El insólito tiro del golfista Shae Wools-Cobb que generó confusión y provocó una ilusión óptica

La confusión y la sorpresa se apoderaron de Shae Wools-Cobb en pleno torneo. El golfista vivió una situación insólita durante la última vuelta del Abierto de Nueva Zelanda: tras ejecutar un tiro, el rostro del australiano se transformó de inmediato sin entender qué había sucedido con la trayectoria de su pelota.

Wools-Cobb se disponía a sacar una bola del rough, una situación que lo comprometía porque tenía un tiro ciego a la bandera. El golfista se acomodó para pegar con dirección al green y, en el momento del impacto, se llevó una sorpresa que lo dejó a la búsqueda de una explicación lógica. Sucedió que al sacar del pasto alto, una pelota salió al destino que él tenía como objetivo, pero al mismo tiempo lanzó que recorrió apenas unas yardas. El australiano realizó un gesto de incredulidad.

Sin embargo, enseguida le explicaron a Shae Wools-Cobb que su bola se dirigió hacia el green y se ubicó cerca del hoyo, mientras que por accidente impactó a una segunda pelota, que estaba enterrada y abandonada desde hace algún tiempo en esa misma zona. Fue por ese motivo que salieron disparadas dos a la vez.

Vale destacar que, según la regla 15.2, se considera que la intención del australiano era golpear su pelota, por lo que no incurre en una penalización. En cuanto a la bola escondida, se considera un objeto movible, que habría podido mover, sin temor a ser castigado. Eso, si Wools-Cobb la hubiese visto. Por lo tanto, las autoridades del Abierto de Nueva Zelanda dieron por válido su tiro, ya que se trató de un mero accidente.

Al final del día, Wools-Cobb, que era líder al cabo de 54 hoyos con 17 bajo par, terminó en caída libre con 78 golpes y cayó al puesto 26°, que fue ganado por su compatriota Brendan Jones, que anotó 66 golpes, cinco bajo el par, para consagrarse y completar una sorprendente remontada de fin de semana después de casi fallar el corte. Así, quedó tres por encima de su compatriota John Lyras, el japonés Tomoyo Ikemura, el surcoreano Eom Jae-woong y el neozelandés Ben Campbell, y se aseguró 185.000 dólares por la victoria.

“No sé qué pasó, pero lo gané y jugué un golf increíble, al menos para un tipo viejo”, dijo el campeón. “Recibí un poco de ayuda de los líderes, noté que no estaba jugando tan fácil hoy y acerté muchos buenos tiros en la mitad de la ronda. Hice un par de salvadas de par clave al entrar y luego hice probablemente dos de los mejores tiros que he hecho, seguidos, en el par cinco (17) y luego en el par tres ( 18). Es bueno poder hacer eso mientras estoy nervioso, bajo presión”.