Atleta de chico, rechazó una oferta de 6 millones de euros para jugar un Mundial para Francia; fue el rey del offload y hoy lanza agudos comentarios por TV
PARIS.- Sonny Bill Williams es transparente como un papel de calco. Puede brindarle su cariño al público argentino, porque de verdad ama y admira al rugby argentino, sacarse fotos con los hinchas y hasta saltar con ellos al grito de “Vamos, Pumas, vamos” antes de que empiece el partido, pero luego también es capaz de decir por la televisión: “Lo siento mucho por los jugadores de Francia e Irlanda que están sentados en su casa sabiendo probablemente que podrían haber dado un mejor espectáculo que el que hizo Argentina esta noche”, en referencia a la semifinal contra los All Blacks. El neozelandés, ya retirado como jugador, pero aún uno de los personajes más queridos y carismáticos en el rugby, está contratado por la TV australiana para comentar la Copa del Mundo de Francia 2023, y lejos de ser complaciente, expresa con claridad lo que opina. Como debe ser.
Atleta extraordinario, fue un talento en el atletismo cuando estaba en el colegio y además de ser boxeador profesional, representó a Nueva Zelanda en los seleccionados de rugby league y rugby union. En este último es uno de los 21 jugadores que ganaron dos veces la Copa del Mundo. Sonny Bill Williams, o “SBW” (nacido en Auckland el 3 de agosto de 1985), estuvo en los planteles de los All Blacks que salieron campeones en 2011 y 2015.
Saltando con los hinchas
Also got mad love for the Argentinian fans! ❤️ time to go to work my All Black brothers. 💪🏽 #RWC2023 pic.twitter.com/0AP86fEqrV
— Sonny Bill Williams (@SonnyBWilliams) October 20, 2023
En este último Mundial, tras la final en Twickenham ganada a los Wallabies, protagonizó un hecho que todavía circula por las redes. Un niño ingresó en la cancha para intentar saludarlo, pero fue interceptado por los guardias de seguridad. Sonny Bill se acercó, les pidió que lo liberen, lo acompañó hasta la tribuna, se sacó una foto con él y luego... ¡le regaló su medalla de oro!
Esos gestos de Williams son una marca de él. En Irlanda, se acercó a saludar y a sacarse una foto con un chico son síndrome de down. Es un imán para los niños, que siempre quieren, y lo logran, una foto con él. El ex centro de los All Blacks participa de varias movidas solidarias. Es embajador de UNICEF y visitó el Líbano (la tierra de los padres de Michael Cheika) para crear conciencia sobre la tragedia que soportan los niños refugiados sirios. En sus visitas a la Argentina durante el Rugby Championship, concurrió al Penal de San Martín para conocer a Los Espartanos y compartió unos minutos con ellos dentro de la celda. También fue al Museo Sitio de Memoria ESMA.
El lado solidario de SBW
SBW es el primer musulmán en formar parte de los All Blacks. Se convirtió al Islam en 2009, cuando jugó en el Toulon de Francia. También cuando fue a la Argentina compartió reuniones con las comunidades musulmanas en el país. En 2018 peregrinó a La Meca.
Precisamente cuando se fue a jugar a Toulon, Sonny Bill produjo un cimbronazo en el rugby, ya que nunca había jugado en el Union. Llegó a la costa francesa a través de otro neozelandés, Tana Umaga. Su salida del rugby League también fue controversial, ya que dejó su equipo, los Canterbury Bulldogs, sin previo aviso y disconforme con los topes salariales que se estaban instrumentando en la NRL neozelandesa. SBW era una estrella del rugby League y si bien hubo varios jugadores que hicieron ese traspaso, ninguno hizo el ruido que provocó él.
El rey del offload
La llegada de Williams al Union trajo también el espectáculo. Sus tatuajes, su corpulencia para un puesto de centro y sus destrezas maravillaron al público. Si el offload (el pase en el contacto) empezaba a verse con más frecuencia en el Union, SWB lo patentó. Sus pases de faja, con dos marcas encima y cayéndose, pronto reclamaron un lugar en los All Blacks. Pero había un problema: estaba jugando fuera de Nueva Zelanda y la ley interna neozelandesa indica que un All Black debe jugar en el país.
Sonny Bill rechazó una oferta de 6 millones de euros, un contrato de tres temporadas y la posibilidad de jugar para Francia en la Copa del Mundo de 2011, en Nueva Zelanda. En cambio, aceptó los 550 mil dólares anuales que le propuso la Unión de Rugby de Nueva Zelanda. Antes de jugar para los Crusaders en el Súper Rugby debutó en los All Blacks. Sólo tres jugadores habían protagonizado antes ese hecho. El camino en el Union lo inició en Canterbury y anotó su primer try ante Taranaki, el club de origen de los hermanos Barrett.
