Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), remarcó que los servicios de laboreos de los asociados es muy baja, en torno de un 20%, por la sequía y la gran incertidumbre electoral que existe en el campo
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La Niña no se va, no da tregua y pone en jaque al sector agropecuario. De hecho, como nunca, la cosecha del trigo descuenta rindes potenciales y la siembra de los cultivos de verano se atrasan y para esta fecha la actividad de los contratistas está en “solo un 20%”. Ese fue el duro panorama que plasmó Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), con 4000 asociados, y habló sobre cómo están los laboreos en las diferentes regiones del país.
“En un año normal deberíamos estar entre un 60% y 70% de actividad en la siembra de maíz. Estuve en el campo en la semana pasada y la verdad que es una desolación total por la gran sequía que tenemos: campos con voladuras de cobertura y la siembra prácticamente parada. Los pocos maíces que se han sembrado, algunos han sido perjudicados por las heladas, y el girasol, lo mismo”, dijo en declaraciones radiales.
La política y las próximas elecciones presidenciales no están ajenas a la merma de las actividades agropecuarias. “Hay una inestabilidad y unos problemas terribles para acondicionar nuestras máquinas y necesitamos autopartes día a día. Estuve hablando con proveedores y desde la semana pasada no venden repuestos de nada. En tanto, algunos grandes importadores te venden a factura abierta por la confianza generada y para no dejarte parado. Otros directamente no venden. El cansancio nos superó porque venimos de meses con precios altos y la gente ya está marcando a un dólar blue, que para nosotros es carísimo y encima ahora no tenés entrega. Queremos que esto se termine, que las elecciones lleguen y se definan las políticas en el corto plazo. Es lamentable lo que está pasando para la actividad del agro que tanto aporta para un país y tengamos tantos obstáculos para producir”, enfatizó.
En cuanto a la cosecha en el norte del país, Scoppa fue contundente: “Un rendimiento muy bajo en trigo, así que el panorama es muy incierto, hasta tanto un buen día llueva en una buena cantidad y se normalicen los perfiles, porque están muy por debajo de humedad. No pensábamos llegar a esta instancia y volver a empezar el año con una gran sequía”.
“Creíamos que la habíamos superado, que venía El Niño, pero hoy ya mediados de octubre, no tenemos grandes lluvias por lo menos en el centro del país. Solo en la costa bonaerense, donde hay una franja grande, está bien; pero en la zona núcleo estamos en esa situación muy pero muy complicada”, añadió.
Según el contratista, ya pasó la época de ventana de siembra para el maíz de primera en el centro norte: “Lo que se sembró se sembró y se ha sembrado un bajo porcentaje de maíz. En tanto, el girasol también se ha sembrado muy poco en la provincia de Santa Fe y Santiago del Estero, aunque un poco más en el Chaco. La soja, aun con margen de fecha, se estaría empezando en esta época que es la ideal”.
En este contexto, aseguró que en provincia de Buenos Aires, hay una variable donde se puede hacer girasol y hacer maíz, pero en gran parte del país (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco) “va a mermar la producción de maíz de primera y girasol notablemente este año”.
“Estamos a la espera de los maíces de segunda pero no es lo mismo el potencial de un cultivo si es de primera o de segunda. El país empieza a perder divisas ya, lamentablemente por el clima. Va a ser un año de sembrar mucha soja si se dan las condiciones. Tenés todo diciembre para sembrar en óptimas condiciones pero tiene que llover. Ya hablan de más de 50 millones de toneladas. Ese es uno de los planes pero para esto tenemos que superar el tema de humedades, porque es lo único que queda”, expresó.
En cuanto a la cosecha del trigo, el dirigente remarcó que a nivel país va a caer notablemente “porque en parte el que estaba medianamente bien, las heladas de estos últimos días ha perjudicado las espigas directamente”. En este sentido, contó que muchos colegas que están realizando laboreos en Tucumán, Santiago del Estero y norte santafesino le dijeron que están cosechando con muy bajos rendimientos: “Hablan de cuatro quintales por hectárea en algunos lotes”.
Una cuestión que preocupa al sector son los créditos que han tomado años anteriores que en un 70% están en dólares. " Algunos han tenido la suerte de sacarlo en pesos y se han visto favorecidos al pagarlos en moneda nacional pero los que están en dólares tienen temor a que se incremente el valor del tipo de cambio oficial. Esperamos que se mantenga este valor porque un salto brusco nos aumenta la deuda y nosotros cobramos en pesos. Estamos en una situación compleja, al borde de caer en quebranto. Lo único que queremos es que llueva y tener volumen para trabajar. Este Gobierno ha hecho oídos sordos todos nuestros reclamos y, subsidia a todos pero al sector productivo que es el campo y la industria nunca”, finalizó.
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