Estudiantes se encendió la alarma más sonora. Se supo que en ese partido hubo una especie de ensayo general del VAR. Y quienes manejaron esa tecnología cometieron graves fallos en sus decisiones, que al menos ese día no pudieron aplicar.

Según el informe posterior, dijeron que en la jugada previa al penal Castro no estaba adelantado porque Fabra cabecea el balón hacia atrás y lo habilita. Pero el jugador local ya estaba fuera de juego y corriendo en busca del balón antes de que el colombiano la rozara en su intento de despeje.

También se determinó que el árbitro debió sancionar un penal en favor del Pincha por una mano de Carlos Izquierdoz. Y en esa misma explicación interpreta que no hubo falta en ataque del jugador de Estudiantes, que es lo que cobró Fernando Echenique. Hasta el momento, el VAR no puede interferir en esas acciones ni corregir supuestos errores arbitrales en cualquier jugada.

El VAR solo debe enfocarse en avisarle al árbitro principal sólo en el caso de que se produzca un “error claro, obvio y manifiesto” o un “incidente grave inadvertido” en relación con un gol, un penal o una tarjeta roja directa.

El mal uso de la tecnología aplicada al fútbol es lo que más preocupa en Boca, de cara a lo que viene después de River. Y más allá de las falencias que pueda tener en la búsqueda de la mejor versión como equipo, existe desconfianza con los árbitros, algo que el propio Battaglia quiere despejar de la cabeza de sus dirigidos. “Nosotros tenemos que salir a competir y pensar que el árbitro se equivocará lo menos posible. Los árbitros son seres humanos y hay que ayudarlos para que se equivoquen lo menos posible para hablar solo de fútbol”, dijo el DT.

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