Talleres-Lanús, Torneo Primera División: el Granate cayó en Córdoba pese al envión del clásico

CÓRDOBA.- Talleres ganó un partido como para enamorar a sus hinchas, que durante los últimos minutos entonaron varios "ole" para festejar el rendimiento del conjunto que proviene de la B Nacional. Importa el 3-1 del equipo dirigido por Frank Kudelka (expulsado en el segundo tiempo por Fernando Espinoza) porque enfrente tenía a Lanús, que llegaba al Mario Kempes con el ánimo por las nubes tras la victoria sobre Banfield en el clásico. Importa, además, por el nivel de Talleres, que terminó floreándose con toques y juego abierto. Una delicia para los ojos de su entrenador y de sus hinchas.

Es un triunfo que les sirve a los cordobeses para reconocerse. Luego de no lograr vulnerar a Lanús en el primer tiempo, Talleres mantuvo el guión en el segundo. Y no se apartó de los toques profundos, las proyecciones de los laterales y la distribución prolija del balón. Consiguió el gol gracias a Jonathan Menéndez, la figura. La igualdad a cargo de José Sand, 120 segundos después, lo hizo dudar. Pero, tozudo, el local mantuvo la línea. Siguió apostando a la velocidad de Sebastián Palacios y la sagacidad de Menéndez, y a ellos se sumaron Emanuel Reynoso -ya dejó de ser una promesa- y el siempre rendidor Pablo Guiñazú.

Un error de Esteban Andrada propició el gol de Reynoso. Y la conquista de Palacios definió el partido. Dio pie a la fiesta de la hinchada de la T a puro grito, a puro aplauso. Es todo un signo que un equipo como Lanús se haya vuelto de Córdoba con los brazos caídos. Cayó contra un muy buen Talleres. El 3-1 habla de un estilo que comienza a dar resultados. Y los hinchas, hasta hace poco en el fútbol de ascenso, hoy se entusiasman con el futuro.

El 1-0 de Talleres (Menéndez)

El 1-1 de Lanús (Sand)

El 2-1 de Talleres (Reynoso)

El 3-1 de Talleres (Palacios)