Comercios de provincias anticipan que habrá nuevos aumentos el día después de las elecciones

CORDOBA.- Hay empresas de la industria alimenticia y de bebidas que ya realizaron o anticiparon subas de precios de productos por fuera de la lista de 1.432 que están congelados hasta el 7 de enero. Fuentes de almacenes, autoservicios y supermercados regionales confirmaron a LA NACION que ya hay distribuidores que bajaron bebidas con alzas de entre 8% y 10% y que algunas compañías advirtieron incrementos de hasta 12% desde la próxima semana.

Otro tema que sigue pendiente es que el comercio de cercanía no cuenta con los productos congelados. “Llevamos 33% del tiempo planteado [por el congelamiento de precios] y no se resolvió”, señalan.

Los reclamos, hasta el momento, no son de las cadenas nacionales de súper e hipermercados, sino del comercio de cercanía. Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba, señala que “siguen llegando listas con incrementos”.

Desde el arranque del mes “hubo movimientos en lácteos, aceites, bebidas alcohólicas y gaseosas”. Detalla que exceden a las primeras marcas y “alcanzan a segundas y terceras que a veces son de la misma empresa”.

Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA) y vice de la Confederación General Almacenera Nacional ratifica que hay subas y advierte que se “reactualizaron” los problemas para encontrar aceite de girasol de primera marca. “En 10 mayoristas a lo mejor se consigue una caja; un almacenero de Tandil me envió la factura de que había conseguido tres botellas, un absurdo. Lo que hay son versiones con ‘leyendas agregadas’ más caras”. Empresarios de supermercados regionales sostienen la misma posición y la extienden a las mayonesas; dicen que llevan “seis meses” arrastrando los inconvenientes.

La marca referida por los comerciantes es Aceitera General Deheza (AGD); fuentes de la industria sostienen que “los volúmenes de entrega son los normales y habituales” y que la firma cumple “al pie de la letra” con la Resolución 1050 de congelamiento de precios.

En Córdoba, distribuidores de dos segundas marcas de gaseosas entregaron mercadería -que no está en la lista de la 1050- con subas de 8% y 10%, respectivamente; uno de primera marca adelantó que para la próxima semana, las bebidas se incrementaran alrededor del 12% y, en Rosario, la Cámara Unión de Almaceneros advirtió a la Secretaria de Comercio que una marca líder de cerveza preveía alzas de 15% en los próximos días.

Referentes de almaceneros de Buenos Aires dan cuenta que una panificadora que tiene cuatro ítems en la lista de congelados (en uno debió bajar $4 el precio), subió todo el resto de su portafolio 15% promedio. “Un lactal pasó de 600 a 550 gramos y de $260 a $310″, ejemplifican e insisten que se suceden en varias marcas los cambio de packaging, de volumen y de etiquetas.

Juan Milito, referente de la cámara rosarina, indica que esa es la conducta que llevan adelante “avisar a Comercio para saber si las subas están autorizadas”; en los últimos días hay varios ‘amagues’ de incrementos.

Fuentes de Arcor -empresa que tiene un amplio portafolio de productos- aseguran a LA NACION que “no hay aumentos de ninguno” de los ítems que fabrican para “ninguno de los canales de comercialización”.

Eslabón perdido

En la reunión del lunes pasado con el secretario de Comercio, Roberto Feletti, los almacenes, autoservicios y cadenas regionales plantearon que no pueden abastecerse en los mayoristas y distribuidores de los productos de precios congelados porque se los venden a los mismos precios que aparecen en la lista para el público.

Milito asegura que es así y que lo que hay “no es para vender con un margen acorde de rentabilidad”. En Santa Fe esa situación se “agrava”, plantea, porque los comerciantes hacen un aporte del 4,5% para los reintegros de Billetera Santa Fe (una iniciativa provincial). “Estamos convencidos de que el congelamiento puede funcionar pero en este marco es muy difícil de acompañar; lo hacemos con el programa Súper Cerca y el lunes en Rosario lanzamos la décima séptima edición de Precio Justo, pero hasta ahí podemos y estamos en condiciones”.

Ruiz directamente manifiesta que, de la manera que está estructurado el programa, “se desconoce el canal de comercialización minorista; si no aceptas el incremento de precio que trae el distribuidor o la marca, directamente no te bajan la mercadería. Es así”.

“Los mayoristas cambiaron su foco de venta, cada vez más atienden a los consumidores finales -añade-. Hay que resolver cómo respetamos el margen de rentabilidad del minorista. No tenemos igualdad de oportunidades para el trabajo, porque el esquema hace que el consumidor migre al supermercado a buscar lo que prometen las autoridades”.

Savore subraya que, tal como está, el programa “se queda en el AMBA y no recorre el interior del país”. Como antecedente menciona el Súper Cerca, del que recibían seis productos de dos empresas lácteas sobre un total de 70 incluidos. “Ya hicimos el planteo a Comercio; en dos semanas habrá una nueva reunión y se verá”, continúa.

“En el Súper Cerca, una leche se vende a $74, lo que implica 6,7% de rentabilidad que no alcanza para pagar la energía; nuestro costo operativo es de 17%. Podemos hacer una patriada en un producto no en 1.400″, grafica.

Víctor Palpacelli, titular de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), señala que la próxima reunión con Comercio es el último día de este mes y allí se volverá a analizar cómo marcha el plan. “Uno de los problemas que más se manifiesta es en los locales de cercanías que no pueden cumplir porque no consiguen productos a los precios que deberían”, enfatiza.