Lanús - Talleres, por la Copa de la Liga: la “T” jugó con fuego y perdió, pero le salió bien porque se clasificó y evitará a River

Jugó con fuego. Talleres perdió 1 a 0 con Lanús, pero se clasificó para los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, instancia en la que evitó a River y en la que -en cambio- se enfrentará a Colón, el primer clasificado de la Zona 1.

En un duelo en el que ambos salieron a la cancha con chances de avanzar a la siguiente etapa, fue solo la visita la que pudo asegurar su boleto a pesar de la derrota, ya que al Granate no solo lo condenaron las cuatro derrotas consecutivas que acumulaba antes de este duelo en la Fortaleza, sino también Independiente, que venció 3 a 1 a Huracán en Parque Patricios y dejó a los de Luis Zubeldía en la quinta posición de la zona 2

Lo mejor del partido

Si bien ciertas combinaciones de resultados lo hubiesen dejado afuera, Talleres salió a jugar con Lanús como si ya estuviese clasificado y, además, con las miradas puestas sobre sus espaldas ya que una victoria suya hubiese impedido un Boca-River, lo que finalmente se dará, en los cuartos de final. Y así, sin sentir urgencias transitó los noventa minutos en la Fortaleza en los que sus avances se desvanecían en tres cuartos de cancha y por ello no generó casi ni una sola ocasión de peligro que inquietara a Lautaro Morales.

Ni siquiera lo inquietó demasiado el gol de Lanús a los 14 minutos por medio de un penal ejecutado por José Sand. La falta llegó tras un mal control en la salida de Ignacio Lagos que derivó en un segundo error que fue cometerle foul a Alexander Bernabei. El Granate se imponía y se aferraba a que Independiente no ganara en la cancha de Huracán para poder avanzar. Le servía el empate entre el Globo y el Rojo y con ese resultado se fue al descanso.

Pero en el segundo tiempo, el 2-1 y el 3-1 de los dirigidos por Pedro Monzón (uno de los ayudantes de campo de Julio Falcioni) terminaron de consumar su eliminación. De todos modos, el equipo de Zubeldia hizo el gasto y redondeó una buena actuación para merecer la victoria, presionando desde el comienzo y forzando más errores de la visita, cuya única y tibia aproximación en la primera etapa fue un cabezazo de Joel Soñora tras un desborde y centro de Lagos.

Pudo haberlo definido el partido Lanús a los 37 del primer tiempo con una corrida de Bernabei y el centro para Nicolás Orsini, que cabeceó desviado, y también a los 20 del segundo, cuando Sand habilitó a De la Vega y el remate de este fue despejado en la línea por Juan Cruz Komar.

Talleres tardó exactos 90 minutos en generar peligro real y fue por un tiro libre de Francis MacAllister a los 45 minutos de la segunda etapa que dio en el travesaño. Pudo haber sido un empate tranquilizador para la “T” y que ya no evitaba el Boca-River. Con Lanús ya fuera de carrera, fue Talleres, por haber jugado con fuego, el que más estuvo pendiente del resultado de otra cancha: Unión le había empatado a Colón en el Cementerio de los Elefantes y una victoria Tatengue allí hubiese dejado automáticamente afuera a los cordobeses.

El error de Espinoza

Quien también pareció pendiente de otros resultados fue el árbitro Fernando Espinoza, que había adicionado cinco minutos y cuando se habían consumido cuatro de ellos pitó el final. Cuando se dio cuenta de su error, hubo que volver a llamar a varios jugadores que ya se habían metido en los vestuarios.

El verdadero final del partido decretó la eliminación de Lanús, que se jugará todo a alcanzar a Gremio cuando lo visite el jueves en Porto Alegre por el Grupo H de la Copa Sudamericana, y la clasificación de Talleres, que evitó recibir a River como local y en cambio visitará a Colón, uno de los dos mejores equipos del certamen. Jugó con fuego Talleres en el Sur, pero se volvió a Córdoba habiendo cumplido un par de objetivos que se trazó para cerrar su participación en la etapa regular.