Su debut con la camiseta negra fue en el mismo escenario en el cual cinco años más tarde se consagró bicampeón del mundo: Twickenham. Ante Inglaterra formó la pareja de centros con Ma’a Nonu. Entre los dos pesaban 212 kilos. En el siguiente test, también en noviembre de 2010, ante Escocia, fue premiado como “The Man of The Match”.
Sonny Bill nació en un suburbio de clase trabajadora en Auckland. Su padre, Ioane, nació en Samoa. Su madre, Lee Woolsey, es mitad neozelandesa y mitad australiana. SBW tiene doble nacionalidad: neozelandesa y samoana. En el colegio, nuestro personaje era velocista y campeón en salto en alto. Se distinguía por lo competitivo que era. Empezó a jugar profesionalmente al rugby en la NRL “para comprarle una casa a mi mamá”. Ella fue la que lo llevó al League. A los 12 años, SBW ya había dejado el atletismo y buscaba un lugar en alguno de los equipos de Nueva Zelanda. Pero fue en Australia donde empezó a transitar su carrera en el League. Mientras, trabajaba de obrero.
A los 18 años, volvió a Nueva Zelanda y debutó en la NRL jugando para Canterbury-Bankstown. En su primera temporada fue nominado como la Revelación del Año y a la siguiente, en 2005, rechazó una oferta de 3 millones de dólares del St.Helens se Inglaterra para quedarse en Canterbury. Ya ese año fue convocado para la selección de Nueva Zelanda del League.
En su carrera en el League, Williams sumó contratos millonarios y fue uno de los deportistas mejores pagos en Nueva Zelanda. También fue una atracción para las marcas. Sonny Bill es embajador mundial de Adidas y de BMW.
Un poco de rugby, un poco de... boxeo
En 2011, en su primer año del Union, ganó con los All Blacks la Bledisloe Cup y el Mundial. En 2012 fue, al mismo tiempo, campeón del Súper Rugby con los Chiefs y campeón de peso pesado de la Asociación de Boxeo Profesional de Nueva Zelanda. Su pasión por el pugilismo lo llevó a firmar una cláusula con los Chiefs para que le dejaran fechas libres para boxear. Peleó en 10 combates, con 9 victorias (4 por nocaut) y una derrota (ante Mark Hunk, en 2022).
Steve Hansen, el entonces entrenador de los All Blacks, lo convocó para jugar la Copa del Mundo de 2015 en Inglaterra. Los ABs tenían una pareja de centros consolidada con Ma’a Nonu y Conrad Smith. Sonny Bill fue como suplente de lujo. En el primer partido del grupo, ante los Pumas, en Wembley, desequilibró las acciones cuando ingresó en el segundo tiempo y fue vital para sellar la victoria de su equipo.
“Para aquellos que creen que juego bajo presión, pongan en orden sus prioridades. Miren lo que pasa en el mundo: niños con hambre, madres solteras criando 3 hijos, las atrocidades que sufren los refugiados en todo el mundo, el racismo… Eso es presión”, dijo tras uno de sus 53 partidos con los All Blacks, en los cuales marcó 13 tries y tiene un extraordinario récord de 48 victorias, 1 empate y sólo 4 derrotas.
Su estrella lo llevó a jugar el Seven con vistas a la cita olímpica de Río 2016. En la vuelta del rugby a los Juegos Olimpicos, Sonny Bill era la figura más convocante. Se preparó jugando el circuito, pero en el primer partido en Río se rompió el tendón de Aquiles y quedó fuera de la competencia. Su hermana, Niall, jugó para el seleccionado femenino que ganó la medalla de bronce.
Sonny Bill, que en el League jugó 118 partidos, en 2012 se transformó en una de las primeras figuras del Union que fue a jugar a Japón. Se estima que su contrato con los Panasonic Wild Knights fue el más caro de la historia en ese momento, porque también formaba parte de la promoción de Japón como sede de la Copa del Mundo de 2019. Pero en el segundo partido se lesionó al caer mal sobre un hombro y ese fue su última aparición en Japón. Sin dudas, su paso más polémico en el Union.
Hansen lo llevó también a la Copa del Mundo de 2019, pero fue suplente y luego del torneo anunció su retiro del rugby. En 2022 hizo su última pelea. Desde ese momento, su figura brilló fuera de la cancha. Sonny Bill Williams es un filoso comentarista y un activista por los derechos de los niños.
El mejor regalo para Charlie
Siempre quedará en la memoria aquel gesto con Charlie, el niño de 15 años, en Twickenham, luego de la final de la Copa del Mundo. Transparente como una hoja, SBW dijo de esa acción esa noche: “Yo sólo traté de que esa noche sea inolvidable para el chico. ¿Quién sabe? Quizá sea un futuro All Black. Mis compañeros me hicieron muchas bromas en el vestuario porque la medalla es de oro macizo. Pero prefiero que esté colgada del cuello de Charlie antes que en mi casa. Él la apreciará más”.
El rugby necesita más personas como Sonny Bill Williams.
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