Conmoción en la Premier League: el ruso Roman Abramovich vende Chelsea

En una de las tantas derivaciones económicas sobre los activos rusos en el mundo, Roman Abramovich comunicó oficialmente que puso en venta a Chelsea casi dos décadas después de haberlo comprado. A los posibles compradores se les pidió que realicen sus ofertas durante esta semana, con el viernes como fecha límite. El magnate ruso, que había viajado a Belarús como parte de la mesa negociadora por la paz entre Rusia y Ucrania, aseguró que cancelará los préstamos por 1500 millones de libras que le concedió al club del barrio londinense de Stamford Bridge.

De acuerdo con información del diario inglés The Guardian, los multimillonarios Hansjörg Wyss (empresario suizo) y Todd Boehly integran un consorcio interesado en la adquisición del Chelsea, campeón vigente de la Champions League tras derrotar en la final a Manchester City. El mismo medio también da cuenta de que pueden surgir otras ofertas. Wyss fue presidente de Synthes, empresa dedicada a la fabricación de insumos médicos, como tornillos y placas para reparar huesos fracturados. La semana pasada, Abramovich había dado un paso al costado de la conducción, que recayó en la Fundación del club.

El comunicado de Abramovich en la cuenta de Twitter de Chelsea

En la misma nota que oficializa la venta, Abramovich agrega que los ingresos serán destinados “en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania”. También expresó: “Siempre tomé decisiones pensando en el interés del club. En la situación actual, por lo tanto, la venta es lo mejor para el club, los aficionados, los empleados, así como los patrocinadores y socios del club”.

Tras catalogar la venta como “una decisión extremadamente difícil”, Abramovich admitió su “dolor” por separarse “de esta manera”, a la vez que planea una próxima visita para despedirse de Stamford Bridge. “La venta del club no se hará por la vía rápida, sino que seguirá el debido proceso. No pediré el reembolso de ningún préstamo. Para mí nunca se trató de negocios ni de dinero, sino de pura pasión por el juego y el club. Los ingresos netos de la venta serán en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania. Esto incluye la provisión de fondos críticos para las necesidades urgentes e inmediatas de las víctimas, así como el apoyo al trabajo de recuperación a largo plazo”, agregó Abramovich, que desde hace tiempo no tiene su residencia permanente en Londres.

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Exmiembro de la Duma de Rusia durante un corto lapso en 2000, Abramovich también fue gobernador de la provincia rusa de Chukotka hasta 2008. Su hija Sofía publicó la semana pasada en Instagram un posteo en el que cuestionaba al presidente de Rusia: “Putin quiere una guerra con Ucrania. La mayor y más exitosa mentira de la propaganda del Kremlin es decir que la mayoría de los rusos respaldan a Putin”.

Antes de que fuera adquirido en 2003 por Abramovich, Chelsea solo había ganado un torneo de primera división en Inglaterra, en 1955 (la Premier League nació en 1992). A partir de las contrataciones millonarias de futbolistas -Abramovich invirtió más de 1200 de euros en refuerzos durante su gestión- Chelsea obtuvo cinco Premier y dos Champions League, el gran objetivo del ruso para posicionar a Chelsea entre los grandes equipos europeos.

En cuanto a los posibles compradores, Wyss, de 86 años y con un patrimonio de 4.300 millones de libras, se asoció con Boehly, copropietario del equipo de béisbol Los Dodgers de Los Angeles, cuyo valor se estima en 5000 millones de libras. Hay varios inversores más, al menos otros dos estadounidenses.

Detrás de la decisión de Abramovich aparece la presión política internacional para asfixiar los activos económicos rusos en el mundo. El Parlamento inglés promueve sanciones a los inversores rusos tras la invasión de Ucrania. Según el diputado laborista Chris Bryant, Abramovich se apresuró a vender propiedades en el Reino Unido para evitar posibles sanciones financieras. Sir Keir Starmer presionó al Primer Ministro Boris Johnson para que sancionara a Abramovich. El líder laborista manifestó en la Cámara de los Comunes: “Debemos enfrentarnos a Putin y a quienes sostienen su régimen. Roman Abramovich es el propietario del Chelsea y de otros activos de gran valor en el Reino Unido. Es una persona de interés para el Ministerio del Interior por sus vínculos con el Estado ruso y su asociación pública con actividades y prácticas corruptas”.

El Gobierno británico ya tomó medidas contra 275 rusos con vínculos con el régimen de Vladímir Putin. Boris Johnson adelantó que maneja una lista de otras 100 personas pasibles de recibir una sanción.

El banco estadounidense Raine recibió el encargo de realizar la venta. Wyss dijo que le habían pedido que se uniera a un consorcio de “seis o siete inversores”, aunque añadió que el precio que se pide actualmente es demasiado alto. “Abramovich está tratando de vender todas sus residencias en Inglaterra, también quiere deshacerse del Chelsea rápidamente”, dijo Wyss al periódico suizo Blick. “Yo y otras tres personas recibimos el martes una oferta para comprar el Chelsea a Abramovich. Ahora tengo que esperar entre cuatro y cinco días. Abramovich pide actualmente demasiado. El Chelsea le debe 2000 millones de libras. Pero el Chelsea no tiene dinero. A día de hoy, no sabemos el precio exacto de venta”.

Según el sitio Transfermarket, especializado en la cotización de futbolistas, el plantel completo de Chelsea tiene un valor de mercado por 883 millones de euros, con el delantero belga Romelu Lukaku con la tasación más alta, en 100 millones de euros.